Ántrax: En España está controlada la situación, apenas hay casos ni brotes
Convivimos con todo tipo de bacterias, hongos y virus, es normal (e incluso bueno, microbiota manda), aunque durante las últimas décadas el miedo que les tenemos, también normal, haya sido aprovechado por eso que podría llamarse el complejo farmasanitario. El otro día leí una noticia sobre el ántrax en España.
El carbunco o ántrax es una zoonosis, una enfermedad o infección que se transmite de los animales a los seres humanos, causada en este caso por la bacteria Bacillus anthracis. Aunque es una enfermedad propia de herbívoros (fundamentalmente rumiantes). Los seres humanos, por tanto, podemos ser hospedadores accidentales de la misma.
Cuenta esa información que durante el año 2023 se notificó únicamente un caso de carbunco en nuestro país, en Teruel; una mujer de 32 años, ganadera en contacto con animales de granja.
Es decir, el ántrax está casi desaparecido en España, la tasa de notificación de la enfermedad es menor a 0,01, y no se han notificado brotes en el año 2023. Desde el 2015 el número de casos notificados es menor a 4 al año.
También es cierto que no todos los casos se notifican, imagino que en este ámbito sucede como con los daños provocados por medicamentos, que apenas el 2% se notifican a las autoridades sanitarias, con lo que es casi imposible conocer la realidad de esos efecto secundarios.
La Comunidad con más casos es la que más ganadería tiene, Extremadura. En 2021 un brote, el único habido, implicó 5 casos. En España no se han registrado muertes por esta enfermedad en los últimos años.
Ántrax en Europa
En nuestro país todo está controlado al respecto. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estuvo avisando en diciembre de 2023 de un alto riesgo de expansión del brote de ántrax declarado en Zambia. Fueron confirmadas al menos cuatro muertes y 684 casos sospechosos.
Existía, siempre según la OMS, un riesgo «considerablemente alto» de que traspase fronteras dado el frecuente desplazamiento de animales y personas. No fue así o nos hubiéramos enterado pero bien, sabida es la moda de airear globalmente el miedo a cualquier epidemia.
Bueno es saber que en España existe un control pues los casos en humanos han aumentado hasta cifras nunca antes vistas en ese estado africano.
Y eso quiere decir que dados los flujos globales de personas que existen hoy, siempre puede ocurrir que la enfermedad «llegue» (ya hemos dicho que en realidad ya está con nosotros).
Cartas con ántrax el 11-S
El miedo a diferentes epidemias o pandemias que amenazaban la salud de la Humanidad ha ido quedando en prácticamente un susto. ¿Qué ocurrió con el denominado mal de la vacas locas? ¿Cuántas personas fallecieron realmente por la gripe aviar cuando la Organización Mundial de la Salud especulaba con 150.000.000 de personas muertas? ¿Qué sucedió con la gripe A? Algún día también sabremos la verdad sobre la Covid-19…
¿Os acordáis del pánico desatado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos ante la posibilidad de «ataques terroristas» con ántrax?
Durante las semanas posteriores, por todo el mundo se extendió el temor ante la posibilidad de nuevas agresiones que esta vez tendrían como protagonista a la bacteria del ántrax, que también es conocida como arma biológica. La muerte de tres personas durante el mes de octubre ayudó a alimentar el terror global.
En un momento crítico para la humanidad, los ejecutivos de Bayer volvieron a frotarse las manos. La multinacional germana poseía en esos días la patente del antibiótico Ciprobay, el más efectivo contra el ántrax.
El Gobierno de EE.UU. necesitaba 1.200 millones de pastillas pero Bayer sólo podía fabricar 60 millones cada mes. Ante las prisas de las distintas administraciones, el Gobierno de Canadá y el Partido Demócrata estadounidense propusieron obviar la patente de Bayer y encargar a otros laboratorios que produjeran un genérico de Ciprobay. Bayer amenazó con demandar al Ejecutivo canadiense y en este particular tira y afloja tuvo que rebajar el precio de la caja de Ciprobay de 330 € las 60 dosis a 90 €.
Así que hemos de estar tranquilos que no pasa nada con el ántrax, pero seamos conscientes en época de no pandemia de que en cualquier momento salta la alerta (falsa o no, interesada o no). Y eso es lo que me inspiró leer la noticia de arriba.