Ozempic, el fármaco (mal)usado para adelgazar que cambia los hábitos de compra y que puede causar suicidio
Walmart, la cadena estadounidense de hipermercados con 10.500 tiendas, tras analizar las cestas de sus clientes, ha concluido que quienes usan Ozempic o Wegovy acaban comprando menos comida.
¿Influyen los medicamentos que se consumen para la pérdida de peso en la compra de alimentos?
Pues parece ser que sí y las firmas dedicadas a producir bebidas azucaradas y aperitivos están preocupadas (por sus beneficios no por la salud pública, claro).
Walmart lo ha tenido fácil para conocer esta tendencia pues vende los fármacos y los alimentos (además de otras muchas cosas). Lo que ha hecho es cotejar los datos de compra en alimentación de quienes también adquieren estos fármacos y quienes no lo hacen.
Desde consultoras como Morgan Stanley calculan que a lo largo de la próxima década el 7% de la población estadounidense podría estar ingiriendo fármacos para la obesidad. Los fabricantes de comida rica en grasas o azúcares se preocupan porque quienes recurren a los medicamentos probablemente consumirán un 20% menos de calorías.
Pero más allá de los datos macroeconómicos de lo que deberíamos preocuparnos es de los problemas de salud de quienes tomen estos medicamentos. Ozempic fue aprobado en 2017 por la agencia de fármacos de Estados Unidos, la FDA, para tratar la diabetes tipo 2. NO para adelgazar.
En cambio, con posterioridad se aprobó Wegovy para ayudar a las personas a adelgazar y
mantener su peso bajo control. Y cabe preguntarse, como hicimos hace unos meses: ¿Un fármaco para la diabetes como Ozempic que puede causar suicidio?
Pues sí, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) ha abierto una investigación sobre los medicamentos producidos por la empresa danesa Novo Nordisk que se usan para bajar de peso, y cuyos principios activos son semaglutida y liraglutida: Ozempic y también otro llamado Saxenda.
Esto salpica también a Wegovy pues, aunque su indicación es la correcta, tiene el mismo principio activo que Ozempic.
El regulador de tratamientos médicos de Islandia ha advertido de varias notificaciones de intentos de suicido y autolesiones tras su consumo. En la Unión Europea no se contempla ni en la ficha técnica ni en el prospecto esta advertencia. Es un efecto secundario nuevo y por eso saltan las alarmas.
Estos fármacos pueden suponer un peligro para la salud pública porque, como vemos, se ha extendido su utilización de tal modo que hay muchas personas que los usan sin receta médica con el riesgo que ello conlleva.
Hace años que se sospechaba de estas, y otras muchas reacciones adversas provocadas por estos productos:
Graves efectos secundarios de las nuevas píldoras para controlar el peso.
Además, el regulador europeo planteó ya una alerta de seguridad por cáncer de tiroides en varios de los productos de Novo que contienen semaglutida.
Por último, su eficacia para la pérdida de peso es muy controvertida:
Tres de cada cinco personas perdieron el 5% o más de su peso corporal al inicio y al año del tratamiento perdieron un 6% adicional, según el director médico de Novo en España.
Parece que estos fármacos ofrecen muchos riesgos para tan pocos beneficios.