El consumo de fármacos está disparado y es necesario dejar de medicarse tanto
Hace unos días comentábamos los daños que provocan algunos grupos de medicamentos, como las benzodiacepinas, los llamados tranquilizantes. Con el consumo prolongado de estos se tiene un riesgo dos veces mayor de caída y fractura (cadera, muñeca).
Leo ahora un buen reportaje con el contundente título de España necesita dejar de medicarse. Y en él se ofrece un dato bastante sorprendente: cada día se producen en España diez fallecimientos por caídas accidentales, en algunos casos vinculadas a la toma de benzodiazepinas. Por lo visto, las caídas son la segunda causa de muerte no natural en nuestro país.
Y estamos tomando esos tranquilizantes como si fueran chuches. Se consumen, de manera legal, 110 dosis diarias de este tipo de fármacos por cada 1.000 habitantes. Es decir, alrededor del 10% de la población los toma de modo habitual. En Alemania, solo consumen 0,04 dosis al día.
El grupo de las benzodiacepinas se receta mucho y se usan mal pues no se deberían utilizar durante más de seis semanas, pero numerosas personas las ingieren durante meses y años…
No es un caso aislado, como documenta el texto mencionado más arriba. En apenas una década, el número de pacientes con prescripción simultánea de cinco o más medicamentos se triplicó, y los que tomaban 10 o más se multiplicaron por 10.
Por franjas de edad, en 2015, más del 28% de los mayores de 64 años estaban polimedicados. Pero la realidad puede ser peor pues ese dato infraestima el consumo verdadero ya que no incluye el uso hospitalario de fármacos, tan abundante, ni la automedicación, a la que somos tan dados en nuestro país.
Ahora se está haciendo ese trabajo para los años 2019, 2020 y 2021, pero la tendencia es al alza. Y luego está el tema económico pues el gasto por habitante en fármacos ha subido un 26% desde 2014, hasta los 275 euros anuales. Y la cosa va a más, en julio de este año, las administraciones gastaron en recetas un total de 1.121 millones. Con este desaguisado solo ganan los mismos de siempre, adivinad quienes.
Como conclusión, y es algo en lo que insiste mucho el abogado del , Francisco Almodóvar, hay sobreuso de medicamentos y existe falta de vigilancia, de farmacovigilancia, por parte de las autoridades sanitarias.
Y existen numerosos errores de diagnóstico y faltan más profesionales sanitarios (pero que tengan otros enfoques más integrales y preventivos). Al final, cuando en consulta no se tiene el tiempo suficiente para atendernos, la pastilla es lo más barato y el farmacoseguimiento es de mínimos, nos recetan cosas que luego no se vigila bien qué uso le damos.
La iatrogenia, los daños provocados por los medicamentos y, en general, los sistemas sanitarios, está servida.