El Tribunal Constitucional revisará el «Dosier Agreal», un informe confidencial del fabricante del fármaco que demuestra que ocultó sus daños
El > ha presentado un recurso ante el Tribunal Constitucional para defender los derechos fundamentales de un grupo de mujeres afectadas por el fármaco Agreal (un medicamento neuroléptico que se prescribió a mujeres sanas para combatir los efectos de la menopausia).
Recurren así una sentencia del Tribunal Supremo que dice que el caso está prescrito. La fiscalía no ve prescripción y, además, pidió la condena del laboratorio fabricante del medicamento, Sanofi, por lesión de derechos fundamentales de las afectadas.
Al considerarse «prescrito» nunca se ha podido llegar al fondo del asunto desde que en 2005 el Agreal fuera retirado del mercado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) por los gravísimos problemas neurológicos y psiquiátricos que causó a miles de mujeres.
La clave del caso está en el denominado «Dosier confidencial de Agreal«.
Este es un documento científico propiedad del grupo Sanofi que fue desvelado en el año 2013 mediante la publicación de un libro en el que se analizaba el contenido del mismo.
El libro fue el resultado de una investigación que llevó a cabo el prestigioso médico forense Antonio Piga y la profesora de legislación farmacéutica Teresa Alfonso, ambos del departamento de medicinal legal y forense de la Universidad de Alcalá de Henares.
Francisca Gil, presidenta de la Asociación Agreal Luchadoras, consiguió este documento de manos del Defensor del Pueblo Europeo en 2011. A partir de la publicación del libro (año 2013), un grupo de afectadas por Agreal contactan con el >.
El abogado Francisco Almodóvar solicita entonces, en representación de siete clientas, el Dosier Agreal a la Agencia Europea del Medicamento (EMA). La EMA se lo envía en su integridad en 2014. Después siete luchadoras de Agreal aportan a un juzgado de Valencia por primera vez el «Dosier Agreal» en el año 2015, contrastado con sus historiales médicos y exploraciones físicas.
Consiguen así un diagnóstico diferencial y etiológico (de procedencia de sus síndromes psiquiátricos y neurológicos) donde se atribuye el consumo prolongado de Agreal (más de tres meses) a la aparición y cronicidad de su patología denominada «Síndrome por Agreal por consumo prolongado de neuroléptico».
El diagnóstico lo realizó el Dr. Piga en 2014, acreditado por la Unión Europea y diferentes organismos internacionales. Así, en 2005 el Agreal fue suspendido de comercialización en España y más tarde, en 2007, lo suspende la UE, tras recibir de Sanofi el «Dosier Agreal».
Las siete mujeres denunciaron en 2006 por lo penal a la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios y al laboratorio Sanofi. El proceso duró hasta 2009. Los jueces interpretaron que no había explicación biológica de causalidad entre sus síndromes y el consumo prolongado de Agreal.
Esos magistrados se apoyaron en un informe ficticio que elaboraron varias sociedades médicas y farmacéuticas para la Agencia del Medicamento y el laboratorio y así eximirse de responsabilidad.
El «Dosier Agreal», una vez desvelado (9 pdfs en inglés de más 400 hojas, con datos bioestadísticos, farmacéuticos, médicos, toxicológicos, tablas, etc.) tarda en estudiarse y es válido como prueba cuando se desvela.
En 2015 por primera vez en el mundo se utiliza como prueba el «Dosier Agreal», que Sanofi lo considera como CONFIDENCIAL desde que lo elaboró entre 2006 y 2007.
Antes, numerosas mujeres en España no podían probar la relación de causalidad entre sus síndromes y el consumo prolongado de Agreal. Los jueces y los médicos habían sido engañados por la AEMPS y por Sanofi, en conjunto estratégico de defensa que, a día de hoy, mantienen el fraude.
Los peritos y la defensa legal de la AEMPS y de Sanofi han ocultado en los juicios el «Dosier Agreal», el cual desvela en información proporcionada por la propia Sanofi que Agreal puede ocasionar las reacciones adversas de tipo psiquiátrico y neurológico, a la vez, si se consume durante más de tres meses. Algunas mujeres lo tomaron durante años. Esto fue negado siempre en juzgados. Ahora se desvela y descubre la información.
El poder judicial (primera instancia, segunda y Tribunal Supremo), dice que el caso está prescrito porque las mujeres deberían haber demandado por lo civil en 2005 (dice primera instancia), en 2007 (dice segunda instancia) y en 2011 (dice el alto tribunal español), pues es cuando Francisca recibe el «Dosier Agreal». Pero claro, Francisca no es experta en medicina y farmacia legal y forense, en toxicología, en farmacología, en inglés…
Las afectadas recurren ahora al Tribunal Constitucional para pedir Justicia y defender los derechos fundamentales de las mujeres que siguen luchando a pesar de la estafa y el daño al que están siendo sometidas a día de hoy.
La ley de defensa de consumidores y usuarios dice que el plazo de prescripción para reclamar responsabilidad civil al laboratorio es de tres años desde que se conoce al autor del daño. En España nunca se reconoció el Síndrome por Agreal. Se ocultó el Dosier y se impide, a día de hoy, su uso por parte de la AEMPS y del laboratorio.
El Caso Agreal es paradigmático del fraude científico farmacéutico mantenido en el tiempo.
Ellas pueden probar, al 100%, con información elaborada por el propio laboratorio, ocultada todo este tiempo, que Sanofi era el culpable y responsable. Y que lo sabía desde el inicio pues recogía casos de daños iguales a los que ellas sufren.