Los fabricantes de vacunas continúan alimentando el miedo a epidemias inexistentes
Los laboratorios fabricantes de vacunas para las enfermedades «de moda» -las que ellos ponen de moda- siguen agitando el panorama epidémico mediante el miedo. Bueno, el miedo y los eventos que organizan con «sus» médicos promotores de sus productos.
En el diario iSanidad podemos leer el siguiente titular:
Y es que sí, siguen con el rollo de la «tripledemia» cuando hace tiempo que dejó de existir o al menos empezó a declinar. Ese concepto, tras el cual «se explican» las tres epidemias invernales (gripe, Covid y VRS), y que este año «se ha evitado -literalmente en ese medio de comunicación- en España gracias, en gran parte, a la incorporación de una vacuna frente a esta última para población pediátrica y mayores de 60 años».
Lo paradójico del tema, por escribirlo fino, es que esa vacuna a la que alude la noticia es una de Pfizer, RSVpreF, contra el virus respiratorio sincitial (VRS), que en marzo del año pasado iba a ser revisada por el procedimiento acelerado (¿recordáis que eso es lo que hicieron con la vacuna Covid por las prisas que había con la pandemia de Covid-19?).
Así salió el experimento, la historia se repite, pero en esta ocasión ni siquiera hay tripledemia. Bien, pues esa prensa dice que esta vacuna ha sido clave en la «epidemia» de VRS cuando el verano pasado aún estaba pendiente que la Comisión Europea la aprobase.
El caso es que ahora la farmacéutica MSD está organizando un curso para promocionar las vacunas de la tripledemia y ya de paso la del papiloma ¡para niños! y la del rotavirus que ella fabrica. Este es un producto que como hemos publicado: Sanidad impone… contra sus propias recomendaciones, las oficiales.
Los fabricantes de vacunas están desatados tras la pandemia de Covid-19. Han hecho el negocio sanitario más grande la historia humana y quieren más:
2023 ha sido un ‘año extraordinariamente bueno’ en el plano de las vacunas para el presidente de la Asociación Española de Vacunología».
Jaime Pérez
Lo dice todo el comentario, dicha Asociación tiene muchos lazos económicos con los fabricantes de vacunas a través de sus miembros.
Claro, en estos saraos industriales, también podemos ver a Federico Martinón, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Clínico Universitario de Santiago, que destaca el papel “importante” de la Inteligencia Artificial en la investigación de vacunas.
Este pediatra se ha publicado que ha recibido de las compañías farmacéuticas 283.573 euros, en dos años (Pfizer, GSK, Sanofi o AstraZeneca). El hombre pone como ejemplo a la IA por su contribución para dar “tiempos tan rápidos de respuesta” en la búsqueda de vacunas durante la pandemia.
Claro, usaron una inteligencia tan artificial que batieron récord de notificación de muertes y graves daños por esas vacunas Covid. Muy inteligente. Dice también que ahí está ChatGPT, con un rol que «podría servir para desmontar bulos respecto a las vacunas».