Accidente ambiental

Los abogados del Colectivo Ronda, con Jaume Cortes a la cabeza, abogado especializado en salud ambiental, llevan años haciendo una gran labor de denuncia sobre los impactos en nuestra salud de la contaminación ambiental.  En esta ocasión ha conseguido que se reconozcan los daños provocados por unas emanaciones de productos químicos en una persona que con posterioridad ha padecido fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y Sensibilidad Química Múltiple (SQM).

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El fallo, del Juzgado de lo Social de Barcelona, es una prueba más de la relación de estas enfermedades ambientales y emergentes. De manera paradójica, el abogado ha obtenido este éxito reclamando el caso como accidente ambiental no como accidente laboral, estrategia que se ha demostrado útil y que abre un camino más que interesante para denunciar por esta vía pues es la primera sentencia de este tipo en nuestro país.

El juez señala que el accidente ambiental generó una emanación de sustancias químicas producidas por la mezcla de varios componentes residuales industriales que provocaron una fuerte migraña en la víctima y más tarde una manifestación de los síntomas de fatiga crónica en grado 3, fibromialgia y Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple. El juez ha concedido la incapacidad permanente absoluta retroactiva con derecho a una pensión vitalicia del 100% de la base reguladora (1.450,95 euros).

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4 comentarios

  1. Solo darle las gracias una vez más a Miguel, por la labor de divulgación que hace sobre todos los peligros a que estamos expuestos sin saberlo, ya que la mejor forma de defensa es la información. Muchas gracias.

  2. Qué suerte tienen algunos! En este caso un buen equipo jurídico ha conseguido una sentencia pionera para un afectado por productos químicos. Falta hace que se avance en ese terreno pues en la cosa legal también están machacando a los afectados.
    Yo he sufrido un terrible síndrome respiratorio con SQM a consecuencia de los vapores nocivos de una fotocopiadora >y una impresora láser de mi trabajo. A pesar de repetidos intentos en los tribunales de los social a lo largo de los años no he obtenido más que frustraciones y disgustos. La última hace tan solo unas semanas: aunque llevaba un informe médico privado con diagnóstico de SQM e incapacidad laboral el forense del juzgado envió un contrainforme tan demoledor que la jueza aconsejó a mi abogada que desistiera del pleito por invalidez, ante la sonrisa irónica de la parte contraria, el INSS. Ya hubiera yo querido que me concedieran algo, aunque fuera «solo» por accidente laboral, en cambio tengo las manos vacías. Si no fuera por mi familia seria un marginal sin medios de vida a pesar de haber perdido la salud a consecuencia de mi trabajo. Los tribunales de lo social-laboral, al menos los de Madrid, son nefastos para los enfermos de SQM, como sabemos tantos enfermos para nuestra desgracia. A ver si ese equipo catalán de abogados consigue promover algo positivo en los juzgados madrileños, que falta hace que empiecen a cambiar de actitud prepotente, desconsiderada y abusiva.

  3. Excelente noticia, Miguel. Aunque yo vivo en Buenos Aires, toda noticia que relacione mi enfermedad de SQM Y FIBROMIALGIA con ‘accidente ambiental’ es un gran paso hacia adelante. Con este ejemplo en Barcelona que nos das a conocer, nos queda la esperanza de que la Argentina tome nota y siga vuestros pasos…¡algún día!

    No puedo saberlo con seguridad, porque ya pasaron demasiados años, pero durante mi infancia y pre-adolescencia fui expuesta a peligrosísimos pesticidas que se usaban para fumigar los manzanos en el Valle del Río Negro, donde me crié en una chacra.
    Ya en aquel entonces mi padre se oponía a estas prácticas, pero tenía órdenes de las autoridades pertinentes y debía cumplirlas. Nos encerraban en la casa (a los niños) mientras se usaban las máquinas fumigadoras, pero a las pocas horas salíamos a jugar en las huertas y jardines, tocábamos todo y recuerdo hasta el día de hoy el fuerte olor que permanecía en el aire durante el día, la humedad en los pastos, gotitas y niebla…¡de terror, ahora que lo pienso!

    Por esos años se publicó el libro SILENT SPRING en USA, pero me parece que la autora se refería más a productos como el DDT, mientras que en nuestras chacras se empleaban pesticidas aún más potentes, cuyos nombres no recuerdo (algo así como malathion/parathion… ¡lo tendré que googlear!).
    Gracias, Miguel, por informarme. Espero que llegue pronto tu libro a Buenos Aires. Saludos y adelante, necesitamos más personas como tu en los medios para concienciar a todas las poblaciones del mundo.

  4. Como muy bien resaltas, la verdadera importancia de esta sentencia es que es reconocida como accidente ambiental no como accidente laboral y se va admitiendo que ahi fuera se ponen muchas cosas que nos perjudican, que nos enferman y nos invalidan. Un gran paso en el reconocimiento de enfermedades como estas tres y, desde aqui, me gustaria felicitar a todas las personas que forman el Colectivo Ronda por su enorme implicacion en la defensa de los derechos de los afectados de SQM y por su enorme labor de acompañamiento y apoyo, que es lo que sentimos los afectados cuando encontramos gente que nos cree. Gracias a ti, Miguel. Un saludo.

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