Sanidad obvia a los afectados por las vacunas Covid: «Se vacunaron voluntariamente», dice
El Ministerio de Sanidad español está dejando tiradas a las víctimas de las vacunas Covid. La excusa que pone es realmente paradójica: Que esas inmunizaciones se hicieron de manera voluntaria. Y escribo paradójica porque desde el principio esas vacunas se consideraron esenciales, efectivas, seguras, y se transmitió la sensación de que poco menos que eran obligatorias.
Claro, lo que está en juego es la responsabilidad de la Administración, toda vez que, como ya ocurrió durante la no pandemia de gripe A de 2009-10, los contratos que se firmaron con los diferentes vendedores de estas vacunas especifican que si hay reclamaciones legales serán los gobiernos quienes las asuman.
No puede ser más contradictoria la cosa porque resulta que en este caso de un joven que padeció miocarditis grave tras vacunarse con el producto de Moderna, hay incluso un dictamen específico de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) que certifica, por primera vez, la relación de causalidad entre la inyección de la vacuna Spikevax-covid 19 y ese padecimiento.
Pero hay más, y es que en su respuesta Sanidad dice: «El ciudadano que recibe voluntariamente una asistencia sanitaria debe asumir los efectos adversos derivados de la misma si prestó su consentimiento informado (…).
Dado que la posibilidad de que se produjese el daño del que deriva la reclamación había sido divulgada por la Aemps cuando se le administró la vacuna y que dicha vacuna fue recibida voluntariamente, el daño aducido no puede ser considerado antijurídico y, en consecuencia, no puede imputarse responsabilidad patrimonial a las administraciones públicas a raíz de esta reclamación».
Yo desconozco si en este caso el demandante firmó tal consentimiento, pero sí sé que la gran mayoría de personas que se vacunan y más en mitad de una pandemia NO reciben un consentimiento informado para su lectura y posterior firma.
El llamado consentimiento informado, para quien no lo sepa, es un documento que explica lo pros y contras de recibir un servicio sanitario. Y sirve, entre otras cosas, para eximir de responsabilidad legal al equipo médico que lo ofrece.
Pero ya digo, en el tema vacunas, por lo general, se omite ese paso antes de proceder a la vacunación.
Esa información que se da por escrito es el procedimiento que permite respetar la libertad de las personas enfermas para decidir sobre su cuerpo, su salud y su vida, permitiéndoles así asumir sus propias responsabilidades en la toma de decisiones sanitarias
Yo no sé si estas autoridades sanitarias miden bien las consecuencias de sus decisiones. Lo escribo porque ¿qué creen que hará la ciudadanía en la próxima pandemia cuando le ofrezcan vacunas que por haberse desarrollado a toda velocidad baten todos los récords de muertes y daños?
¿Es inteligente animar y animar a la población a vacunarse y luego cuando se producen los daños (todos los fármacos ofrecen riesgos) dejar tiradas a las personas?