Belén Crespo
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La Agencia de Medicamentos traba al padre de un niño dañado por vacunas

¿Tiene la población derecho a analizar muestras de vacunas? F.S.A. es padre de un niño afectado por vacunas y quiere saber, entre otras cosas, el contenido exacto de la vacuna que todo indica que ha causado Encefalopatía Motora progresiva postnatal precoz y Mioclonias de origen córtico-subcortical a su vástago. Investiga por su cuenta (con la ayuda del ) pero sólo le ponen trabas.

Belén CrespoLa Unidad de Farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), a la que se ha dirigido en varias ocasiones este padre, se niega a solicitar una muestra del mismo lote al laboratorio fabricante de la vacuna, el cual está obligado a mantener muestras de lotes de vacunas durante un periodo determinado. En la Agencia se extrañan de que sea “la primera vez que un ciudadano nos solicita dichas muestras”.

Esta persona quiere averiguar cómo ha actuado en el cuerpo del niño esa vacuna. Su hijo nació y creció sano durante los primeros meses de su vida pero le pusieron muchas dosis de vacunas (todas las del calendario vacunal recomendado y algunas más que recomendaron por su cuenta los pediatras que le atendieron).

¿Por qué el ciudadano no puede disponer de estas muestras de la vacuna para analizar su genotoxicidad? Farmacovigilancia nos pide que tengamos confianza en el sistema. Lo cierto es que viendo cómo actúan en casos como este en el que parecen más preocupados por defender a los laboratorios que a las personas o lo ocurrido durante el escándalo Agreal, no es fácil mantener esa confianza. La Agencia que dirige Belén Crespo (en la foto, publicada por En genérico)) no puede mirar para otro lado pues tiene como objetivo servir a la ciudadanía. Y cuando muere una persona en un ensayo clínico de una farmacéutica, como ha ocurrido en nuestro país hace poco, no puede limitarse a “tomar nota”, tiene que investigarlo y tomar medidas concretas.

Directora AEMPS

La farmacovigilancia es un un derecho fundamental en salud del ciudadano que, como en este caso, sufriendo que su niño tiene una encefalopatía, quiere comprobar si esa encefalopatía es postvacunal o no y cómo los tóxicos y los componentes de las vacunas han podido dañar su salud.

Químicos, toxicólogos y genetistas especializados en vacunas quieren analizar dicho lote para ver qué ha podido provocar y así poder realizar un diagnóstico adecuado (que el niño todavía no tiene y va camino de cumplir tres años). Esa información es crucial para enfocar una terapia lo más personalizada posible que ayude a recuperar su salud.

¿Por qué existe tanto oscurantismo en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios?

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10 comentarios

  1. Tengo un niño de siete años con el mismo problema, encefalitis post vacunal, llevado a juicio demostrando cada ingreso y la ausencia de cualquier enfermedad previa o congénita, la sentencia de vergüenza… han echado balones fuera desestimando valorar el efecto de la vacunación, después de dos años,alegando que no se le ha vacunado en la seguridad social teniendo la cartilla de vacunación sellada por la seguridad social y los partes correspondientes de consulta….lo que quiero decir es que lamentablemente luchamos contra gigantes y contra muchos intereses.Solo quería decir que esto ha pasado, pasa y seguirá pasando y nadie se hace responsable.

  2. La pregunta que se hace Federico es muy pertinente “¿Realmente a quien defiende AEMPS o Farmacovigilancia, al ciudadano o a los laboratorios farmacéuticos?, pero ahora mismo la respuesta es meridianamente clara, sin ninguna duda: a los laboratorios.

    Por este motivo los que creemos que esto es inadmisible vamos a insistir por pasiva y por activa para que la cosa cambie. Ya han dado muestras sobradas de su inoperancia y de su dejadez, por lo tanto ya va siendo hora de que se pongan las pilas y hagan su trabajo en beneficio de la salud de los ciudadanos, puesto que los ciudadanos somos quienes les pagamos. Por supuesto, no quisiera hacer la pregunta de si también les pagan desde otras fuentes, porque de hacerla …. quizá habría que decirles que son muy libres, que tienen pista libre para irse corriendo a trabajar y a mamar de esas fuentes, pero dejando su cargo público.

  3. Hola Miguel.
    Si el papá de éste niño es el primero y sólo por ello, les causa tanta extrañeza …
    yo puedo ser la segunda y estoy segura que si fuera posible averiguar …los fallos más o menos graves que pueden causar las vacunas (en el caso de mi hija, muy severos), detrás de nosotros habría unos cuantos ” miles ” que pedirían lo mismo.
    Yo no estoy en contra de todas las vacunas, ni que no hay que vacunar, ahora bien, por experiencia de siete años con autismo, se que se podria prevenir y ya cuando el daño está hecho, tratar a nuestros hijos los daños, metabólicos, inmunes y neurológicos …. eso es lo que hay, y las analíticas no engañan que yo sepa.

    Y respondiendo a Isabel, ahí tienes toda la razón, el autismo, todavía está considerado cómo una enfermedad mental, por lo tanto, los niños autistas sufren ya de por sí, multiples problemáticas,(incluidas las sociales), por la mala gestión a nivel sanitario en su “categoria” de no se sabe bien, por donde empezar a tratar la enfermedad, y te puedes pasar años sin salir de éste tunel, horrible y penoso para nuestros hijos, en donde han perdido los mejores años de su niñez,
    a no ser que encuentres otras vias para mejorar, su calidad de vida, cosa bastante difícil … aún así creo ahora que ésto es posible si empiezas a tratar a los niños desde temprana edad.

  4. Por supuesto que los ciudadanos tienen derecho y el Estado la obligación de monitorear lo relativo a vacunas, medicamentos, salud pública, etc. Lástima cuando éstas obligaciones se descuidan o se incumplen, ya que esto implica pérdida de derechos para los usuarios, en algunos casos como el del niño que comentas, afectación de su salud y de la salud de su familia y entorno más cercano. Como dice Federico, parece que el ciudadano está desprotegido en sus derechos a la salud.

    Saludos.

  5. Ufff ,quien le paga a estos padres y niños todo el sufrimiento ocasionado, y como muchas veces he indicado, a mí, se me plantea un dilema ético, pues el niño está sano y tras inocularle, supuestamente enferma. No es lo mismo que “te toque” una enfermedad …

    Ánimo y no dejad de insistar en buscar la verdad.

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