Confesiones de una ex camella de drogas
El título de este post coincide con el de un libro. Durante los últimos años se está produciendo un fenómeno que antes no ocurría o al menos no como ahora. Personas que trabajan o han trabajado en lo que conocemos por Industria Farmacéutica (concepto muy general pues en torno a los medicamentos se mueven muchas empresas con muy diferentes actitudes y enfoques), están saliendo a la palestra para contarnos las verdades incómodas sobre la misma. Para ello supongo que es especialmente interesante la difusión que se consigue a través de Internet ¿dónde si no iban a contarlo? En este caso se trata de una mujer, Gwen Olsen, que ha estado trabajando en la industria farmacéutica durante 15 años como representante, lo que aquí conocemos como visitadora médica. Es la autora del libro citado. Afirma que era una de las mejores entre los mejores. Yo no lo dudo pues he conocido a vendedores de la industria que podían acreditar que estaban entre los mejores y fueron despedidos (por lo general) o se marcharon por no poder aguantar lo que les obligaban a hacer.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=wIWuEAFlg1Y&feature=player_embedded[/youtube]
Les aconsejo que vean el video entero pues sólo son siete minutos. Dice Olsen que “la industria farmacéutica se ha vuelto loca“. Y entiendo perfectamente a qué se refiere pues por lo general, los grandes laboratorios multinacionales y sus imitadores, han entrado en una fase de mercantilismo tal e interés absoluto por el beneficio económico que de alguna manera ni ellos mismos son capaces de controlarse. Estoy de acuerdo con ella en que los ciudadanos debemos recuperar nuestro poder (y no sólo sobre nuestra salud) y exigirles responsabilidades a los laboratorios por los productos defectuosos que colocan en el mercado y por numerosas prácticas que bordean la ley cuando no la saltan sin complejos. Y no digamos ya la ética. Y aprender a diferenciar entre enfermedades reales y desarreglos cotidianos, como explica la ex visitadora refiriéndose al fenómeno del tráfico o invención de enfermedades, disease mongering, que dicen los anglosajones (intentar que todos estemos enfermos aunque no lo estemos).
Tras tantos años en la industria esta mujer cree que hay alternativas más eficaes que los fármacos, como vigilar los aspectos nutricionales de nuestra dieta y nuestro estilo de vida, hacer ejercicio. Pero sobre todo autoeducarnos, cuidarnos nosotros mismos para no ser manipulados.
Más info: Libros Traficantes de salud y La salud que viene.
Apreciados tod@s:
Como las cosas para entenderlas cabalmente se necesita estar bien informados, y todo lo recibido pasa por la criba de lo que se nos ha enseñado y de los prejuicios que se suelen tener, además de la propia conciencia por causa de la creencia de cada cual, no es facil convencernos, ni convencer.
Es evidente que se necesita tiempo y atención por parte de quienes dialogan.
Nadie adulto y con un mínimo de cultura o sentido común se da cuenta en el mundo en que nos ha tocado vivir.
Desde los inicios de la vida humana en el planeta
cuando la medicina académica y las empresas no exisitían ya se presentaron los rasgos que distinguen más que nunca a la humanidad de los tiempos modernos.
El rasgo sobresaliente es la ansiedad por ser más y mejor que los demás, poseer lo mejor y más que otros, y dominar a los semajantes para que nos sirvan ya que cada uno de los humanos aspira a ser dios.
Teniendo esto en cuenta ¿qué se puede esperar, aunque se nos presente en colores brillantes y se nos ofrezca con la mejor de las sonrisas?.
Para entender un asunto cabalmente hemos de ir al
origen del mismo.
La mejor medicina es VIVIR en la PAZ de espíritu que se disfruta en contacto ( en todos los sentidos: SOSTER ) con la naturaleza, rodeado de personas de plena confianza.
Después viene la brujería y el curanderismo y la esclavitud ( que hoy se llama de otras variadas formas “medicamentos de síntesis”, “medicina agresiva” y empleados ) las tribus son ahora empresas, con una meta que es “guerrear”(fórmulas,marketing y publicidad) para conquistar el mercado, con toda arma y estrategia posible, lo importante es el fin, no lo medios.
Sería pecar de fanáticos no reconocer que debido a nuestra condición de seres imperfectos y mortales
podemos disfrutar de nuestro libre albedrío y escoger vivir más o menos y en mejor o peores condiciones.
Si nos gusta que se nos respete y se nos en tenga en cosideración, debemos respetar y aceptar las actitudes con más o menos riesgo que los demás adopten.
Eso sí,siempre aceptando de buena gana una postura ética indispensable para la vida comunitaria.
Mientras reine el egoísmo y la intolerancia, habrá quienes escojan suicidarse poco a poco con la medicina de síntesis, en manos del curanderismo científico, y esclavos de la desinformación por propia voluntad.
Si se desconoce la verdad de un asunto, sea por ignorancia o por inapatencia, es facil caer en la redes de los especuladores que brotan en abundancia en la sociedad moderna.
Ss.Cs.
JoGa.
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Yo no voy a poner en tela de juicio ni la medicina (esta, la moderna, que tiene 200 años de vida e intenta acaparar la palestra ante otras que llevan más de 2.000 años practicándose y continúan), ni a Microsoft ni a Ikea, simplemente me voy a limitar a apelar, como se ha mencionado anteriormente, al sentido comun. Si este se utilizase de forma más periódica, veríamos que no sería necesario abrir un post en un foro o blog para recriminar nada, ya que carecería de sentido.
El problema no es que esas empresas hacen lo que hacen y por ende los que sostienen el cazo en las cámaras del estado, si no los que lo tragamos y digerimos. Para muchos puede sonar a “Levantaos del sofa y tomad lo que es vuestro” pero, y mantengo que si hay que hacerse se hace, no es necesario. Solo tenemos que negarnos cada uno individualmente a que nos metan información a la fuerza. Cada persona tiene que comprobar las cosas por si misma para poder tomar una decisión.
En resumen y recetando… es más cómodo que nos quiten de tener que pensar o decidir, pero una vez que te desperezas y lo haces es adictivo… y los efectos secundarios que tiene son positivos!
Sara, los estados no pueden controlar a las empresas como usted dice, por varias causas, muchos “empresarios” salieron del mismo estado y algunos empresarios luego se hacen estadistas. Empresa y estado es todo uno aunque se disfrazan, estan diseñados, empresas y estado para dominar y expoliar al pueblo sea cual sea su forma de gobierno. Antes era la iglesia y el estado los que dominaban en la sociedad, siempre los veias juntos, ahora son las empresas y el estado. Los estados hacen lo que los grandes grupos economicos de presion quieren que hagan. Fijese en España, los cargos de Telefonica, Endesa y de grandes grupos de decision que apellidos hay de donde vinieron muchos.
Sara, el anapril tiene efectos secundarios adversos y algunos muy desagradables, visite si es su deseo el servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU.
Con los de la profesion medica siempre estamos en lo mismo.
Mire Sara, medicina es todo aquello que cura, no algo que lleva a más torturas, que es lo que se denuncia en estas paginas, medicamentos y productos que luego traen malas consecuencias.
Existen metodos naturales para bajar la presion muy buenos sin efectos adversos ninguno, sin contraindicacion ninguna. ¡Esto si es medicina! Le diré una frase muy dificil de aceptar por los de la profesion medica “La inteligencia es el arte de resolver problemas sin crear otros de nuevos”
Valioso lo que dice la dama, la voracidad del mercantilismo resulta abismante. Esto es en U.S.A. y veamos como es la situación en Chile. Hace poco hubo un escándalo con las farmacias ahumada, cruz verde y salcobrand que se ha constituído en un verdadero monopolio. Somos usuarios capturados y hay que tenerlos a mano. Igual ocurre en otras áreas de la economía. Esta es la perversidad de un modelo económico que está llevando a todo el mundo a un estado lamentable. Aprecio el valor de esta dama que es capaz de decir estas cosas y la saludo con aprecio desde Chile capital Santiago este 14 de diciembre de 2010.
Mi reconocimiento para Gwen Olsen por su valor civil de decir abiertamente sobre la voracidad y el solo mercantilismo e interés absoluto por el beneficio económico de la industria farmaceutica. Sin embargo, creo han omitido en este delicado asunto al único protagonista responsable ante los consumidores de fármacos engañaenfermos: al oficial de la salud, al médico que receta dichos farmacos. El médico tiene gran responsabilidad con el paciente y la prescripción de farmacos. ¿O no?
El Juramento Hipocrático y los adaptados a las circunstancias y conceptos éticos dominantes de cada sociedad actual en este caso ¿no aplican?
“A nadie daré una droga mortal aun cuando me sea solicitada, ni daré consejo con este fin. De la misma manera, no daré a ninguna mujer pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi arte en la inocencia y en la pureza”. Mejor interpretado en esta epoca por el Decálogo de valores fundamentales del médico:
“Brindar a la persona todos sus conocimientos para que ésta proteja, promueva y recupere su salud y se haga consciente de cómo controlar por sí misma las causas de su malestar o enfermedad y cómo lograr su reinserción social”.
A mi juicio, la decisión y conocimiento del médico sobre farmacos engañosos y su uso por el paciente, debe de debatirse tambien.
Hola Miguel, Buen día, he escrito un nuevo artículo en semillasysalud. He puesto un video de Josep Pamies y la estevia, en el que habla de su cambio desde la agricultura química a una agricultura ecológica, y del uso de maravillosas plantas medicinales que se están convirtiendo en una dulce revolución.
“El vasto campo de los conocimientos de la salud en la naturaleza.”
La agricultura es fundamental, y este hombre muestra la coherencia de quien sabe manterner una buena relación con la tierra que nos alimenta, y nos transporta, produciendo una serie de sentimientos que nos sientan muy bien desde todos los puntos de vista.
Enlace al artículo: http://semillasysalud.wordpress.com/2010/11/10/el-vasto-campo-de-los-conocimientos-de-la-salud-en-la-naturaleza/
Gracias y que te vaya bien.
Sólo dos objeciones a la declaración del vídeo. Encuentro una tendencia a generalizar la inoperancia a todos los medicamentos, o así se puede entender, con la que no estoy de acuerdo, ya que muchos fármacos alargan e incluso mejoran, la vida de la gente.
Por otra parte, quizá porque es el campo que conoce muy de cerca, tiende al reduccionismo, al referirse a los beneficios exagerados de la I. farmacéutica. No es la única, ni mucho menos. Las petroleras, la banca, Microsoft… Y hablando de otros países ¿a alguien le suena Zara y sus beneficios bestiales a costa de sus trabajadores? ¿E Ikea? ¿Es por su gran calidad que sus propietarios se han hecho multimillonarios?
Sin embargo muchos están encantados de comprar barato y bonito.
Es para pensárselo muy bien en todos los campos.
En el de las enfermedades recomendaría buscar médicos que sepan recomendar ejercicio y otras cosas, además de utilizar los medicamentos cuando son precisos.
Llevo 20 años trabajando en Atención Primaria y he podido experimentar el cambio en el funcionamiento de la industria farmacéutica, un “desmelenamiento” total que se inició, según mi percepción, poco después de que yo empezase en esta profesión. Las primeras señales para mí fueron dos fármacos muy representativos que, no obstante, son realmente importantes y útiles: Enalapril, para la Hipertensión Arterial, un fármaco que sí se puede decir que, si no salva vidas (al final todos nos moriremos), las mejora y alarga. Y Amoxicilina/Clavulánico, un antibiótico que, no siendo el más adecuado para su uso masivo, quizá no haya ciudadano que no lo conozca. La bestial avalancha de marcas diferentes de estos dos medicamentos, el contínuo desfile de representantes de laboratorios queriendo vender su marca, fue, para mí la primera vez en que sentí la presión y empecé a rechazarla.
Entonces había muchos laboratorios y los grandes, eran “enanitos” comparado con lo que hay ahora. Paralelamente empezó Microsoft, por poner un ejemplo ajeno a la medicina, a crecer y a comerse todo lo que se le ponía por delante, con su Windows.
Me falta información detallada, pero en el fondo de todo esto hay una falta de control de las empresas por parte de los estados, a nivel mundial, todo ello impuesto a nivel mundial a través de la OMC (organización mundial del comercio) por el país, el estado, que más poder tiene hasta ahora en el mundo, que es EEUU, con la inestimable ayuda de Europa. Estamos actualmente en una situación en que, a nivel mundial mandan las empresas, no los estados (el presidente yanki no es más que un tipo que está allá con el dinero de las “Big” de la farmacia, el petróleo, las finanzas, etc.). Con una falta de regulación impresionante y una absoluta impunidad. Es ley de EEUU, que ningún humano ha de responder ante la justicia por las tropelías, con gran cantidad de muertes, de las Corporaciones a las que pertenecen, sólo se responde con dinero… que les sobra. Son estos entes absolutamente inhumanos, constituidos por humanos no responsables nunca, las Corporaciones, quienes gobiernan este mundo. Así nos va. (Ver “La Corporación”, de Noam Chomsky).
Nota: uso Linux en mi casa, no así en mi trabajo, donde el Institut Català de la Salut, paga una licencia por cada aparato, por el dichoso Windows.