Mobile World Congress de Barcelona: Conectados y ¿seguros?
Selfies termales, teléfonos sumergibles, dispositivos con funciones que hace apenas unos años parecían milagrosas; innovadores diseños, accesorios y aplicaciones; cámara de realidad virtual en 360 grados; mejores y creativas fotos tomadas con teléfonos; accesorios modulares que se intercambian para ofrecer funciones adicionales; música de más alta fidelidad; un casco visual operado por el propio móvil. Es el Mobile World Congress de Barcelona y en él hay temas que no van a tratarse y que hay que contar.
Inteligencia artificial, realidad virtual. Todas y cada una de esas «maravillas» (hay quien considerará que hay muchas chorrada en todo ello y que prefiera la inteligencia propia y la realidad social) pueden contemplarse en el Mobile World Congress de Barcelona que se celebra hasta el 25 de febrero.
El evento es una gran feria o mercado sobre todo lo relacionado con la tecnología de las comunicaciones inalámbricas. Ésta sin duda tiene su parte fascinante.
Quién me iba a decir a mí cuando estudiaba Periodismo que me ganaría la vida publicando on line lo que me diera la gana cómodamente desde mi casa y que podría interrelacionar con decenas de miles o millones de personas, escribiendo mis ideas y expresando mis valores, desarrolando mis proyectos. Sin jefes ni horarios.
Nunca imaginé que el atardecer me podría pillar recorriendo los montes cercanos a mi casa con la bici y que en alguna parada pudiera atender una llamada importante o cotillear mi smartphone para ver si ha llegado ese informe que espero o leer las confidencias de mis informadores por cualquier vía: Facebook, Twitter, las cuentas de correo…
Definitivamente, las nuevas tecnologías de la comunicación inalámbrica me han dado la oportunidad de ejercer en cantidad y con calidad y me hacen la vida más cómoda. Pero siempre me han interesado las contrapartidas, creo que todo conlleva un peaje y he volcado mi trabajo en analizar la Cara B de las maravllas del progreso (del bien intencionado y del que no).
Una de las cosas que no nos contarán en la citada feria son los impactos en la salud pública y en el medio ambiente que conlleva las expansión sin control de las tecnologías mencionadas. Necesitamos profundizar en los riesgos asociados al uso de dispositivos móviles e inalámbricos, como los promocionados en el Mobile World Congress de Barcelona y cómo minimizarlos. De lo contrario, no habrá tal progreso.
Para comunicarnos sin cables necesitamos ondas, en este caso electromagnéticas, que transporten la información, los datos. Y sabemos desde hace decenios que ello conlleva impactos ecológicos y riesgos sanitarios. Es lo que se llama contaminación electromagnética.
En España hay asociaciones unidas en torno a la Plataforma Estatal Contra la Contaminación Electromagnética (PECCEM).
Ésta ha pedido a las administraciones públicas que sigan las recomendaciones proteccionistas del Parlamento Europeo, la Agencia Europea de Medio Ambiente y el Consejo de Europa.
Las citadas instituciones públicas han llamado al atención durante los últimos años sobre este tipo de polución asociada al progreso tecnológico.
Quieren que se proteja a los sectores más vulnerables de la población (niños/as, embarazadas, personas de avanzada edad o con enfermedades crónicas) y los espacios sensibles (guarderías y centros escolares, hospitales y centros de salud, residencias de la tercera edad, parques infantiles).
Hay ayuntamientos, no muy lejanos a la Barcelona que acoge a los congresistas del móvil, como ́Hospitalet de Llobregat o Tarragona, que han impulsado mociones para conseguirlo. En esta ciudad, por ejemplo, han aprobado un ambicioso Plan de Rescate para personas cuyo organismo sufre una especial sensibilidad o intolerancia a productos químicos tóxicos cotidianos y/o a las ondas electromagnéticas.
Desconozco si el reciente cambio político en el Ayuntamiento de Barcelona, uno de los promotores del evento, garantiza la aplicación del Principio de Precaución de la Ley de Sanidad, de obligado cumplimiento para las administraciones públicas. Hay que darle prioridad a la defensa de los intereses de la población frente a las posibles presiones del lobby de la industria de las telecomunicaciones.
Existe una gran preocupación porque la población infantil y juvenil se exponga a radiaciones electromagnéticas a edades cada vez más tempranas y de una manera más intensiva. Esto, según la PECEEM
es consecuencia de la implantación sistemática de dispositivos móviles como herramientas pedagógicas en los centros escolares (favorecido por pronunciamientos como el del Consejo Escolar de Catalunya a favor de su utilización en las aulas), del creciente número de aparatos inalámbricos en los hogares y de los perfiles de consumo de estos dispositivos asociados a una oferta creciente en el mercado, siendo el Mobile World Congress máximo exponente de la evolución y la promoción del mismo».
La aparición de personas que muestran Hipersensibilidad a los Campos Electromagnéticos (EHS) es un grave problema de salud pública.
Por eso hacen falta campañas informativas dirigidas a la población para advertir sobre el uso y de los dispositivos que emiten microondas en la línea de las recomendaciones de la Sociedad Española de Protección Radiológica.
Así lo recomienda a los Ministerios de Sanidad, Educación y Medio Ambiente, el Consejo de Europa, institución de gran peso en la defensa de los derechos humanos. Lo hace en su Resolución 1815 titulada Los peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente. Dicha Asamblea
lamenta la falta de respuesta a los riesgos ambientales y sanitarios conocidos o emergentes y los retrasos casi sistemáticos en la adopción y aplicación de medidas preventivas eficaces a pesar de las peticiones de aplicación del principio de precaución y de todas las recomendaciones, declaraciones y numerosos avances normativos y legislativos».
El año pasado aprobaron una ley en Francia que prohíbe el WiFi en las guarderías. Es de sentido común que esperar a tener más pruebas científicas y clínicas sólidas antes de tomar medidas para prevenir los riesgos conocidos puede provocar unos costes sanitarios y económicos muy elevados, como es el caso del amianto, la gasolina con plomo o el tabaco.
Es imprescindible destacar el último llamamiento de científicos independientes de la industria de telecomunicaciones realizado a la OMS, a la ONU y a sus países miembros, por más de 200 científicos especializados en bioelectromagnetismo con más de 2.000 publicaciones en la materia.
Dicho llamamiento insta a la protección urgente de la población, muy especialmente de los niños, frente a la exposición a campos electromagnéticos de antenas de telefonía, wifi, teléfonos móviles e inalámbricos, contadores de energía o agua inteligentes, monitores inalámbricos para bebés y similares y de las infraestructuras utilizadas para la distribución de electricidad.
La PECCEM demanda con razón que se aprovechen también eventos como el que se desarrolla en Barcelona sobre las tecnologías de la comunicación para potenciar el uso de dispositivos seguros y más ecológicos, alertar de los peligros del uso precoz, indiscriminado y prolongado de los teléfonos móviles y otros dispositivos inalámbricos y educar sobre cómo reducir estos riesgos.
Os he escrito este post con mi ordenador portáil conectado a internet por cable. Es probable que el próximo atardecer os escriba en Twitter desde algún lugar de las montañas de la Sierra de Guadarrama y quiero pensar que mi tuit sobre este post, por ejemplo, llegará mediante la invisible red que nos une, de manera segura a vuestras manos.
Sin duda alguna estas tecnologías van a cambiar mucho, cada vez se ven menos grandes antenas, y tampoco se colocan nuevas, van siendo sustituidas por picoantenas pequeñas, por aparatos que utilizan los wifis de las casas, los blouthod de los coches, las antenas de otros móviles, haciendo una conectividad infinita, estos aparatos en definitiva son menos polémicos y mucho mas baratos para las compañías que alquilar una gran azotea por años, estos aparatos les dan mejor imagen a las grandes compañías, por supuesto tienen mucha menos potencia que las grandes antenas, pero al estar rodeados de los mismos, el tiempo de exposición es constante y puede que en el futuro/presente haya personas que se vean sometidos al mismo desde antes de ser engendrados hasta su fallecimiento al de muchos años, ¿cómo va a afectar esto y va a afectar a todos por igual?.
Además desde Google y Facebook, hay ya un planteamiento muy fuerte de emitir y recibir desde drones, globos y satélites de baja altura, quieren así dar una cobertura global, sobre todo en zonas que no la tienen como los grandes desiertos o zonas pobres de África, Asia, etc., si esto sale bien, seguramente será la alternativa para otras zonas como Europa, USA, etc., si un móvil emite a un satélite tiene que emitir a gran potencia, te irradia la cabeza y además tarda tiempo en mandar una señal y recibir otra, pero con los drones, satélites de baja altura y globos, estos dos problemas se resuelven bastante.
Por lo tanto en el futuro las grandes antenas, que son en parte las que empezaron la polémica, no van a ser tan problemáticas, pues va a haber pocas, incluso seguramente desaparecerán, el problema va a ser la radiación electromagnética y los campos electromagnéticos, a los que vamos a estar sometidos de forma continuada durante toda nuestra vida.