Síndrome aerotóxico: la enfermedad de la tripulación y los viajeros en avión
Volar con cierta frecuencia puede ser malo para la salud, tanto la de la tripulación (sobre todo) como la de los viajeros. La clave está en la cabina y sus múltiples contaminantes, y ello puede provocar el llamado Síndrome aerotóxico.
Pero, ¿qué es el Síndrome aerotóxico?
Es una patología crónica sistémica e inflamatoria compuesta por un conjunto de síntomas respiratorios y neurológicos que tienen su origen en el contacto frecuente con los tóxicos presentes en el aire de las cabinas de los aviones comerciales”.
Mariano Bueno, médico especializado en medicina biológica.
Aunque se han registrado casos desde 1999, se trata de una enfermedad poco conocida, pero con cada vez más afectados, que requiere de conocimientos especializados para su diagnóstico y tratamiento.
Y es que el aire en la cabina de un avión se suministra mediante aire comprimido purgado desde los motores del aparato, y muchos miembros de tripulaciones, así como pasajeros, denuncian que han enfermado por las sustancias tóxicas que pueden entrar en el suministro de aire.
En ese aire viciado se pueden encontrar tricresil fosfatos (TCP) y PBDEs que son sustancias químicas usadas como retardantes de llama.
Además, los insecticidas, que según la regulación actual deben ser aplicados en la cabina del avión después del aterrizaje en determinados vuelos, son una fuente adicional de esta contaminación. Las sustancias desprendidas al calentarse los revestimientos de plástico de la cabina del avión también son contaminantes y no hay que subestimar las bacterias y virus que se ocultan tras los paneles”.
M. Bueno.
Y ¿cuántas personas podrían estar padeciéndolo? No hay muchos datos publicados sobre este problema, pero la Agencia Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) ofreció recientemente un registro de 323 casos en un año. Esto nos puede dar una idea del número de expuestos a nivel mundial.
Las personas afectadas son, principalmente, personal de vuelo de cualquier línea aérea (técnicos de mantenimiento, personal auxiliar de vuelo y pilotos).
Y viajeros frecuentes que realizan al menos dos vuelos semanales.
De manera ocasional también personas vulnerables que viajan en avión como enfermos con patologías crónicas graves, mujeres embarazadas o niños.
¿Cómo se detecta este síndrome? Bueno, los síntomas agudos habituales son de tipo neurológico: dolores de cabeza, dificultad para memorizar o concentrarse, mareos o sensación de vértigo, convulsiones, temblores, ataques de pánico…
A estos síntomas a veces se suman los de tipo respiratorio como tos, picor de garganta, dificultad para respirar, hemorragia nasal, etc. También aparecen a veces trastornos gastrointestinales, como náuseas, vómitos o diarreas. Y pueden sarse dolores musculares, picor cutáneo, aumento repentino de la tensión arterial o fatiga.
Hemos hablado con un buen amigo como es Mitoa Edjang Campos, piloto, que nos ha contado que hay una gran cantidad de tripulación afectada sobre todo de cánceres y problemas pulmonares y que depende del modelo de avión en el que vuelen, de sus motores. En el Reino Unido llevan años trabajando en el estudio de este síndrome, tan desconocido en España.
La hija de amiga está ingresada sin saber lo que tiene. Todo lo vomita. Pero le han buscado cáncer y tema neuronal y no lo encuentran. Le pincharon gardasil hace meses. Y sospecho puede haber recibido también la segunda después. El gardasil solo tiene efectos neuronales y de movilidad o también variados? Como sugerir a sus médicos que busquen si fue por ese compuesto para que accedan? Sabéis de algún caso así? Yo le animé también a que pida la búsqueda exhaustiva de celiaquia.
Gracias