Marketing del miedo, conflictos de interés y lobby para vacunar del papiloma también a los hombres
Desde hace algún tiempo los fabricantes de la vacuna del papiloma ansían que no sólo se recete al mayor número de mujeres posible sino también a los hombres. Observamos que se usan para ello conocidas estrategias de marketing de miedo, conflictos de interés y lobby.
En los países que primero introdujeron la vacuna del papiloma en sus calendarios de inmunizaciones su mercado se estanca. Supongo que por ello los fabricantes de las dos marcas del fármaco, Gardasil y Cervarix, la están introduciendo en nuevos mercados como los países de América Latina.
Pero hasta ahora esta polémica vacuna, cuyos daños están recnocidos por un tribunal médico de Francia y que Japón dejó de recomendar, sólo se aplicaba a mujeres, niñas o jovencitas (en España a los doce años de edad). La estrategia ahora es que se vacunen también los hombres.
¿Cómo se intenta conseguir? Atrás, en 2008, cuando aún estaba introduciéndose en el mercado el producto, quedaron los intentos, basados en declaraciones del Premio Nobel en Medicina y pionero en la investigación sobre el virus del papiloma humano (VPH), el doctor Harald zur Hausen, de llamar a los jóvenes para que se vacunen contra el VPH. Se intentaba abrir el mercado del público gay con la excusa de que la vacuna podía prevenir el cáncer de ano y pene.
No debió cuajar esa campaña y ahora se intenta lo mismo con la publicación de un estudio en la revista Cancer (de la Sociedad Americana de Oncología) que “demuestra” que vacunar a los varones podría ahorrar entre 6 y 21 millones de euros en lo que se refiere a otro tipo de cáncer, el orofaríngeo (de boca y faringe), “también producido en buena parte por el papilomavirus”. Eso publica El Mundo en el link reseñado arriba, pero no enlaza el estudio y además a continuación puede leerse:
realmente no se sabe hasta qué punto el cáncer orofaríngeo depende del virus del papiloma humano o del tabaco“, argumenta David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunación de la Asociación Española de Pediatría (AEP)”.
Si no lo sabe Moreno, que ejerce de manera habitual de portavoz de estas causas del abrir nuevos mercados para vacunas y que tiene conflictos de interés con los principales fabricantes de las idem, quién lo va a saber. Y es que de eso se trata. No se sabe si hay relación entre ese tipo de cáncer y el citado virus pero se promociona una vacuna “por si acaso”. Demencial.
Queda claro una vez más que una parte de los estudios “científicos” son en realidad herramientas de marketing. No puede pasarse por alto que Donna Graham, principal autora del análisis que publica Cancer, ha recibido dinero de Merck, laboratorio productor de la vacuna del papiloma Gardasil.
Zur Hausen, continúa a lo suyo y en El Mundo declara:
no se logrará erradicar el papilomavirus si no se incluye a los varones, que son los portadores y transmisores del virus”.
Pero hay que saber que esta tercera fuente de información utilizada por el diario español (que no se ha molestado en citar nada de esto -vaya descuido-) también tiene conflictos de interés con el productor de la vacuna.
Le concedieron el Nobel de Medicina sí y eso da mucho caché, claro, pero el jurado que se lo concedió incluía a dos personas relacionadas con el laboratorio sueco-británico AstraZeneca, Bo Angelin y Bertil Fredholm.
Fredholm, presidente del Comité Nobel de Medicina, era un consultor pagado para AstraZeneca en 2006 y Angelin, miembro del Consejo de AstraZeneca y por ello su voto a favor del ganador del premio resulta sospechoso.
El Nobel le fue concedido a Harald zur Hausen por sus trabajos en el descubrimiento de que el virus del papiloma humano es el causante del cáncer de cuello de útero. AstraZeneca es la dueña desde 2007 de la empresa MedImmune, que a su vez posee la técnica para obtener las partículas que han servido para fabricar las dos primeras vacunas contra el VPH.
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