A menor peso menos posibilidades de padecer un cáncer. La obesidad es impulsora del riesgo de cáncer
La pérdida de peso se relaciona con una menor incidencia de cáncer. Así lo documenta un gran estudio que siguió a más de 30.000 personas durante una década. Ese trabajo encontró que quienes habían sido sometidos a cirugía para perder peso, tenían un 32% menos de riesgo de desarrollar cáncer y un 48% menos probabilidades de morir por cánceres vinculados a la obesidad.
En promedio, las personas que se sometieron a la cirugía de pérdida de peso perdieron alrededor de 25 kilos, en torno al 19% de su peso, más que las que no lo hicieron durante el transcurso del estudio.
Los investigadores encontraron que cuanto más peso perdían las personas, más disminuía su riesgo de cáncer. La obesidad es un fuerte impulsor del riesgo de cáncer. Las autoridades sanitarias han relacionado el exceso de peso con tasas más altas de muchos tipos de cáncer.
El nuevo estudio se encuentra entre los más grandes y rigurosos que sugieren que el aumento del riesgo se puede revertir en las personas que pierden cantidades sustanciales de peso.
La nueva investigación se centró en adelgazar a través de la cirugía pero los autores del estudio especularon con que el beneficio también se aplicaría a la pérdida de peso a través de otros métodos, como la dieta y el ejercicio o el uso de medicamentos para bajar de peso.
Según el Centro para el Control de las Enfermedades de Estados Unidos (CDC), la obesidad es una de las principales causas de cánceres prevenibles, junto con el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la exposición a la radiación ultravioleta.
Las personas con sobrepeso u obesas tienen un mayor riesgo de desarrollar trece tipos diferentes de cáncer, incluidos los de endometrio, mama, riñón, hígado, esófago y colorrectal. Y son el 40% de todos los detectados en USA.
No se sabe bien porqué la obesidad promueve el cáncer, pero un factor potencial es la inflamación. Los estudios muestran que las células grasas arrojan al torrente sanguíneo una variedad de proteínas inflamatorias conocidas como citoquinas, que se ha descubierto que estimulan las células cancerosas.
Muchos científicos creen que este estado crónico de inflamación causado por las células grasas también es una de las razones por las que las personas con obesidad tienen tasas más altas de complicaciones por la Covid-19.
A menudo se piensa que las células grasas son inertes, que no hacen nada malo pero no es así, como vemos provocan inflamación y si esta se cronifica puede ayudar a la aparición de algún tipo de cáncer.
Para prevenir esta situación lo mejor es hacer una dieta basada en los alimentos de origen vegetal lo más frescos y variados posible y hacer ejercicio con regularidad.
Lo que os he resumido es un artículo del médico Rubén Roa que podéis leer entero si deseáis másw claves sobre este tema.
Si bien se mencionan otros recursos, dieta, ejercicios físicos, fármacos, la idea de bajar 50 kilos de peso corporal»mágicamente» con la cirugía es muy tentador. Y la asociación de obesidad con cáncer e inflamación debería mencionar la dieta, alimentos ultra procesados, que son los que llevan a todo el organismo a la inflamación y profundo des balance. La obesidad es un epifenómeno, pero no la causa de la mayor incidencia de cánceres. Por no hablar de lo que bebemos y respiramos. Saludos.
Se podría pensar en bajar de peso modificando hábitos alimenticios, más actividad física, si hubiera que corregir problemas metabólicos, diabetes, hipotiroidismo, dislipemias, etc. Me parece muy adecuado. Pero considerar a la cirugía como único recurso, es un gran error. Se relaciona el sobre peso con el cáncer, y rápidamente, se ofrece la cirugía como solución al problema. Y al temor a padecer un cáncer, sólo por tener sobre peso. Los pacientes tratados con cirugía vuelven a recuperar peso, sufren severos trastornos de alimentación, que no se corrigen con la cirugía. No parece una buena opción, salvo para los que la recomiendan, es decir , los cirujanos plásticos. Saludos.