Se dispara el consumo de fármacos ansiolíticos y antidepresivos
Siempre se ha dicho que España es un país de buena salud, pero si nos fijamos en la ingente cantidad de medicamentos que consumimos, parece que estamos un poco sobrecargados o sobremedicados. Actualmente, somos el sexto país en el mundo en cuanto a consumo de fármacos.
Y la automedicación va en aumento, sobre todo en lo relativo a analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos. Vamos que tomamos fármacos como si fueran chuches.
En un giro curioso, la industria farmacéutica se ha convertido en la tercera fuerza exportadora de España, con un aumento del 53% en ventas internacionales. De hecho, los medicamentos son el tercer producto más exportado en 2023, justo detrás de coches y combustibles.
Mirando los números más de cerca, de 2023 a 2024, el gasto en medicamentos pasó de 12.593 millones a 13.121 millones de euros; un incremento de 528 millones.
Los fármacos más vendidos
Pese a que hay medicamentos que se consumen durante todo el año de manera común, lo cierto es que algunos suelen incrementar su venta en ciertas épocas. Ahora se ha logrado normalizar el consumo de tranquilizantes, que había visto un incremento significativo en la pandemia. La venta de ansiolíticos y antidepresivos se ha disparado un 30% en la última década.
¿Y cuáles son los medicamentos más consumidos? Pues por este orden:
Nolotil. El metamizol se presenta como el analgésico más vendido en España. Y eso que es muy peligroso, como llevamos años advirtiendo.
Adiro 10. El ácido acetilsalicílico, es un medicamento utilizado para prevenir la formación de coágulos de sangre y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Paracetamol. Un clásico que ocupa el tercer puesto por su capacidad para aliviar el dolor leve a moderado y también reducir la fiebre.
Enantyum. Un analgésico y antiinflamatorio que se usa para aliviar el dolor agudo. Se receta comúnmente a personas con artritis o artrosis.
Eutirox. Contiene levotiroxina sódica, una hormona tiroidea sintética que sirve para reemplazar la hormona tiroidea y normalizar su función. En Francia, el laboratorio fabricante, Merck, sin advertirlo (y con el consentimiento de las autoridades sanitarias) cambió su composición haciéndolo más fuerte y esto provocó a muchas personas graves secuelas.
Ventolín. Es un broncodilatador de acción rápida que se utiliza para el tratamiento del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Muy popular, y por lo general efectivo, pero una de las reacciones adversas más conocidas del salbutamol, su principio activo, son los trastornos cardiacos.
Sintrom. Ocupa la séptima posición y es un anticoagulante oral que previene la formación de coágulos sanguíneos en pacientes con problemas cardiovasculares.
Orfidal. Perteneciente al grupo de las benzodiazepinas, contiene lorazepam y posee propiedades ansiolíticas, sedantes y tranquilizantes.
Lexatin. Novena posición para este fármaco también del grupo de las benzodiazepinas. Se usa para tratar la ansiedad, el nerviosismo y los ataques de pánico.
Omeprazol. Cierra el ranking este medicamento pensado para tratar afecciones estomacales y digestivas.
Dolor físico y ansiedad emocional
Como podéis observar los medicamentos dicen mucho de una sociedad, y la nuestra no es que esté enferma de enfermedad, pero sí que parece que hay males sociales que nos acechan. No es normal tanto fármaco recetado para el dolor físico y para el psíquico. Algo va mal.
Preocupa especialmente la venta de antidepresivos, que en España supuso 111 millones de envases de ansiolíticos y antidepresivos en 2022, un 30% más que hace una década; 25 millones más de cajas de medicamentos.
Entre ellos, los más frecuentes son las benzodiacepinas, utilizadas para tratar problemas de ansiedad. Por todo ello, España es el segundo país mundial que más consume estos medicamentos. Y los jóvenes lo están pagando, ya se les considera la «generación ansiosa».
Si se observa únicamente uno de los principios activos, el diazepam, España es líder mundial de consumo, con un incremento además entre 2020 y 2021 del 110% en ventas.
Conclusión
No sé si somos la sociedad que presumía de ser muy sana que parece que éramos, pero lo cierto es que es alarmante la situación del consumo de medicamentos en España, que se ha convertido en el sexto país del mundo en este aspecto.
Se observa un incremento en la automedicación, sobre todo de analgésicos, ansiolíticos y antidepresivos, lo que sugiere una sobresaturación en el uso de fármacos. Quien gana con esto es la industria farmacéutica, a ver…
Particularmente preocupante es el alarmante incremento en el consumo de fármacos como los antidepresivos y ansiolíticos, aumentando un 30% en la última década, lo que es indicativo de problemas de salud mental en la sociedad.
Medicamentos potencialmente peligrosos, como el Nolotil, están entre los más consumidos, y se evidencia la normalización del uso de tranquilizantes desde la pandemia. El exceso de consumo de benzodiazepinas, con España liderando el uso de diazepam, resalta la grave problemática de la ansiedad y el manejo del dolor psicológico y físico.
En resumen, el elevado consumo y la automedicación en España, particularmente de ciertos fármacos, evidencian una sociedad que busca soluciones rápidas a dolores físicos y emocionales, lo que plantea serias preocupaciones sobre la salud de la población.