Querella contra Burger King por la intoxicación que provoca la fosa séptica de uno de sus locales
Margarita Girona, vecina del tristemente famoso edificio María Cristina de Toledo, ha presentado una querella (a través del >) contra Burger King y POFE S.L. por someterla a una exposición continua de aire y ambiente contaminante procedente de emanaciones tóxicas de aguas fecales de esos locales.
Margarita es enferma de Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y sus padecimientos se agravan por el aire que respira. Síntomas como agotamiento, hipoxia, insomnio e hipersomnia diurna, dolores musculares, mareos, niebla mental, problemas inmunológicos, digestivos, etc., son constantes en su vida, sobre todo en las épocas en que los olores se intensifican.
Los hechos se remontan a mayo de 2019, cuando ambas empresas firman un contrato de arrendamiento del local en el que se instala Burger King. Este incluye la utilización de una fosa séptica o pozo negro común que es la fuente principal de emanaciones de productos y gases tóxicos. Este pozo actualmente recoge la actividad de los aseos y cocina del Burger King.
Las dos empresas querelladas no han permitido, hasta el día de hoy, a ningún vecino entrar en la fosa para que técnicos, contratados por los vecinos, realicen un informe profesional sobre la fosa, donde se pongan las herramientas necesarias para solucionar el problema.
Los burofaxes demuestran la dejadez, desidia y barreras que ambas empresas ponen a esas personas para solucionar el asunto. Los vecinos, a pesar de que la fosa es un elemento común, no tienen acceso a la dependencia, que está cerrada con llave.
Así, con la intención de seguir acreditando los malos olores y gases tóxicos, pues no son visibles, y conocer el alcance real del problema, encargaron un informe pericial a un laboratorio independiente el pasado verano.
Los resultados son contundentes y la presencia de gases muy tóxicos en los pisos colindantes en diferentes portales del edificio es notoria y se acredita en este estudio.
Todo ello, según los médicos, han provocado que Girona (en la foto) presente en la actualidad
una sintomatología muy severa, que no solamente no cede, sino que por el contrario aumenta cada día, debido a que continúa con la exposición a gases muy tóxicos“.
Los médicos de la querellante llegan a decir que la situación es “extremadamente grave con reacciones imprevisibles y consecuencias que pueden llegar a ser muy severas e incluso fatales“.
Han sido numerosas las quejas al Ayuntamiento de Toledo, a POFE, S.L. y a Burger King. Estas protestas incluso motivaron la intervención de la patrulla verde de la Policía Local de Toledo… pero el problema continúa, y ahora será la Justicia la que tenga que decidir si, como denuncian los vecinos, existe un delito contra el medioambiente que provoca lesiones.