Daños provocados por los cosméticos, suelen ser pocos pero pueden ser graves
La farmacovigilancia ha cobrado interés estos días por la polémica intervención del catedrático de Farmacología Joan-Ramon Laporte en el Congreso de los Diputados en una Coimisión de Investigación sobre la vacunación Covid. Pero hay más. También está la cosmetovigilancia. El control de los posibles daños a la salud de los productos cosméticos que usamos cada día.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ofrece un que informe recoge los casos de efectos no deseados relacionados con el uso de productos cosméticos ocurridos en España durante 2020.
Esos efectos secundarios fueron registrados por entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2020. También recoge los casos graves que han tenido lugar en otros Estados miembros de la Unión Europea y que han sido comunicados a la Aemps.
Si la infranotificación de los daños provocados por los medicamentos es un grave problema de salud pública (se estima que sólo se reportan entre un 2% y el 20% de las lesiones por fármacos, dependiendo de los países y en la mayor parte no llegan al 5%), con los cosméticos sucede algo similar.
Los efectos no deseados se consideran graves cuando producen incapacidad funcional temporal o permanente, discapacidad, hospitalización, anomalías congénitas, riesgo vital inmediato o muerte.
Por lo general, los daños son de carácter tópico y leve, como las dermatitis y urticarias, pero, ocasionalmente, también pueden darse casos de efectos sistémicos, como insuficiencias respiratorias, y de carácter grave.
En 2020 se ha observado un descenso del 16% en las notificaciones de efectos no deseados con respecto a 2019. Esta caída podría deberse a un uso más reducido de determinadas categorías de productos cosméticos durante la pandemia de la Covid-19, como los productos de maquillaje, protectores solares y otros relacionados con el cuidado del aspecto personal.
En España se han advertido 18 casos graves de daños por cosméticos en 2020. Los que más efectos no deseados han provocado son de más a menos daños son: cuidado personal, productos solares, cuidado del cabello, depilatorios, higiene bucal, higiene, desodorantes, antiséptico de piel sana y productos para masaje deportivo.
Las afecciones para la salud también de mayor a menor incidencia: Dermatitis inespecífica, dermatitis irritativa, dermatitis alérgica, síntomas oculares, alopecia, dermatitis fotoalérgica, choque anafiláctico, acné cosmético/acné foliculitis, síntomas respiratorios e irritación de la mucosa de la boca.
La Aemps determinó que ninguno de los 69 productos cosméticos estudiados suponía un riesgo para la salud de la población general, sino que
en todos los casos los efectos no deseados se debían a reacciones particulares relacionadas con la idiosincrasia de cada consumidor. Además, tras la evaluación global de los casos no se detectó ninguna tendencia que indicara un riesgo emergente. Por tanto, no fue necesario realizar ninguna toma de medidas”.
Una suerte que la unidad de Cosmetovigilancia de la Aemps realiza la investigación de todos los casos recogidos por el Sistema Español de Cosmetovigilancia, recabando la información necesaria en cada caso, tanto de los productos implicados como de sus efectos.
Y escribo suerte porque con los daños provocados por los fármacos no ocurre lo mismo.
Como nos cuentan al > algunas familias que han sufrido, por ejemplo, daños por las vacunas Covid-19, han notificado las muertes de sus familiares a la Aemps pero la agencia no ha investigado lo sucedido.
Y no es lo mismo el daño que puede causarte un tratamiento médico que un cosmético, sin minusvalorar esos daños graves que comunica el informe citado.
Recordad el caso de los polvos de talco y cómo la multinacional Johnson & Johnson (J&Jfue condenada a pagar 353 millones de euros por un cáncer asociado a ese producto. La cifra bate récord pero no es la única sentencia contraria a la compañía por ese motivo pues en febrero de 2016 y también en Estados Unidos (EE.UU.) otra mujer recibió 72 millones por similar caso.
En fin, hay que estar más al tanto de los cosméticos.
En la conclusión de la AEMPS :
“En todos los casos los efectos no deseados se debían a reacciones particulares relacionadas con la idiosincrasia del consumidor…”
Queda evidente la tendencia a culpabilizar al consumidor por ser demasiado sensible (a uno o varios ingredientes muy probablemente tóxicos y perjudiciales).
En el siguiente párrafo: “Además, tras la evaluación global…no fue necesario realizar ninguna toma de medidas”. En realidad mucho bla bla pero no dicen nada porque no dan datos concretos sobre los resultados de “la evaluación global de los casos”. Y en el caso de que se hubiera hecho dicha “evaluación” (que lo dudo), debería haberla realizado alguna institución libre, independiente y objetiva.
Pues bien, la conclusión es que si ellos no van a tomar medidas, somos los consumidores los que hemos de tomarlas. Nosotros tenemos el poder a la hora de seleccionar comprar un producto y no otro. Y los productos que dejen de venderse, dejarán de fabricarse. O acabarán eliminando de su composición ciertos ingredientes.
Y antes de comprar, información. De fuentes limpias…
ewg skin deep cosmetics
El problema es a veces una reacción aguda a un producto y muchísimas más veces el EFECTO DAÑINO causado tanto por la SINERGIA como por la ACUMULACIÓN en el tiempo de ciertos ingredientes perjudiciales que componen productos que se usan a diario: cremas faciales y corporales, geles, champúes, dentífricos, mascarillas, tintes, lacas, espumas, tratamientos de uñas, perfumes, etc etc etc
Hay gente que no entiende que todo lo que se pone en la piel acaba en su torrente sanguíneo, a parte de que también lo inhala vía mucosas (nariz, boca, ojos…).
Por ejemplo, los parabenes (hay varios tipos: metylparaben, propylparaben, etc) hace muchos años que se sabe que son estrogénicos y pueden producir cáncér. Pero ahí siguen…
El problema es la “normalización” de las presiones/amenazas/sobornos de los “lobbies empresariales” en las instituciones reguladoras y en los políticos.
Como pasa con las nuevas tecnologías, con el glifosato en agricultura y con los aditivos o las grasas de palma o los plásticos chungos en la alimentación. Por poner sólo algunos ejemplos…
Hay miles de productos/ingredientes que siguen siendo autorizados y siguen afectando a la salud de las personas (y también, a menudo, al medio ambiente).
Lugar donde consultar ingredientes de cosméticos (e incluso muchos productos) con grado de toxicidad de 1 a 10 y concretando los posibles efectos secundarios para los seres humanos y para el medio ambiente:
ewg skin deep cosmetics database
(No conozco ninguna en español)
Merecerían capítulo aparte ambientadores de todo tipo y casi todos los productos de limpieza (suavizantes en el top ten).
Con el presidente Rajoy años a se estuvo a punto de regular tema ambientadores y “curiosamente” todo quedó en nada…