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Partos con más creencias que Ciencia

Están teniendo repercusión las indicaciones del servicio de salud del Reino Unido, conocido por las siglas NICE, que advierte a las mujeres con bajo riesgo obstétrico para que eviten el hospital. Es decir, que de manera implícita considera que no es muy seguro parir en los hospitales o que es mejor hacerlo en casa o en sitios apropiados.

Lo que se pone en tela de juicio es  que existe un abuso del parto en el hospital, cuando éste debería quedar circunscrito al parto patológico o de alto riesgo. Parto a domicilio, seguro y cubierto por el Seguro. La sanidad pública británica, argumenta ahora que el 45% de las mujeres cuyo parto no tiene complicaciones, es mejor que lo desarrollen en casas de partos o en su vivienda pues los hospitales entrañan algunos peligros.

La ministra de salud de Columbia Británica es médico, Margaret McDiarmid. Desde que tomó posesión de su cargo ha impulsado el parto a domicilio, ya incluido en las prestaciones públicas desde 2009. Su razonamiento es que el hospital no añade nada bueno al parto de bajo riesgo y por ello vale la pena cubrir los gastos de la atención del parto a domicilio. Es un parto seguro, que respeta los deseos de quienes prefieren el ámbito doméstico para actos transcendentales como alumbrar a un nuevo ser humano.

parto casa hogar domicilio

Casi todas las familias acuden a parir a los hospitales. Es normal, tenemos la idea de que como hay más medios es más seguro pero las cosas están tomando un cariz muy diferente. Parir en centros de salud sólo cuando hay peligro para el feto y la madre.

Los partos a domicilio son atendidos por matronas. El sistema público paga 1.014 dólares canadienses (unos 800 euros) a la matrona, quien ahora puede tener un auxiliar con cargo al presupuesto público (350 dólares canadienses), además de poder cargar hasta 150 más por gastos en medicamentos.

Se está debatiendo el pago al médico que atienda partos a domicilio, actividad muy restringida por la oposición de los obstetras y ginecólogos. Estos médicos parecen seguir buscando en el siglo XXI -en palabras del médico Juan Gérvas– un parto “limpio”, sin atender a la ciencia que demuestra las ventajas del parto en casa y del parto atendido por matronas.

La legislación europea sobre el parto en casa va desde países que lo ofrecen y subsidian a países que sancionan a los sanitarios. Lo del parto en casa suele conllevar la misma polémica que las vacunas. Su sola mención enerva al personal. Ambas intervenciones sanitarias tienen algo en común y es que se aplican a personas sanas. Se vacunan quienes aún no padecen la enfermedad a prevenir y se aplican todo tipo de artilugios, fármacos y estrategias médicas a quienes traen una nueva vida al mundo… aunque estén sanos ambos seres e incluso sus vidas no corran peligro, ¡que están naciendo, no enfermos!

Cada vez es más difícil nacer y morir en casa. Para ambas situaciones es más frecuente el hospital. Incluso cuando se pretende nacer y morir sanamente. Es decir, el hospital que sirve para la grave enfermedad y los grandes traumatismos sirve también para los nacimientos y las muertes “normales”.

Resulta absurdo. Tan absurdo que, por ejemplo, cuando la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Económico) estudia las hospitalizaciones en Europa se excluyen las debidas a los partos de niños sanos. Estas hospitalizaciones no se justifican de ninguna manera y por eso se excluyen, aunque representan entre el 3 y el 7% del total.

El parto ha ido convirtiéndose en algo patológico y así se trata. El nacimiento puede complicarse pero casi nunca es peligroso. Pese a ser como escribo, una práctica entre personas sanas, está muy medicalizado. También es carne de cañón para el marketing del miedo.

El temor a que «algo pueda salir mal» nos lleva a dejar nuestra voluntad en manos de quienes, por lo general con buenas intenciones, pueden causar más males que beneficios. Hay prácticas casi habituales en el parto como la episiotomía, que tiene que ver más con las creencias y que con la ciencia.

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2 comentarios

  1. Gracias Miguel Jara por tan importante información. Soy medico familiar y partero, dedicado al parto en casa durante los últimos 25 anos en Venezuela. Ahora vivo en USA y trabajo en un Centro de Nacimiento con colegas parteras. Totalmente de acuerdo con lo que esta sucediendo en el Reino Unido y en Canada. Poco a poco mas medicos y sistemas de salud se están abriendo a ser participes del parto humanizado, devolviendo el protagonismo a la triada mama-bebe-papa. Paralelamente mas mujeres se están empoderando, informando y aprendiendo a confiar en su cuerpo a ser capaces de parir de forma natural. En varios países hay que enfrentar a un sistema medico que les aplica el «efecto nocebo», las hace sentir enfermas, y las atemorizan con los conocidos «que pasa si…» que tu mencionas. Sin embargo, estan re-descubriendo lo que yo llamo el poder divino que tienen como mujeres para parir amorosamente. En nuestro curso prenatal hacemos mucho énfasis en lo importante que es el apoyo emocional, sentirse seguras, respetadas y amadas; y donde respetemos también la fisiología del parto. En definitiva, cada mujer va a parir donde se sienta segura; y una realidad es que la masa critica de mujeres que se sienten seguras de parir en casa, esta creciendo en todas partes. Por otro lado, que bueno que existe la tecnología y el personal especializado en hospitales para atender ese pequeño porcentaje de cesáreas necesarias. Es bien conocido que la OMS desde los anos 80 esta diciendo que las tasas de cesáreas mayor al 15% son innecesarias, y yo le agrego que un gran numero de estas han sido producto de haber tratado de tener un parto natural en un lugar (hospital) anti-natural, tecnocratico, anti-fisiologico.

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