El uso médico de la droga fentanilo no para de crecer en España pese a las advertencias
Tras la gran crisis de crisis de salud pública relacionada con el fentanilo, un potente opioide sintético que cada año causa 70.000 muertes en Estados Unidos, nos hemos preguntado si España puede tener una situación si no igual sí algo similar. Desde Sanidad se han apresurado a decir que no, que no existe el mismo problema, y es evidente que es así, pero hay algunas señales preocupantes.
Las evidencias disponibles permiten augurar que España no sufrirá en el futuro próximo una crisis similar, explican las autoridades sanitarias. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por Episteme Social, entidad especializada en investigaciones sociales, financiado por el Ministerio de Sanidad.
Es el primer estudio de estas características realizado en España sobre la potencial amenaza que el fentanilo supone para el país, indica El País. Las razones van desde la situación de la producción mundial, pasando por la casi nula demanda en España de esta droga, a la protección que ofrece, por lo general, nuestro sistema sanitario que no es un coladero para esta droga, como sí ocurre en Estados Unidos.
Claro, lo paradójico es que mientras que Sanidad ve el vaso medio lleno, otras entidades no lo tienen tan claro. Resulta que España se ha convertido en el tercer país del mundo donde se consume más fentanilo con fines médicos del mundo, sólo por detrás de Alemania y Estados Unidos. Así lo refleja el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
Y otro dato: La última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (EDADES) que publicó el Ministerio de Sanidad recoge que el fentanilo se ha convertido en el tercer analgésico opioide más consumido del país. En tan sólo cuatro años, su uso ha crecido de forma llamativa, pasando del 1,9% del año 2018 al 14% registrado en 2022. Es decir, hay datos que nos están hablando de una posible problema latente, fantasma, que aún no ha explotado.
Fentanilo en España
Actualmente, el fentanilo se encuentra comercializado en España en diversas formas farmacéuticas para diferentes vías de administración y para el tratamiento tanto del dolor basal (parches transdérmicos) como del dolor irruptivo (resto de formas farmacéuticas), en un total de 115 presentaciones. La tabla muestra un resumen de los distintos medicamentos con fentanilo comercializados en la actualidad.
En febrero de 2018, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publicó una nota informativa sobre la importancia de respetar las condiciones de uso autorizadas para los medicamentos de liberación inmediata de fentanilo.
Esta nota aparece como consecuencia del aumento del consumo global de fentanilo en España que ya presagiaba los datos que hemos aportado con anterioridad: Durante los años 2008-2015, el consumo de estos era en 2008 de 7,25 DHD (dosis diarias definidas por 1.000 habitantes y día), pasando en 2015 a ser de 13,1 DHD.
Es decir, el consumo de fentanilo no para de crecer en España y eso se sabe desde hace años. Y en 2018 murieron 611 personas debido al abuso de fentanilo en España. El peligro del fentanilo no está tanto en el fármaco mismo, sino en cómo se usa éste y en cómo lo controlan los profesionales sanitarios. Hace unos meses entrevisté para mi canal de tv a una mujer adicta al fentanilo y cuya vida está destrozada por el mismo.
No es un caso como los de Estados Unidos, de consumidores del mercado ilegal, tirados por las calles como zombies, no. Lo toma desde hace cinco años, recetado por sus médicos, junto con antidepresivos y benzodiacepinas. Un enganche del que no consigue salir:
Es fundamental pues la correcta formación de los médicos que han de recetarlo. Así, como saber detectar en los pacientes, mediante escalas, el riesgo de abuso de opioides que presentan y que podrían provocar la adicción.
Algunos de estos factores de riesgo son: la asociación de opioides con benzodiazepinas; antecedentes de abuso o psiquiátricos; edad, especialmente jóvenes; abuso del alcohol y los problemas sociales e individuales del paciente.
Por último, y ya saliéndonos un poco del tema del fentanilo, es interesante lo que se apunta en el reportaje de El País:
La evolución de los nitazenos y otras sustancias como la xilacina, un potente sedante de uso veterinario que también ha sido detectado en los circuitos de tráfico de drogas”.
Joan Ramon Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Habrá que estar atentos también a estas sustancias peligrosas.