Litigamos por la muerte de un gato tras su vacunación
En el > llevamos un caso un tanto original pero que está más extendido de lo que pensamos. Se trata de la muerte de un gato doméstico por sospecha de reacción adversa grave provocada por una vacuna. La familia de acogida pide responsabilidades y a la hora de solicitar una compensación económica cabe preguntarse, ¿cuánto vale la vida de un gato?
Para sus dueños mucho, además son personas muy sensibles con los animales pues tenían una asociación de protección de los mismos y por eso están luchando el caso. Sufrieron mucho por la pérdida de Rony tras vacunarlo de leucemia más la trivalente (Leucofeligen FEVL/RCP), la cual es comercializada por Laboratorios Virbac España.
El proceso legal es parecido a si la reacción adversa la hubiera sufrido una persona.
Y, ¡oh, casualidad! La sistemática de defensa de los laboratorios fabricantes de las vacunas para animales, que coinciden en muchos casos con los de esos mismos productos para huimanos, es la misma también:
1. Negación absoluta de toda relación de causalidad entre el uso de la vacuna y la muerte del animal.
2. Que sea el perjudicado quien tenga la toda la carga de la prueba, es decir, que vacunas a tu gato pensando en su beneficio, se muere porque le sienta mal la vacuna y luego tú tienes que demostrar que eso ha sido así y no de otro modo o por otra causa.
3. Han tratado de impedir una prueba. Nosotros solicitamos al juez que oficiara a la Agencia Española de Medicamentos y Productos sanitarios (AEMPS) para ver qué pensaba del asunto, si puede ser que esa vacuna en concreto fue la causante de los daños que llevaron al fallecimiento del minino.
El laboratorio trató de impedir esta prueba. Es decir, no aportan datos de ensayos clínicos para ver si los daños recibidos están contemplados como efecto secundario del producto e intentan evitar pruebas necesarias.
4. Nunca promueven autopsias, ni de animales, ni de personas en casos de sospecha de reacciones adversas serias o graves. Con lo cual, por utilizar un refrán muy animal: muerto el perro se acabó la rabia. Si no se busca no puede encontrarse.
5. El laboratorio intentó negociar a la baja una indemnización. Era una cantidad ridícula lo que ofrecían y por eso la familia decidió ir hasta el final y litigar.
El caso es la lucha de una familia que pierde a su gato en circunstancias extrañas tras la vacunación y cómo el laboratorio no quiere admitir dicho potencial riesgo. Estos datos luego no constan en los sistema de farmacovigilancia, produciéndose así un sesgo en los datos de seguridad de un producto.
Volviendo al inicio, ¿cuánto cuesta la vida de un gato? Las empresas se benefician de que la gente no lucha por un animal en caso de posible efecto adverso grave. El proceso hay que trabajarlo para conseguir la indemnización que se solicita… y que nunca va a consolar lo suficiente a quien a visto morir de repente a su gato que estaba sano.