El trabajador de la farmacéutica Boehringer que litiga con éxito en los tribunales de Justicia
Os conté hace dos años el caso un trabajador de la farmacéutica Boehringer, Rafael Fernández, que ha denunciado formalmente el posible tráfico de datos confidenciales de enfermos de los sistemas sanitarios públicos extremeño y andaluz. Lo hice en el post ¿Trafican las farmacéuticas con nuestros datos sanitarios confidenciales? Hay novedades.
Fernández trabajó en la citada empresa farmacéutica durante 30 años y denunció el caso de esta apropiación de datos reservados en marzo de 2017. Todo comenzó cuando este empleado, que trabajaba como lobbista de la farmacéutica ante las administraciones sanitarias en Andalucía y Extremadura y se dedicaba a tratar de influir ante políticas que pudieran suponer barreras a los intereses de Boehringer, comenzó a recibir de su empresa documentación «extraída ilícitamente».
Eran documentos y comunicados internos de los servicios autonómicos de Salud de esas regiones, pantallazos de sistemas informáticos con datos de pacientes y de funcionarios públicos, con historias clínicas de pacientes, visados médicos de fármacos, etc.
Lo advirtió a las autoridades sanitarias y lo denunció en los tribunales de Justicia. El asunto sigue su lento curso en los juzgados.
Aparte recibió muchas presiones de la compañía que minaron su salud hasta dejarle incapacitado para trabajar pero no se rindió y siguió denunciando y clamando por sus derechos.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha condenado a Boehringer a abonar casi 62.000 euros de un seguro de jubilación que le negó al extrabajador.
Rafael Fernández reclamó en marzo de 2017 el dinero de esta prestación al recibir en ese momento la incapacidad permanente total del Instituto Nacional de la Seguridad Social, aunque la empresa denegó el abono del capital reclamado, 61.946 euros.
Un juzgado de Instrucción de Granada falló a favor de la firma, una sentencia que el trabajador recurrió ante el TSJA, que ha ratificado el derecho del denunciante a recibir el
rescate del seguro colectivo de jubilación por su situación de incapacidad permanente total«.
El alto tribunal ha condenando a la empresa a abonar la cuantía del seguro de jubilación del trabajador, que ya se enfrentó en la misma sala a la farmacéutica, a la que responsabilizó de su baja laboral provocada por ansiedad y depresión derivadas de un conflicto entre las dos partes.
Esta persona lleva ya un buen montón de sentencias ganadas fruto del trabajo incansable que está haciendo. Ya hace tiempo que consiguió que Boehringer le pagase un bonus variable que la compañía se negaba a abonarle. Logró también que se revocase una sentencia anterior que le negaba la prestación de incapacidad permanente total reconocida al actor por accidente de trabajo.
Queda claro que quien la sigue y la persigue la consigue. Y hay varias derivaciones del caso que siguen pendientes de juzgarse. Por ejemplo, la sentencia de extinción de contrato trabajo que no pudo ser juzgada íntegramente por un error de la defensa. Hay también una demanda de responsabilidad civil por el citado accidente trabajo. Y una querella presentada ante el juzgado de instrucción número tres de Granada, aún en fase diligencias previas.
Seguiremos informando pues este trabajador nos parece un ejemplo de tenacidad y de claridad de ideas y valores.
Celebro otra publicación, por fallo a favor del ex empleado de Boehringer Ingelheim en España. Por negarse a cumplir un acto de corrupción para esta compañía, causándole un diagnóstico de incapacidad total y permanente. Reflejando la doble moral de este laboratorio. En Colombia aplican la misma conducta. Por eso actualmente enfrentamos la etapa de denuncia penal.
Gracias por su espaldarazo en permitir conocer realidades que para los medios de comunicación no son rentables porque estas compañías, laboratorios son sus clientes, que pagan muy bien. Gracias