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El tratamiento con testosterona se basa en una enfermedad inventada y obvia sus peligros

El auge del uso de la hormona masculina testosterona para combatir el envejecimiento es una campaña de marketing que esconde los peligros de estos tratamientos y se basa en una enfermedad inventada. La “moda”, importada de Estados Unidos, se expande por España en clínicas privadas y sanidad pública.

Hace ya años que estamos advirtiendo de los daños que pueden provocar los tratamientos masculinos con testosterona. Esta hormona, responsable de que los hombres tengamos nuestros atributos masculinos (una voz más ronca, mayor masa muscular o pelo) se “vende” como remedio para el envejecimiento con gran éxito en ventas pero ya hace tres años que la FDA –agencia de medicamentos de Estados Unidos- estaba investigando el riesgo de accidente cerebrovascular, ataque cardiaco y muerte en los hombres que tomaban productos con testosterona.ANDROPAUSIA testosterona medicamento fármaco

Han aparecido nuevas evidencias de dichos daños y fallecimientos en estudios recientes. La testosterona es una hormona esencial para el desarrollo del crecimiento masculino.

Los productos que contienen testosterona están aprobados por la FDA para utilizarse solamente en hombres que carecen de o tienen bajos niveles de testosterona asociados a un trastorno médico.

La balanza beneficio riesgo parece muy desfavorable ya que los daños son importantes. Uno de esos dos estudios sugirió un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular, ataque al corazón y la muerte del 30 por ciento en el grupo que se había prescrito la terapia de testosterona.

Se ha publicado en El Confidencial sobre la clínicas del Doctor T, un centro privado que opera por baja testosterona. Solo que el Síndrome por Déficit de Testosterona es una enfermedad inventada. Este síndrome es más bien una amalgama de síntomas inespecíficos propios del proceso fisiológico del envejecimiento.

Sin embargo, ha sido objeto de una intensa actividad promocional que ha presentado el problema como de alta prevalencia y de elevado impacto en la salud pública.

Como explica la citada publicación:

Son centros privados que ofrecen terapias hormonales a los hombres de mediana edad con el objeto de paliar los efectos de la andropausia. Su éxito ha sido considerable en países como Estados Unidos o Australia, donde llevan casi una década y no han dejado de crecer. La clave de este negocio, como habrá supuesto, está en la testosterona“.

Cuando los hombres sobrepasamos la edad de 40 años los niveles de la hormona disminuyen hasta casi desaparecer durante la vejez. Menopausia, Brisdelle, paroxetina, hormonalEs similar a lo que sucede en las las mujeres con la menopausia (para la que por cierto también se cometieron aberraciones como la expansión de la Terapia Hormonal Sustitutiva que entre otras cosas aumenta el riesgo de cáncer de ovario.

Envejecer no es una enfermedad. Que baje la testosterona en sangre, tampoco pero en esas clínicas prometen su “cura”.

Que acumulamos grasa o tenemos menos ganas de sexo (os recomiendo leer mi post El perro se ha comido mi parche de testosterona) o estamos algo cansados, estamos enfermos pero “no preocuparse” que eso tiene solución.

testosteronaEl tratamiento medio sale por 800 euros y trata de complementar -no suplir- la producción de testosterona natural, pero puede ser de por vida.

Hay mucha propaganda y poca Ciencia en todo esto como explican los médicos Enrique Gavilán, Juan Gérvas y el farmacéutico Javier Gorricho en este fenomenal artículo.

Es propaganda, no ciencia, lo que lleva al incremento de la prescripción de testosterona y clínicas o laboratorios como Bayer, uno de los mayores fabricantes, están haciendo su agosto gracias a los incautos hombres de mediana edad y buen poder adquisitivo, a los que va dirigido, sobre todo, el marketing de las empresas que se apoya sin duda en los medios de comunicación.

La sanidad pública también está dispensando a mansalva la hormona (ver el gráfico que ofrece El Confidencial) y comienza a hablarse de “testosteronadictos” por su efecto dopante.

Como casi siempre importamos lo peor y lo escribo porque en Estados Unidos, donde este tipo de clínicas y tratamientos están en auge los tribunales de Justicia se llenan de demandas judiciales.

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5 comentarios

  1. Cuando tienes 35 años y llevas años con problemas de líbido y te ofrecen la oportunidad de volver a “vivir” te dan igual los efectos secundarios. Estoy siendo tratado por un médico que trabaja para esta clínica mencionada y con la terapia de reemplazo de testosterona soy capaz de recuperar mi líbido. Quizá pierda cinco años de vida (según sus estudios, que a saber de donde salen), pero ya no pienso en tirarme por la ventana porque no se me levanta el pito. Así que esto es cuestión de ponerse en la balanza y elegir. A ver cuando tienen ustedes (los periodistas) valor para hacer un “estudio” tan duro contra cadenas de hamburguesas o bebidas azucaradas con cola… Ánimo

    1. Genial tu comentario.

      Yo tenía graves problemas de depresión e incluso ideas suicidas, sin duda me da igual que me quité 30 años de vida. Antes no vivía.
      Pero es que encima es falso, es lo que tú dices es peor la comida basura

  2. Señor Miguel, cuando usted pase la vuelta a los 50 años (y muchas veces antes), y empiece a ver cómo la andropausia le pasa factura, no solo en su vida sexual, sino es su deterioro físico, intelectual, emocional, usted no estará enfermo, solo estará envejeciendo. Pero seguramente no querrá perder su puesto en este mundo tan competitivo y tan demandante en el que vivimos a día de hoy. Entonces yo lo reto a que escriba otro artículo como este (totalmente desactualizado de la información científica más reciente), en lugar de ir a por la ayuda que le puede ofrecer un tratamiento médico.
    Dr. Rodríguez.
    Médico y paciente a la vez.

  3. Muy buenos días, Miguel.

    Tras la lectura de su artículo, con el que no terminamos de sentirnos cómodos, le informamos de que nos pondremos en contacto con usted para ofrecerle un segundo punto de vista sobre el tema que nos ocupa: los tratamientos de reemplazo de testosterona.

    Un saludo,

    Clínicas Doctor T

  4. Por una parte te venden los venenos para el colesterol que bajan entre otras cosas la testosterona y luego los tratamientos de testosterona.

    La testosterona se fabrica a partir del colesterol, zinc, vitamina D…. Los lácteos, soja y cerveza tienen estrógenos que bajan la testosterona. La Sal baja el potasio y ésto baja la testosterona.

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