ADAF: «Hemos denunciado a Sanidad por su inactividad ante los graves daños ocasionados por el fármaco Nolotil»
Cristina García del Campo es la creadora de la Asociación de Afectados por Fármacos (ADAF). Ella descubrió que el fármaco más vendido en España, y prohibido en muchos países, Nolotil, está matando y causando graves secuelas. La entrevisto con motivo de la denuncia que ha puesto a Sanidad por no actuar para proteger de este medicamento a la población.
-Saludos Cristina, ¿cómo conociste los graves problemas de salud que pueden provocar muchos fármacos?
Yo soy traductora médica y todo empezó cuando, traduciendo en un hospital para un paciente irlandés, este murió muy de repente debido a una infección espeluznante. Empecé a investigar y encontré muchos otros casos de británicos que habían sufrido los mismos, o similares, efectos y todos tenían una cosa en común: habían tomado Nolotil (metamizol).
Este medicamento les había bajado las defensas de tal forma que habían cogido infecciones que no podían combatir. Decidí crear la Asociación de Afectados por Fármacos (ADAF). A través de ella he ido recibiendo casos de afectados por ese y otros fármacos, todos recetados por médicos y de los más vendidos en España. Se trata de un problema muy muy serio del que creo que mucha gente no es consciente.
-¿Puedes poner algún ejemplo de esos daños que hayas conocido?
Tengo documentados cientos de casos de afectados por Nolotil (metamizol), incluyendo fallecimientos, amputaciones y secuelas de por vida.
Por otra parte, hace poco me contactó una psicóloga y orientadora de un instituto de Valencia porque se sentía muy preocupada por la cantidad de niños a los que se les está diagnosticando TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y se les prescribe ¡anfetaminas como fármaco estrella!
Hablé sobre este tema con un médico con el que a menudo trabajo y me dijo que hay muchos niños sobrediagnosticados y sobretratados y que esto es un problema muy grave de nuestra civilización.
Otra cosa que encuentro alarmante es que, últimamente, me están llegando casos de personas que se están viendo gravemente afectadas tras la ingesta de ansiolíticos y antidepresivos. Me cuentan que su vida está arruinada debido al aplanamiento emocional que ahora padecen; son incapaces de sentir ni de expresar emociones, no pueden llorar, no sienten placer por nada, sienten una apatía e indiferencia total por todo y su vida sexual ha quedado destrozada.
Todo esto destruye relaciones y vidas y, en muchos casos, sienten que les gustaría acabar con su vida. Impresiona que, en muchos casos, estos medicamentos se recetan como si fueran chuches, aunque no tengas depresión ni ansiedad.
Lo peor es que nuestro país ocupa la segunda posición mundial en el consumo lícito de estos medicamentos, por lo que la situación pinta realmente mal y es esencial que hagamos algo al respecto.
Por otra parte están las estatinas (las pastillas para el colesterol), que tienen efectos secundarios terribles y muchos médicos prácticamente te obligan a tomarlas o porque están mal aconsejados o por sus propios intereses.
-¿Cuál es desde tu punto de vista el origen de ese problema?
Para empezar, en muchos casos, los médicos carecen de suficiente formación con respecto a los medicamentos, o reciben dicha formación de fuentes con intereses.
Luego está que muchos médicos no tienen tiempo para examinar a los pacientes, por lo que les resulta más fácil recetar un calmante o un antidepresivo o ansiolítico para que el enfermo esté tranquilo y ya está.
A veces, no tienen ni tiempo de leer el historial del paciente y recetan medicamentos sin haber mirado información esencial en dicho historial.
Por una parte, hay pacientes que se sienten presionados por los galenos a tomarse medicamentos. Hay muchos médicos con intereses. Es esencial que los profesionales sanitarios reciban más formación con respecto a los medicamentos y que esta formación no venga de la industria farmacéutica.
Por otra parte, en ocasiones, el paciente es responsable de esta situación, ya que considera que un médico no es buen médico si no receta medicamentos, por lo que los doctores se sienten también presionados a recetar fármacos.
-¿Qué hacen las autoridades sanitarias para evitarlo?
La verdad es que no lo sé. Yo he notificado cientos de casos de daños por Nolotil a la Agencia de Medicamentos y me he puesto en contacto con ellos en numerosas ocasiones y, aparte de una Nota Informativa que emitieron hace 5 años y que deja mucho que desear, no han vuelto a hacer nada con respecto a mis peticiones.
No logro entender cómo pueden retirar un desodorante por riesgo de quistes en las axilas tras haber recibido 4 notificaciones y que no retiren un medicamento como el Nolotil (metamizol), que está prohibido en cerca de 40 países por causar agranulocitosis (que conlleva peligro de muerte).
Saben que dicho medicamento ha causado muertes, amputaciones y cientos de afectados con gravísimas secuelas. Y no solo es eso, es que este es el medicamento más vendido de España y durante la pandemia ¡lo incluyeron en la lista de medicamentos esenciales!
-¿Cuándo y con qué objetivo creaste la Asociación de Afectados por Fármacos (ADAF)?
Creé ADAF en noviembre 2018 con el objetivo de concienciar y hacer Justicia, empezando con casos Nolotil, pero con la idea de abarcar cualquier caso de afectados por fármacos. En ese momento, no conocía la gravedad de la situación con respecto a los productos sanitarios, sus efectos, la desinformación, los intereses de la industria farmacéutica, etc.
A pesar de todo lo que se publicó en los periódicos en aquel momento, no llegué a poner ninguna demanda. Según lo empezaba a poner en manos de un bufete de abogados, vi una falta de transparencia por parte de dicho despacho que me preocupó y decidí no seguir con ellos.
Después llegó la pandemia, falleció el Secretario de la Asociación y, bueno, tuve que formar un nuevo equipo y buscar otro bufete de abogados pero valió la pena porque ahora tengo el equipo adecuado. Se trata de un bufete llamado >, que está especializado en derecho sanitario y farmacéutico, reacciones adversas a medicamentos y negligencias médicas y tengo muchos proyectos que voy a llevar a cabo con ellos.
-Con ADAF estáis emprendiendo acciones legales como la denuncia que habéis hecho a Sanidad recientemente. ¿Puedes explicarnos en qué consiste esta denuncia? ¿Existen otras acciones legales en ciernes?
Se trata de una denuncia por lesión de derechos fundamentales. Hemos denunciado a Sanidad por su inactividad ante los graves daños ocasionados por el fármaco Nolotil. Tenían 20 días para contestarnos y no lo hicieron, para variar, así que ahora procederemos a emprender acciones legales contra Sanidad.
Se están vulnerando los derechos de los pacientes; no se les hace un reconocimiento antes de recetarles dicho fármaco; no se les informa debidamente; no se les hace un seguimiento; se les da en contra de su voluntad; cuando lo rechazan, hay médicos que se enfadan y se niegan a darles otro medicamento, es decir, se presiona y se penaliza a los pacientes.
Sanidad conoce todo esto y se niega a hacer nada al respecto, así que lo llevaremos a los Tribunales y a donde haga falta. Además, estamos preparando una demanda colectiva contra Boehringer Ingelheim, fabricante del Nolotil.