La imagen de la industria farmacéutica según uno de sus abogados
Hace unos días el diario La Vanguardia publicó dos páginas tituladas Laboratorios bajo lupa. En ellas utiliza la percha de la publicación de dos libros de temática «industriosa» –mi nuevo trabajo en formato libresco y el de un oncólogo- para abrir un debate sobre la imagen de la industria farmacéutica. El reportaje está realmente bien hecho. Unos días después, Jordi Faus, abogado y socio del bufete Faus & Moliner, que defiende los intereses de muchas compañías farmacéuticas, escribió una columna de opinión en El Global, un periódico cuya línea editorial también va alineada con los intereses de los laboratorios farmacéuticos, en la que sin nombrar los libros utilizó como percha la publicación de los mismos para defender el valor de esta industria (algo legítimo y cuya razón en parte lleva -y esto no es un juego de intereses, ya me conocen-:
«Hace unos días, un periódico de Barcelona de reconocido prestigio dedicaba dos páginas a la industria farmacéutica. Bajo un título genérico, ‘Análisis del papel de la industria farmacéutica’, se destacaba que ‘un ensayo y una novela plantean los límites éticos del negocio de los medicamentos’, y se promocionaba, en definitiva, la publicación de dos libros donde al parecer se describen prácticas ilegales que los laboratorios llevan a cabo para conseguir que los receten sus productos. Asimismo, se denuncian irregularidades de todo tipo en el terreno de los ensayos clínicos».
Por la parte que me toca, lean el artículo, supongo que he de darme por aludido con la frase:
«Cuando se trata de vender, nada como los mensajes sensacionalistas».
Días después escribí a Faus. No era la primera vez: «Estimado Jordi, en cierto modo me ha sorprendido su escrito en El Global aludiendo de manera indirecta a mi libro y lo que ha publicado La Vanguardia. Escribe: ‘dos libros donde al parecer se describen prácticas ilegales que los laboratorios llevan a cabo para conseguir que los receten sus productos’. Comprendo que defienda a la industria farmacéutica (así, en general) pero no entiendo que utilice una dialéctica que simula desconocer estas prácticas. Precisamente mientras escribía este libro me puse en contacto con usted para recabar su opinión sobre el conocido como tarugueo tras ver en el boletín Cápsulas que su bufete publicó una noticia sobre la primera sentencia al respecto. Dicha sentencia reconoce responsabilidad penal por incentivar la prescripción bajo la apariencia de supuestos estudios de Fase IV.
Abajo tiene el enlace a la noticia y nuestra conversación, que he plasmado en mi libro Laboratorio de médicos. Por favor dígame algo pues voy a publicar sobre ello».
La respuesta de Jordi, amable siempre, no tardó en llegarme:
«Apreciado Miguel,
Gracias por su email. Yo utilicé la expresión ‘al parecer’ sólo porque no he leído los libros, y porque toda la información que tenía acerca de su contenido es lo que leí en la noticia de La Vanguardia, sólo por eso. Supongo que es por deformación profesional que no me gusta pronunciarme sobre algo sin haber contrastado los hechos personalmente.
Espero tener ocasión de leer ambos libros pronto, tras lo cual estaré encantado de tener un intercambio de impresiones con Vd. al respecto.
Un cordial saludo».
Bueno, pues sólo queda que Jordi Faus se lea el libro, quizá ya lo haya hecho. Por supuesto, tendremos ese intercambio de pareceres que propone si mantiene su palabra. Me llama la atención, Jordi, que opine en un periódico sin, dice, haberse leído el libro y que me diga que no le gusta pronunciarse sin haber contrastado los hechos, cuando la sentencia que publicaron en su boletín era la primera en el campo de la corrupción de los médicos por parte de la industria farmacéutica y supongo que por ello lo desctacaron.
Un saludo cordial Jordi, espero sus comentarios.
Desde la firma por parte de las compañías farmaceuticas del «codigo de buenas practicas», se han seguido dando este tipo de practicas, lo que no es menos cierto que con una doble moral, las compañías dejan claro en cientos de documentos que cuando se paga un estudio de participación, se paga la opinión, y ello no conlleva aparejada oabligatoriedad de prescripción, Y UNA MIERDA, que cuenten los delegados si no tienen presión de sus inmediatos superiores pra que en el bricks en el que han puesto el-los estudios suban las ventas. Quien no ha dicho yo te relleno el estudio, pero tu me pones x tratamientos. La industria juega con una doble moral ente sus propios empleados,dejando a estos la presión de unos resultados sin quererse mojar.
Un amigo: pues con lo que dice usted de Nikita no va mal del todo no, primero aceptó el trabajo,y tal como usted dice ya no hubiera tenido que aceptarlo es verdad, yo pienso que mas que doble personalidad lo que le pasó es que se dio cuenta del «pastel» despues cuando estuvo dentro, de fuera creo no lo vio tal y como es, creo yo.
Ahora bien en cuanto a lo que dice usted que la medicina salva vidas, mire le escribo un refran popular famoso castellano, «mató mas la receta que la escopeta» y si con este no le queda claro aqui va otro «la medicina es el arte de mandar a la gente a la ultima morada con palabras griegas» y por si aun no ve claro «la medicina es el arte de dar medicamentos de los que poco se sabe a un cuerpo del que aun se sabe menos» y estas frases son de eminentes medicos.
Para Un amigo:
Permítame que le diga que no dudo que haya leído el libro «Laboratorio de Médicos«, pero por sus palabras no ha entendido mucho o no le interesa entender. Y dudo mucho también, a tenor de sus dos post, que entienda mi respuesta, pero voy a ser cortés.
El autor explica con mucha claridad cómo Nikita conoce por primera vez la visita médica a través de un laboratorio de medicina natural donde el «procedimiento» no tiene nada que ver con lo que después tendría que ser imperativamente su arma de trabajo. No es la visita médica del tarugueo, sino de la información a muchos médicos de un tipo de terapia que desconocían, la oligoterapia, la visita médica que conoció durante algo más de dos años. Siguiendo su trayectoria profesional, cambia a un laboratorio mediano donde no maneja ningún presupuesto de inversión para influir en que los médicos receten. Es finalmente cuando su empresa se fusiona con otra, cambian los compañeros y los superiores, la forma de trabajar del equipo da un giro de 180º.
Y, por supuesto, Nikita firma un contrato laboral de «visitador médico» con las tareas que ello comporta y que en teoría son las propias de la información y la promoción de medicamentos, las mismas que realizaba en el primer laboratorio. Su salario se compone de una retribución fija y otra retribución variable por conseguir los objetivos de ventas (como en el primer laboratorio). En ningún contrato se especificaba que tuviera que negociar recetas y menos, por ejemplo, utilizar nombres de médicos para emitir facturas de cursos inventados. Nada de esto estaba en su contrato de trabajo que se complementaba con un anexo sobre la responsabilidad de llevar a cabo prácticas contrarias al código deontológico castigadas incluso con el despido. Paradójicamente, las mismas prácticas que tenían que llevar a cabo todos los visitadores de su zona si querían continuar en su puesto de trabajo…
Así, estimado Amigo, le rogaría que no alucine o relea el libro porque Nikita no acepta un puesto de trabajo que conlleva el soborno como método, sino la información técnica que era la visita médica que ya conocía previamente.
Su ejemplo del ejército es poco o nada ilustrativo porque en ningún momento Nikita acepta las «normas no escritas» que luego se le imponen. Si se refiere a que podía haber cogido la puerta e irse, como algunos han apuntado, la respuesta es NO porque ningún trabajador tiene la obligación de ser coaccionado en su puesto de trabajo y SÍ el derecho a que se respete su contrato de trabajo. Si ello significa para usted «salir mal de una empresa» o «ser conflictivo», es una opinión personal muy poco solidaria en la que no voy a entrar.
También le diré que sólo se puede criticar y proponer mejoras de una profesión como en este caso la visita médica, cuando se conoce. Usted que también parece visitador médico de la rama no sanitaria parece que no tiene nada que objetar.
Para finalizar, aunque yo no tengo nada que ver con el autor del libro, si usted realiza fotocopias, y vende dichas fotocopias digamos en un top manta, está infringiendo la ley y lo más probable es que tenga que afrontar una denuncia por un ilcíto penal. Si hace fotocopias de su libro en su casa, estará haciendo algo prohibido bastante absurdo porque la tinta y su esfuerzo le va a costar más que comprarse un ejemplar en cualquier librería. ¿Qué tiene que ver esto con los genéricos? ¿Insinúa que son algo ilegal…?
Atentamente,
Nikita
P.D.- Le agradezco lo de la doble personalidad porque efectivamente, no sé si doble o no, pero de personalidad voy bastante servida.
Un amigo: y si los de CEDRO te pillan con lo de las fotocopias y te cae un puro. (CEDRO es el equivalente a la SGAE en cuanto a la propiedad intelectual).
Un amigo: Africa (paises desfavorecidos que dice usted) estaba libre de sida hasta que el hombre blanco a traves de farmaceuticas laboratorios medicinas diversas vacunacion UNICEF y demas engendros del demonio les llenaron de esta enfermedad.
Estimado Miguel Jara:
Despues de leer tu libro no entiendo varias cosas.
primero…… tomas la informacion de empleados que han salido descontentos con la profesion esa de los visitadores medicos.
segundo….. catalogas los laboratorios farmaceuticos como tramas de corrupcion tipo CIA , crueles , con intenciones criminales cuando leo que de forma gratuita y digo de forma gratuita entregan medicamentos a paises desfavorecidos con el fin de poder salvarlas.
Deduzco que todo esto esta cargado de demagogia , sacas a la luz cosas malas pero no lo contrastas con las aportaciones que la industria farmaceutica y medicos aportan a la sociedad en general y que son cosas buenas , por lo tanto Miguel creo que has hecho un buen trabajo pero deduzco que lo importante es salvar una vida sea como sea y cueste lo que cueste.
Tambien quisiera comentar que si tan buenos son los genericos que son copias mas baratas que el original quisiera me respondieras a esta pregunta ¿ Miguel si yo decido hoy hacer fotocopias del Libro Laboratorios de Medicos y decidiera venderlo a mitad de precio por mi cuenta y si tu permiso, no te pondrias nervioso ?
Un amigo, gracias por leer mi trabajo, le explico. Tomo la información que me pasan mis fuentes y sí, coincide con que la mayoría han salido mal parados de los laboratorios que les tenían empleados. Supongo que eso es así porque es más normal que quien tiene problemas se acerque a un periodista que quien está a gusto o sencillamente aguanta como puede en su trabajo. Ya he explicado en otras ocasiones que Nikita es la protagonista porque es la visitadora atípica que se rebela contra una injusticia como la corrupción a la que intentan someterla (ella le ha explicado muy bien su caso ante sus interrogantes). Durante mi investigación soy consciente del hecho que menciona pero también he explicado que los protagonistas del libro aparecen en él por la información que me han facilitado no por otros motivos.
Es obvio que existen muchos laboratorios que venden productos buenos, útiles, algunos se anuncian en este blog incluso y más que se anunciarán en los próximos meses. Ello no es óbice para publicar sobre la corrupción existente en este y cualquier otro sector, sus tramas delictivas, sus crueles acciones y además, como se habrá fijado, mezclando la investigación periodística con recursos propios de la literatura. Es una historia o relato más que un ensayo al uso.
Sobre su generosa oferta para dar a conocer el libro y por ello conseguir más difusión de su contenido no puedo ayudarle pues aunque se me ocurre que en vez de hacer fotocopias que le costarán dinero yo le regale unos cientos de ejemplares para que usted los venda a un precio inferior y nos repartamos el beneficio, por ejemplo, me temo que esto lo tengo prohibido por contrato y tengo por norma cumplir lo que firmo. Me pondría nervioso saber que si le pillan los abogados de la editorial en que publico le van a complicar la existencia.
Estimada Nikita:
Despues de leer el libro Laboratorios de medicos donde es usted protagonista ebo de pensar que debe tener doble personalidad.
Me explico cuando era visitadora de AstraZeneca acepto el trabajo recibia el sueldo que le daban esos incentivos que usted dice que le daba , mas formacion etc etc y ahora despues de salir mal con esta empresa ahora nos comenta que toda esta pofesion esa de los visitadores medicos esta mal y es un error , y una trama , conspiracion o algo asi , por lo tanto mi pregunta es esta ¿por que lo aceptastes?
Eres el ejemplo de un recluta que se apunta a un ejercito se entrena y te dice que tienes que matar y encimas matas para luego decir que eso es un error , creo Nikita que nadie te obligo deduzco por tus palabras que estas enfadada con todo esto pero tu lo aceptastes.
Estimados señores del foro:
Quisiera intervenir en este debate para comentar esto » el medicamento tiene efectos secundarios » todos ellos analizados , estudiados y debo recordar que antes de que un medicamento salga al escenario pasa por la fase III , dicha fase es el estudio del medicamento en los seres humanos voluntarios que se ofrecen y no voluntarios obligados de modo que estimada Brussy estas totalmento equivocado y sobre todo mal informado , ademas debo de comentar que un ministerio de sanidad recibe toda la documentacion sobre este medicamento para ser estudiado y para luego ser introducido en el mercado.
Pongo otro ejemplo y es este » Mercedes lanza al mercado un modelo de coche que resulta que al chocar el motor se incendia, pues claro que la empresa lo ha estudiado ha hecho miles de pruebas pero en la vida nada es perfecto «.
Recuerden que si la penicilina de Fleming no se hubiese patentado y fabricado a gran escala no habria podido salvar tantas vidas , que por cierto la penicilina tiene el efecto secundaria de producir diarreas .
Permíteme que te diga que el que da por hecho todo lo que has escrito eres tú. Los pacientes no son tontos y tienen el derecho a informarse de la relación que existe entre su médico y el proveedor de los fármacos que paga y consume. Desde luego, el conocer que ciertos médicos tienen preferencia de receta porque un laboratorio les paga un congreso o un crucero supongo que no será plato de buen gusto. Entiendo también que este tema tabú para muchos estaba mejor enterrado que sometido a la opinión pública.
El papel fundamental del visitador médico no es informar ni formar al prescriptor. Todas las actividades que realiza tienen un único fin: conseguir el mayor número de recetas en sus bricks. Por ello, decir que la industria farmacéutica se encarga de la formación que no imparte la administración a los médicos sí es pura demagogia. La formación e información que imparte la I.F. va dirigida al uso de determinados fármacos por lo que no tiene la función didáctica que se quiere hacer creer a la opinión pública.
Por supuesto, en todos los sitios hay gente buena y mala. Con esta frase de relleno no se puede defender una profesión disfrazada de dudosa utilidad para la clase médica y para la sociedad. Se puede vender productos OTC en las farmacias, pero los fármacos que curan enfermedades no pueden ser susceptibles de venta como meras mercancías. Deben competir en el mercado por su eficacia y/u otras caracterísitcas técnicas, pero nunca por el interés económico de sus intermediarios por muy empresas privadas que sean.
Hola a todos, con todo el respeto del mundo creo que hacéis una demagogia que no tiene ni pies ni cabeza.
Dan por hecho que los pacientes que mejoran diA a diA su calidad de vida son tontos, que las farmacéuticas ponen productos dañinos (es la ruina pa ellos) en el mercado y que los médicos son unos sinvergüenzas al igual que los visitadores médicos.
Desde mi punto de vista no es así, el diA que alguno de ustedes se ponga enfermo, lo mejor es ir a visitar al SR. Jara y nos de lecciones de moralidad por tratamiento.
Creo que el Sr. Jara no sabia como hacerse popular( hay personas que no pueden ser un d.nadie) y esta jugando con algo muy sensible y así se hace notar.
Sr. Jara hay muchas mas cosas buenas que mala detrás de una visita medica o detrás de la industria. Por lo que le animo a que se informe mejor. En todos los sectores por desgracia hay gente buena y gente mala pero vende mas hablar de la carnaza, se encuentra mas notoriedad.
Un saludo y gracias por permitir mi comentario.
Dar mi enhorabuena al señor Jara. No le envidio en su tarea, no por la dificultad intrínseca de su nueva función, que también, es más bien por la «imagen» de la industria farmaceútica en la actualidad, de la que se han encargado en construir.
Creo, en mi humilde opinión, que debería jurisprudencialmente, establecerse diferencias tan claras en los medicamentos como en la medicina, distinguiendo cuando es reparadora «sanadora» de alguien que acude al medicamento o a la medicina, de alguien que lo hace para modificar algo de sí por que opta por ello.
Muchas veces paso de puntillas por tu blog, Miguel, más que nada porque leyendo cosas como lo que le ha pasado a Paqui, se me pone el hígado de montera y …no comprendo como todavia con todo lo publicado, aun hay gente que se mete por la boca todo lo que los medicos recetan, despues de todo lo que ha salido a la luz!, no me lo explico.
Miguel, lei ambos artículos el de La Vanguardia «super» pero el del Global, el Sr. Jordi da por hecho que ha leido tu libro Laboratorio de Médicos, lo deja entrever en el artículo.
Oiga Sra. ¿cobra comisión por llevar ese libro?
A lo que contesto «el que se pica porque ajos come».
Si Miguel, eso me ha pasado por dos ocasiones en los alrededores de recintos hospitalarios.
Nunca he sido de contestar de esa forma no sé si son por las enfermedades que me ha producido ese medicamento (no menciono el medicamento para que el Sr. Jordi no se moleste) tampoco y desde hace mas de dos años, he podido leer un libro (era una lectora empedernida) pero tengo dificultad en la memoria y no retengo a los personajes y su función.
Por este problema y ya que tengo que leer varias veces cada parte de tu libro, a todos lados que voy me lo llevo.
Me seguirán diciendo algo más pero «cada una sabe lo que lleva encima».
Paqui.
Gracias Paqui, no dudemos de la palabra de Jordi Faus, si no ha leído Laboratorio de médicos lo leerá y entablaremos ese debate provechoso, seguro. No tengas reparos en nombrar el Agreal, el medicamento de Sanofi Aventis que tanto daño os ha hecho a tantas mujeres que le confiásteis vuestra menopausia, como reconocen las múltiples sentencias judiciales dictadas ad hoc.
Saludos desde la Península.
Es interesante esta sentencia en cuanto que los hechos probados en los que se basa están relacionados directamente con el incentivo en forma de abono de gastos de estancias en congresos médicos y seguimiento farmacológico de los productos, es decir, prácticas que son la esencia del trabajo de la mayoría de los visitadores médicos.
A la pretensión de los demandados de que la “remuneración de actividades de farmacovigilancia», y que «incentivar a los
médicos para que receten los medicamentos de un determinado laboratorio, y no otros, constituye un acto lícito, el Tribunal Supremo contesta que «incentivar» no consituye una actividad lícita de promoción comercial, incluidos los congresos y, por analogía, cualquier otro recurso que los visitadores han estado ofreciendo/entregando a los médicos durante años para incrementar sus ventas.
Estoy segura de que la mayoría de los visitadores no son conscientes de que ofrecer la inscripción o la estancia de un congreso para que el médico recete su marca, es algo ilícito. La permisividad y la «vista gorda» en estas prácticas ha hecho que lo habitual aparente ser permitido.
Pero no olvidemos que la ignorancia de las leyes no exime de su cumplimiento…
Me ha parecido fabuloso el enlace que dejas al boletín jurídico donde se recoge la sentencia contra un laboratorio, un visitador y un médico por los pagos realizados y aceptados por supuestos estudios para favorecer una determinada prescripción. Una práctica, me temo, más que extendida en nuestro entorno.
Con tu permiso, me gustaría usarla para una futura entrada en el blog postpsiquiatría, citando el tuyo como fuente, por supuesto.
Un saludo.