Covid-19: Vitamina C y ozono, tratamientos que pueden ser útiles y que algunos hospitales usan contra el coronavirus
Estos días, en plena pandemia por Covid-19 estamos ofreciendo informaciones sobre terapias que son efectivas y seguras y que se usan en hospitales de zonas muy afectadas como China o Italia. Dos casos concretos ocupan nuestra atención, la vitamina C intravenosa y el ozono (por vía sanguínea y para desinfectar espacios). Dada la gravedad del momento es un deber moral tanto profundizar en el conocimiento de estas posibilidades como usarlas según los criterios ya documentados. Otro texto de investigadores promueve su utilización.
Dicho artículo es un trabajo enviado a la Revista Española de Anestesiología y Reanimación (aceptado pero aún no publicado) por varios profesionales de la anestesiología y la medicina interna y en el que hacen una revisión de la literatura científica ad hoc y cuentan que:
La vitamina C puede ser una terapia efectiva en el tratamiento del SARS-CoV-2 debido a su capacidad antioxidante, sus propiedades antivirales, la mejora del sistema inmunológico y sus propiedades antiinflamatorias. Además, la vitamina C también puede ayudar a eliminar el líquido alveolar acumulado en el SDRA [síndrome de dificultad respiratoria aguda] al prevenir la activación y acumulación de neutrófilos y al reducir el daño causado a nivel del epitelio alveolar».
Además, su administración es segura por infusión intravenosa a dosis máximas de 100 gramos, siempre que se tomen las precauciones descritas en los protocolo de actuación.
Sobre la llamada ozonoterapia dicen estos estudiosos, que
se caracteriza por la simplicidad de su aplicación, su gran efectividad, buena tolerancia y la ausencia virtual de efectos secundarios. Rusia, Cuba, Alemania lo han reconocido en su legislación. En España está regulado en más del 76% de las comunidades autónomas de España. Italia, China y algunos países de América del Sur tienen regulaciones específicas».
Lo que hacen estos investigadores, como cuento, es revisar dos terapias adyuvantes sencillas de aplicar, «sin efectos deletéreos y de un coste bajo» que podrían ser de utilidad para el tratamiento de la infección por coronavirus agudo severo asociado al síndrome respiratorio SARS-CoV-2.
La vitamina C, un potente antioxidante, se ha convertido en una terapia relevante debido a sus beneficios potenciales cuando se administra por vía intravenosa, como documentan.
El efecto potencial de la vitamina C en la reducción de la inflamación en los pulmones podría desempeñar un papel clave en la lesión pulmonar causada por la infección por coronavirus. Y en ese trabajo describen su impacto biológico en nuestro organismo y su farmacocinética, su funcionamiento vaya.
Otra posible terapia eficaz es el ozono. Señalan que «pese a la controversia que siempre le ha acompañado» se ha estudiado y utilizado ampliamente durante muchos años y su eficacia se ha demostrado en múltiples estudios. Sin embargo, comentan:
Nuestro objetivo no es hacer una revisión exhaustiva de dichas terapias sino difundir los efectos beneficiosos de las mismas. Obviamente, los ensayos clínicos son necesarios, pero debido al beneficio potencial de estas dos terapias, en una situación como la actual recomendamos encarecidamente agregarlas de inmediato al arsenal terapéutico para el tratamiento del SARS-CoV-2«.
La gravedad de la infección por SARS-CoV-2 la estamos encontrando en el deterioro pulmonar. Aunque aún está por dilucidar el porqué de este deterioro tan rápido, su curso clínico tiene «similitudes con el síndrome de activación macrofágico con hipersecreción de citocinas proinflamatorias que dañan los pulmones». De ahí, que la administración de vitamina C pueda ser efectiva dada su potente actividad antiinflamatoria.
Existen, lamentablemente, muy pocos estudios en pacientes críticamente enfermos con SDRA que hayan empleado vitamina C intravenosa como terapia adyuvante. En estudios con animales, se ha demostrado que la vitamina C aumenta la resistencia a la infección causada por coronavirus y también modifica la susceptibilidad a la infección (estos trabajos, como es lógico, podéis consultarlos en al bibliografía del artículo que comentamos).
Ha habido científicos que administraron un gramo de ácido ascórbico (la vitamina C) cada ocho horas combinado con vitamina E oral durante 28 días en 594 pacientes quirúrgicamente críticos y encontraron una incidencia significativamente menor de lesión pulmonar aguda y fallo multiorgánico. Por destacar un ejemplo.
En un estudio clínico se emplearon grandes dosis intravenosas de ácido ascórbico y otros antioxidantes (tocoferol, N-acetilcisteina y selenio), en pacientes con SDRA establecido y se mostró una reducción de la mortalidad del 50%.
La vitamina C se está empleando en China contra el Covid-19, en Zhongnan Hospital of Wuhan University se ha registrado un ensayo clínico en fase 2 (estudios exploratorios terapéuticos cuyo objetivo es determinar si el medicamento sirve para tratar la enfermedad o el trastorno en cuestión) para verificar la eficacia de la vitamina C intravenosa en SARS-CoV-2.
En dicho estudio los pacientes reciben 24 gramos de vitamina C intravenosa al día durante siete días. Por otro lado,
el grupo de expertos en el tratamiento clínico de la enfermedad por coronavirus de Shanghai ha recomendado encarecidamente incluir altas dosis diarias de vitamina C en pacientes críticos afectados por SARS-CoV-2, debido a que su uso continuo, parece lograr además una mejora significativa en el índice de oxigenación.
Algunos hospitales ya han incorporado al esquema de tratamiento de azitromicina e hidroxicloroquina (por cierto que es uno de los tratamiento habituales contra el Covid-19 en todo el mundo aunque aún no hay evidencias científicas de su utilidad), vitamina C junto con zinc oral (220 mg), incluso en pacientes con afectación no grave.
La UCI de North Shore University Hospital en New York está también administrando vitamina C en dosis de tres gramos cada seis horas.
El Department of Internal Medicine del Eastern Virginia Medical School está dando doce gramos al día. Podéis ver en ese documento que enlazo al principio el Protocolo de administración de la vitamina C.
La efectividad del ozono contra los patógenos es bien reconocida:
El ozono parece ser el mejor agente existente para la esterilización del agua. Si bien aún no existen documentos que avalen su efecto viricida sobre el Covid-19, sí existen sobre diversos virus RNA, tanto en agua, alimentos, animales y humanos. Debido a sus propiedades biológicas, la ozonoterapia puede desempeñar un posible papel en la terapia del SARS, como complemento de los regímenes de tratamiento estándar», explican los autores del artículo científico».
Y añaden:
Debido al exceso de energía contenida dentro de la molécula de ozono, es teóricamente probable, a diferencia de los antivirales específicos disponibles en la actualidad, que muestre efectividad en todo el espectro de genotipos y subtipos de SARS. Los efectos secundarios que pueden observarse son mínimos».
Por desgracia, pese a los efectos beneficiosos demostrados, su aplicación en las unidades de críticos es muy escaso. Como os comentaba antes en el caso de la vitamina C, leed el Protocolo de actuación con el ozono para entender mejor su uso (sobre todo si sois profesionales sanitarios pues es algo técnico).
¿Cual es la posible explicación de que el ozono tenga propiedades biológicas que sugieren que puede tener un posible papel en la terapia del SARS-CoV2)?
Los coronavirus tienen abundante cisteina en las proteínas en forma de pico o espiga características que se encuentran en la superficie viral y que pueden ser dañadas de manera sencilla por el ozono. Los residuos de cisteina también son abundantes en las proteínas de la membrana viral y median la unión del virus y la entrada en la célula huésped. Esta cisteina parece ser funcionalmente importante para la producción de virus».
Por ello, concluyen que la ozonoterapia
ha demostrado ser una terapia efectiva y segura en múltiples pacientes, por lo que dada la situación actual donde no hay cura para esta terrible infección, recomendamos encarecidamente agregarla a los protocolos de tratamiento actuales».
Cuanto me alegro de que se ponga encima de la mesa una terapia oxidante y por lo visto con muy buenos resultados.
En Madrid ya se estaban desinfectando algunas residencias con el ozono,pero no había oído sobre tratamiento en pacientes
Si esto hace el ozono, me pregunto
¿Que será capaz de hacer el dióxido de cloro , que es un oxidante mas suave, mas selectivo y mucho mas estable que el ozono?
Os dejo publicaciones,para que veáis que hay investigación, aunque sobre modelos animales y con algunos virus.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/18089729/
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20616431
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26926704/
Con respecto a este artículo,cuya exposición me parece tan clara como todas las que tienes, me gustaría ver si algún facultativo en España propone y aplica estas moléculas tan poco atractivas.Y NO SE JUEGA EL PUESTO
Esto no da dinero y esta a Tm en cualquier almacén de productos químicos(no hay ostias como sucede por adquirir cloroquina)
Yo personalmente, cuando quiero desinfectar una estancia, la cierro y genero según me venga, dos cosas
ClO2 o el ozono
El primero con el clorito con salfuman(ClH)
El segundo , con un generador de los chinos y te aseguro que genera porque el olor esta presente
Así de fácil.
En cuanto a los facultativos .los dejaremos con los protocolos que les fijan y que tan buenos resultados estan dando
En España no se hace MEDICINA desde hace muchos años, porque cuando te alejas de la norma ,te pisan.
Isabel Bellostas es un ejemplo que fue denunciada por la asociación ‘Autismo España’ cuando detectaron que recomendaba a las madres la no vacuación
¿Qué le pasó?
DESAHABILITADA
Hace poco apareció en youtube aconsejando el uso de la vitamina C en estos momentos
¿Qué pasó?
Que youtube eliminó el video
En otro articulo mencionas poco menos que a un chaval literalmente le achicharraron la cabeza con radioterapia hasta que murió
¿Que pasó?
NADA
NO EXISTE LA MEDICINA DE LA EVIDENCIA, por lo tanto no creo que se aplique nunca este tipo de tratamientos, ahora que si pierdes la vida por un fármaco no pasa nada
Cuidado, que la culpa en estos casos del COVID no es del facultativo, es nuestra
Deberíamos exigir en las consultas alternativas a los tratamientos convencionales y no se hace
Si quieres algo distinto ve a un privado naturista o a alguien que ejerza una medicina complementaria(no alternativa)
Antes pensaba que todo aquello que no tuviera evidencia suficiente, al menos de no producir daños ( y entonces cuántos fármacos quedarían fuera!) no debiera incluirse en la Sanidad Pública pues la pagamos todos y eso es delicado y complicado. Hoy en cambio, tengo una opinión diferente, sobre tofo desde q soy consciente de que no sólo la Sanidad en países como España, el hecho de ser pública la ha convertido en » obligatoria». Si yo me decido por la sanidad privada nadie me exime del pago a la sanidad pública, por tanto, basta ya de totalitarismos soterrados e incluyamos otras terapias-no dañinas obviamente aunque no del todo concluyentespues Que lo es al 100%?- Solo así podremos disfrutar de lis avances terapéuticos y elegir, lo cual conllevaea más información y responsabilidad como pacientes.
Hola pues si algún facultativo ya ha empezado en el hospital de ibiza ( dr Alberto Hernandez) y con muy buenos resultados
Tienes toda la razón. La mayoría de los médicos son médicos de salón que solo se saben el vademécum y ya está y sobretodo,
NO LES INTERESA SABER MÁS. Están muy cómodos en sus puestos y además algunos comisionan de laboratorios. Además si nos leemos los efectos secundarios de los medicamentos veremos que mucho juramento hipocratico, pero los efectos secundarios (incluyendo muerte) están presentes en casi todos.
Es un tema relación causa/beneficio. Si el beneficio es mayor que los posibles efectos secundarios debe ser el paciente el que decida, conociéndolos. Pero claro, estamos hablando de terapias baratas no patentables farmacológicamente y hay demasiados intereses creados. NOS DEBERÍAMOS MANIFESTAR PARA QUE SE INCLUYESEN Y OFRECIESEN. Si han valido para el Covid-19, porqué no para otras enfermedades?