Al psiquiátrico por padecer Sensibilidad Química Múltiple (SQM)

Me escribe una seguidora de este blog, J.H., que padece Sensibilidad Química Múltiple (SQM). Hace un año entraron tóxicos de sus vecinos en su casa y tuvo una fuerte intoxicación que no pudo controlar sola y pidió ayuda.

Como ella misma cuenta:

La ambulancia me llevó a un hospital público de Barcelona. No podía levantar la voz ni ponerme nerviosa porque tenía una crisis cardiorespiratoria, tengo asma y esa semana iba a tener pruebas en la unidad de función pulmonar de ese mismo hospital solicitadas por mi neumóloga.

En triaje me mandaron directamente a Psiquiatría sin examinarme ni mirar mi historial con informes de los toxicólogos del Clínico, internista del Clínico, internista de Valle Hebrón. Me encerraron en un zulo sin WC ni ventana o aire durante tres días, no me dejaban orinar o beber cuando lo necesitaba».

J.H.

A continuación, fue incomunicada en el psiquiátrico tomando fármacos que pueden destruir el colágeno, a pesar de saber los galenos que ella nació con colagenopatía congénita.

¿Cuál fue el resultado? Pues una condromalacia en fase 2/3. En fase 3/4 se ponen prótesis, con alergia a metales e intolerancia química. Su historia me ha conmovido.

Hace mucho que no escribo sobre la SQM y las mal llamadas «enfermedades ambientales» (no son ambientales, son industriales pues son producto de la industrialización y el uso tan extendido de productos químicos tóxicos en todos los ámbitos).

Esta mujer me pide una información que ni ella ni yo encontramos, por si alguien puede ayudarnos, ya que -me dice- a su abogado le será útil. Me habla del caso de una persona que padecía también SQM y fue «asesinada en un psiquiátrico» de Austria hace algunos años.

Ella ha hecho mil búsquedas y preguntado a una asociación de Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), otra enfermedad industrial, austríaca. Los artículos de periódico que leía para seguir el caso misteriosamente parecen haber desaparecido de internet. Fue un caso sonado.

Al parecer, la madre no logró sacarla del psiquiátrico y tenía que llevarle comida porque las enfermeras le decían que la chica no toleraba la comida del psiquiátrico (ni los psicofármacos).

Durante su «cómoda» instancia en tan lúgubre sitio, J.H., también tuvo vómitos biliares, síntomas parkinsonianos, distensión abdominal, dificultad para ponerse de pie, dificultad para pronunciar palabras, vértigo extremo, pérdida de visión por los fármacos haloperidol y aripiprazol.

También me cancelaron mis pruebas de función pulmonar y dijeron que ya iría al médico cuando me soltaran. Al principio indicaron que sería al menos seis meses o tal vez varios años. Estuve dos semanas porque hice un «papel de Hollywood».

Dos de mis internistas estuvieron llamando al psiquiátrico para decir que mi cuadro médico no es una alucinación pero los psiquiatras dijeron que estos expertos, con reconocimiento internacional, son unos analfabetos mentirosos.

J.H.

Lo de asociar una enfermedad física, biológica, como es la SQM y las demás enfermedades industriales con lo psíquico viene de largo. Estos días estrenamos la cuarta renovación estética de este blog, y fijaros de qué fecha data esta información: Locas por estar contaminadas con químicos. De 2008.

A lo largo de la historia, y seguimos repitiendo los mismos errores como puede comprobarse, cuando no se sabía qué enfermedad podía tener una persona, se utilizaba el calificativo de loca.

Yo también creo con J.H. que la Justicia puede ayudar y conseguir entre otras cosas la restructuración del historial médico de la persona. Y es que como cuenta ella: «Un amigo que padece la enfermedad entró a Urgencias con doble embolia pulmonar y lo iban a encerrar en Psiquiatría, pero por suerte otro profesional decidió atenderlo salvándole la vida, en otra comunidad autónoma».

Y hay más casos: «Una amiga fue a Urgencias en el mismo hospital de Barcelona en donde me llevaron a mí, no le atendieron la hemorragia interna y por los trombos que sufrió está en silla de ruedas tomando Sintrom de por vida».

J.H. asegura que conoce «otros casos feos en el mismo hospital, en donde también se niegan a seguir el protocolo específico para tratar a pacientes de SQM. Un médico que conoce la SQM le dijo a mi abogado que los afectados ‘no deben ir de Urgencias a ese hospital’«.

Así está el patio para los enfermos de afecciones provocadas por la industrialización, y nuestro particular estilo de vida tóxico (en su versión no elegida). La SQM NO es un problema mental.