Leqembi: El fármaco para el cerebro (Alzhéimer) que daña el cerebro
Lecanemab es un medicamento indicado en el tratamiento de la enfermedad de alzhéimer. Se comercializa con el nombre Leqembi.
Es uno de los tratamientos que más expectación ha generado en las últimas décadas… pero resulta que DAÑA EL CEREBRO DE LOS ENFERMOS (lo último que necesitan, ¿VERDAD?).
En concreto, como cuenta el diario El País, nada sospechoso de ser crítico con las farmacéuticas:
«El fármaco más prometedor contra el alzhéimer de las últimas décadas reduce el tamaño del cerebro de los pacientes sin que se sepa por qué ni qué efectos puede tener a largo plazo».
Uno de los primeros científicos en dar la voz de alarma ha sido el neurólogo de la Universidad de Melbourne (Australia) Scott Ayton en un estudio publicado en la revista Neurology.
Las «maravillas» del fármaco (como casi siempre «ciencia» convertida en marketing) contadas por sus fabricantes:
- Lecanemab detiene un 27% el deterioro cognitivo que produce la enfermedad.
- Un estudio clínico en fase III ha mostrado que lecanemab, desarrollado por las compañías biofarmacéuticas Biogen y Eisai, reduce la progresión del Alzheimer.
- Está aprobado por la Administración de Alimentación y Medicamentos de Estados Unidos (la FDA, por sus siglas en inglés).
Pero el citado científico ha hecho un llamamiento a seguir investigando sus peligrosos efectos secundarios, ya que las farmacéuticas implicadas en el desarrollo de lecanemab, se han negado a proporcionar más datos.
Y no es el primer caso de fracaso farmacéutico cuando se trata de esta delicada enfermedad, el alzhéimer. Hace un par de años la FDA aprobó otro fármaco contra el alzhéimer llamado aducanumab, que resultó un auténtico fiasco y que provocó la dimisión de tres de los expertos que lo examinaron.
¿Y quién estaba detrás del fallido aducanumab? Pues la misma farmacéutica norteamericana que ahora está impulsando el fármaco “encogecerebros”.
En mayo de 2023, Biogen anunció que abandonaba su comercialización de aducanumab debido a que resultó un FRACASO clínico y comercial. El fármaco puede producir efectos secundarios como inflamación y hemorragias cerebrales.
Conclusión: NO podemos fiarnos de los tejemanejes de la industria farmacéutica. Existen demasiados intereses en juego y su codicia es insaciable.
Un consejo a medio y largo plazo:
Para prevenir el alzhéimer, luchando contra el deterioro cognitivo, nada mejor que apostar por los flavonoides, unos antioxidantes increíblemente beneficiosos para la salud del cerebro. Y para saber qué alimentos los contienen… ¡solo tiene que fijarse en los colores de las frutas y las verduras!