Las filtraciones sobre el fármaco más esperanzador para Covid-19 lo muestran como ineficaz (y peligroso)
Justo hace dos meses hoy, el tiempo pasa rápido y más en medio de la pandemia y encerrados en casa, que publicamos sobre el carrusel de informaciones sobre los potenciales tratamientos para Covid-19. Publican los medios sobre un estudio de un fármaco experimental para el coronavirus Covid-19. La molécula en cuestión se llama remdesivir, desarrollada por Gilead Sciences. Algunos «adivinos» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) como Bruce Aylward, subdirector general de la misma, sostienen que a día de hoy este fármaco: «Puede ser el único tratamiento eficaz contra el coronavirus».
Era imposible que este señor lo supiera pues las autoridades chinas se supone que hoy 27 de abril darán a conocer de las conclusiones del ensayo que se hace en 761 pacientes de Wuhan o eso anunciaban. Veremos qué ocurre. Las acciones de la farmacéutica estadounidense Gilead han llegado a subir un 16,4% en los mercados tras publicarse ese tipo de informaciones (antiviral remdesivir en pacientes con Covid-19).
Aún no hay nada confirmado, ni probado. No hay evidencia científica de que el fármaco funcione y sea seguro. Los resultados de los ensayos son aún preliminares y la publicación se refiere solamente a las pruebas en un hospital universitario de Chicago donde se está tratando a un centenar de pacientes con este fármaco.
Al parecer, los enfermos del centro sanitario a los que se les administra el antiviral registran una rápida mejoría de la fiebre y los síntomas respiratorios y casi todos ellos han sido dados de alta en una semana.
Como habréis leído, fue creado inicialmente para el ébola, en 2013 no dio los frutos deseados, pero sí empezó a ser reconvertido como tratamiento para otros virus SARS anteriores, virus de origen animal que, por fortuna, no derivaron en pandemias.
Es un antiviral que funciona evitando que el virus SARS-CoV-2 haga copias de sí mismo. Cuando un virus infecta una célula y comienza a hacer copias de sí mismo, remdesivir se inserta en el genoma para frenar la réplica. Dicen las primeras investigaciones que ataca al virus, pero no a otras células.
En estos momentos, está utilizándose de manera compasiva en multitud de pacientes a lo largo del mundo, pese a que aún no hay datos que nos indiquen su efectividad real, no tiene evidencia científica tampoco sobre su seguridad. Se da a personas, escribámoslo con todo respeto, deshauciadas. Se prueba en ellas, también podemos reconocerlo así. Si da buenos resultados, otras personas se beneficiarán. Es duro, sí.
Decenas de ensayos clínicos están evaluando su potencial efecto terapéutico contra el coronavirus en diferentes países (en España hay en marcha al menos 5 estudios clínicos). La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha apostado fuerte por este antiviral y es uno de los cuatro tratamientos que forman parte del gran ensayo clínico internacional Solidarity por considerarse especialmente prometedor.
Se da la circunstancia que el 23 de abril, el remdesivir saltó a las noticias cuando Financial Times anunció que el fármaco de la empresa Gilead había fracasado en el primer ensayo clínico. La OMS publicó los datos preliminares de este estudio, realizado en China, de manera accidental y se apresuró en borrarlos cuando fue consciente del error.
El borrador todavía sigue en proceso de revisión por expertos y no se ha publicado oficialmente. Sin embargo, las consecuencias no han tardado en llegar: las acciones de Gilead han caído en la Bolsa por la filtración accidental de los documentos con resultados negativos sobre el remdesivir.
Cuenta eldiario.es que el ensayo clínico, que publicó por error la OMS, se realizó sobre 237 pacientes. De ellos, 158 recibieron remdesivir y 79 recibieron un placebo (sustancia sin efecto farmacológico). Tras un mes, un 13,9% de los pacientes que tomó el fármaco murió, en comparación con el 12,8% de las personas que murieron en el grupo con placebo.
Además, se produjeron efectos secundarios significativos provocados por remdesivir y 18 pacientes dejaron de tomarlo debido a ello. El estudio finalizó prematuramente y el resumen del documento concluía que:
Remdesivir no se asociaba a beneficios clínicos o virológicos».
Hasta que no aparezcan resultados de ensayos clínicos rigurosos y siguiendo los estrictos protocolos que marca el método científico, la eficacia y seguridad de este y otros medicamentos que están usándose hoy para Covid-19 de manera compasiva, sin evidencia científica de su utilidad, serán provisionales.
Recordemos que la compañía Gilead Sciencies fue la original propietaria del fármaco antiviral Tamiflu (cuyo principio activo es oseltamivir), uno de los dos medicamentos que desde hace años ha promocionando la OMS para las epidemias de gripe (epidemia de gripe aviar en 2005 y «pandemia» de gripe A que por suerte nunca fue tal de 2009-10).
Esa era la noticia pero más tarde conocimos la verdad. Un análisis independiente permitió concluir en 2014 que los antivirales tenían una eficacia modesta en el alivio de los síntomas, carecían de impacto sobre complicaciones y muertes, ofrecían efectos secundarios importantes y no modificaban la transmisión-contagio.
Vamos que apenas valían para algo pero los estados de todo el mundo gastaron miles de millones de euros en esas «epidemias de marketing» fraudulento. La Organización Mundial de la Salud reconoció después que el medicamento no es tan eficaz como se suponía y lo degradó en su lista de medicamentos esenciales.
Es decir, conviene no volver a caer en las trampas del marketing. Ansiar un tratamiento efectivo contra Covid-19 no ha de llevarnos a aceptar cualquier cosa porque entre otras cosas, como vemos, el remedio puede ser peor que la enfermedad.
Y porqué tenemos que creernos que esta pandemia vino de un animal? Quizás fueron animales de «2 patas» en un laboratorio haciendo de las suyas? Mientras se tenga al pueblo engañado, no se harán preguntas? No fue Bill Gates quien dijo que la 3ª guerra mundial no se haría con armas, sino con «bichitos»? Cual es la verdad?
Hola Miguel,
Me llama la atención que no comentes nada sobre el dióxido de cloro – eso que en las televisiones manipulan diciendo que es lejía- ¿De verdad no tienes nada que decir sobre este poderoso microbicida?
Yo prefiero ser prudente y escribir sólo de lo que sé, de lo que estoy seguro que puedo documentar bien.
Sobre el CO2
Quería decir ClO2