Un futuro de nuevas enfermedades infecciosas que pueden convertirse en pandemias
El Ministerio de Sanidad español ha informado de la detección del primer caso de viruela del mono en un niño en el actual brote de esta enfermedad. Se trata de un menor de tres años. La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) indica que en España se han notificado un total de 800 casos.
La mayoría de los afectados oscila entre los 31-44 años. Europa ya suma un total de 4.178 casos de viruela del mono, según los datos a 28 de junio del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés).
El caso es que aunque de manera lenta este virus que ha modificado su estructura para adaptarse a los humanos avanza.
Hace nueve años, en junio de 2013, la Agencia Española de Medicamentos aprobó una vacuna contra la viruela ¡aún reconociendo en ese momento que en España NO había viruela!
El producto se llama Imvanex y está fabricado por Bavarian Nordic.
Como explican las autoridades sanitarias, no hay datos completos sobre su eficacia y seguridad ni sobre cuánto dura la inmunidad que proporcione.
Sin embargo, noticias recientes de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) revelan que dicho organismo ha iniciado una revisión de los datos para extender el uso de la vacuna Imvanex para la viruela del mono.
Veremos porque aunque obviamente no es el mismo caso, recordemos la velocidad con la que se desarrollaron y aprobaron de manera excepcional, sin ni siquiera estar completados los necesarios ensayos clínicos, las vacunas de la Covid.
A todo esto hay médicos y sociedades médicas que se preguntan:
«¿Cómo serán las enfermedades infecciosas dentro de 30 años y cómo impactarán en la salud pública?».
No son interrogantes fáciles de responder en 2022, pero más de 30 infectólogos y microbiólogos han analizado el presente, las proyecciones y modelos de futuro y los determinantes de la salud que pueden marcar las enfermedades transmisibles en 2050.
Un adelanto: las previsiones no son muy halagüeñas, excepto para la tuberculosis o las hepatitis víricas, que podrían llegar a erradicarse, según los expertos.
Las multirresistencias bacterianas a los fármacos antimicrobianos, las fiebres hemorrágicas y nuevas zoonosis (enfermedades que se transmiten entre los animales vertebrados y el hombre, bien directamente, a través de alimentos o de vectores como mosquitos o garrapatas), como lo son el SARS-CoV-2(virus que puede provocar la Covid) o la viruela del mono, son tres de los principales riesgos para la salud global.
Estos galenos nos cuentan que España tiene circunstancias singulares; la influencia del cambio climático en el aumento de la temperatura hace que tengamos los primeros casos autóctonos de infecciones tropicales como la fiebre de Crimea Congo.
El futuro de la infección por SARS-CoV-2 es incierto, sobre todo, por la poca duración de la inmunidad de las vacunas, algo que se sabía casi desde el principio de su aplicación -por eso hay que aplicar dosis una y otra vez-.
También, lo estamos viendo, por las posibles apariciones de variantes capaces de escapar al sistema inmunitario.
Todo esto se cuenta en un libro, en el que se hace autocrítica de los mitos de la medicina moderna:
Los importantes éxitos alcanzados en los años 70-80 como la erradicación mundial de la viruela y los grandes avances para el control de la poliomielitis sirvieron para apoyar la errónea creencia de que las enfermedades transmisibles habían sido vencidas.
(…) surgió la falsa percepción de que los sofisticados sistemas asistenciales y el potente arsenal terapéutico antiinfeccioso disponible eran herramientas capaces y suficientes para resolver cualquier amenaza infecciosa.
El desarrollo de multirresistencias a los antimicrobianos y las nuevas amenazas zoonóticas, han vuelto a desmentir tan erróneos augurios».
Todo ello pone de manifiesto la incapacidad actual de la sociedad y la medicina para anticiparse a la emergencia de un nuevo agente viral zoonósico.
Una prueba más, cuentan, «es el reciente e inesperado brote producido por el virus de la viruela del mono.
Este virus, ha salido sin saber aún cómo, de los bosques tropicales de África y se ha extendido en pocos días por varios países de Europa y de América del Norte, causando cientos de casos de infección«.
Y ¿qué hacemos? «Es necesario un cambio radical en el paradigma del modelo de abordaje y manejo de las enfermedades infecciosas de origen zoonósico, siendo necesaria la aplicación de un modelo multidisciplinar que permita el estudio de los agentes zoonósicos integrando a todos los agentes implicados
(…) un abordaje holístico para el estudio de las enfermedades infecciosas de origen zoonósico, que integra tanto el estudio de los factores ambientales condicionantes de la emergencia como los diferentes aspectos relacionados con la Salud Humana y la Sanidad Animal».
Existe una estrecha relación entre el ser humano, el medioambiente y los animales. Esto se llama ecología y ha sido la gran olvidada de la medicina moderna. Lo que proponen estos médicos lo llevan pregonando décadas los profesionales del enfoque ambiental de la medicina.
Ojalá sus palabras lleguen a tiempo pues está bastante claro que nos espera un futuro de nuevas enfermedades infecciosas que pueden convertirse en pandemias.