El “mapa” de los residuos de químicos tóxicos en nuestros alimentos
Ecologistas en Acción ha publicado el estudio Directo a tus hormonas sobre los plaguicidas que hay en los alimentos, muchos de los cuales tienen capacidad de alterar el sistema hormonal. La mitad de los vegetales tiene residuos tóxicos. Luego nos insisten (con razón) en que comamos muchas frutas y verduras…
Los datos de ese informe provienen de fuentes oficiales, como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN). Los análisis de residuos de plaguicidas se han realizado en 2.186 muestras tomadas en 2015 de productos de origen animal, cereales, frutas, verduras y otros productos vegetales, productos procesados, alimentos infantiles e infusiones. El número total de pesticidas analizados en 2015 es 761. Los análisis incluyen sustancias cuyo uso está autorizado y también sustancias ya prohibidas (DDT, lindano o endosulfán).
Hay que saber que no se analizan todas estas sustancias en todas las muestras. Los resultados son preocupantes pues los alimentos españoles contienen al menos 38 plaguicidas con capacidad de alterar el sistema hormonal. Esta cifra es superior a los 33 plaguicidas disruptores endocrinos encontrados en los alimentos de 2014.
También es de mencionar que por segundo año consecutivo, el programa de control de residuos de plaguicidas no busca en las muestras de alimentos la presencia de dos plaguicidas de amplio uso, el amitrole y de glifosato.
La Comisión Europea renovó la autorización del uso de glifosato por cinco años a finales de 2017.
El glifosato es el herbicida más utilizado en España. La formulación más conocida es el Roundup. Además de ser disruptor endocrino ha sido clasificado por la Agencia Internacional de Investigación sobre el cáncer (IARC) como probable cancerígeno para los seres humanos. Análisis realizados en otros países europeos han mostrado la presencia de elevadas concentraciones de esta sustancia en alimentos como el pan y la cerveza.
También se ha detectado glifosato, en concentraciones por encima de los niveles considerados como seguros, en muestras de orina de la población de varios países europeos.
El trabajo de Ecologistas recoge los residuos encontrados en todas las muestras de cada alimento en conjunto. Esto quiere decir que algunas muestras pueden estar libres de pesticidas y otras tener varios tóxicos a la vez. Una misma muestra de alimento puede contener varios residuos. Sirva de ejemplo un té chino en el que se detectaron residuos de trece plaguicidas diferentes, cuatro de los cuales son disruptores endocrinos.
¿Y cuales son los productos con más tóxicos? Por lo general los vegetales. La mitad de las frutas y verduras contienen residuos y casi la mitad de los cereales idem. Además, el 3% de esos vegetales tiene biocidas por encima de los límites considerados seguros.
Los productos procesados no llevan muchos restos, más del 80% están sin ellas y las carnes casi el 100% están libres de tóxicos. Los alimentos infantiles presentan un 100% de seguridad.
Pimientos y tomates son los alimentos con más pesticidas, 37 y 16 de ellos son disruptores endocrinos. Peras con 36 y 15, naranjas, 32 y 14 y manzanas, 31-14, les siguen en el ranking tóxico.
Los resultados muestran que la población española está expuesta a un elevado número de biocidas a través de la alimentación. En la mitad de las muestras de frutas y verduras se han encontrado residuos de esos tóxicos. Un buen número de estos pesticidas, al menos 38, tienen propiedades de disrupción endocrina.
Los datos reflejan sólo una parte de la exposición a plaguicidas a través de los alimentos. Así, el programa de control de residuos en alimentos no analiza todos los plaguicidas que se utilizan (por ejemplo, glifosato) y a esto hay que añadir que puede haber restos de químicos agrícolas por debajo del límite de detección utilizado durante los análisis que, por lo tanto, hayan pasado desapercibidos.
Estos resultados de plaguicidas disruptores endocrinos tampoco reflejan la totalidad del problema, ya que el análisis
ha contemplado sólo 53 sustancias activas mientras que un estudio reciente encargado por la Comisión Europea
ha identificado 162 sustancias que se conoce o sospecha que pueden ser alteradores hormonales.
La exposición a pesticidas disruptores endocrinos en nuestra comida aumenta respecto al año anterior. En concreto pasa de 33 plaguicidas EDC detectados en 2014 a 38 productos agrarios detectados en 2015. Aún así, concluyen desde la organización promotora del informe
es alentador observar que el número total de plaguicidas detectados se reduce en relación a 2014 de 134 a 128 sustancias, a pesar de que el número de sustancias analizadas aumenta de 621 a 761″.