El Tribunal de Derechos Humanos protege a las personas de las industrias contaminantes
Hemos conocido algo destacado. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) emitió hace unos meses una importante sentencia. Trata sobre las obligaciones internacionales de los Estados supervisar y fiscalizar las actividades de las industrias contaminantes, en el marco de la potencial afectación a los derechos humanos.
Dicho asunto fue identificado como Pavlov and others vs. Russia. Los demandantes fueron dos decenas de ciudadanos rusos de Lipetsk, una ciudad industrial y el centro administrativo de la región del mismo nombre. Está situada a unos 500 km al sureste de Moscú y tiene una población de más de medio millón de personas.
Los hogares de los solicitantes están ubicados a varios kilómetros de los sitios de grandes empresas industriales en Lipetsk. En 1993, con el fin de delimitar las áreas en las que la contaminación causada por estas plantas podría exceder los estándares de seguridad aplicables, las autoridades regionales les ordenaron crear zonas tampón alrededor.
Dentro de las cuales la contaminación podría exceder los niveles seguros.
Los demandantes alegaron que las sustancias tóxicas en el aire atmosférico y el agua potable, emitidas por el gran complejo industrial compuesto por plantas siderúrgicas, mecánicas y cementeras, habían excedido sistemáticamente los niveles máximos permitidos.
Además, indicaron que las autoridades, en contravención del derecho al respeto de la vida privada (artículo 8 de la Convención Europea de Derechos Humanos), no habían tomado medidas adecuadas y suficientes para mejorar la situación ambiental de su ciudad.
El TEDH ha considerado que los demandantes sí estaban expuestos a una contaminación suficientemente grave, a pesar de que sus hogares no estaban situados en las inmediaciones, sino a varios kilómetros de las empresas industriales.
El alto Tribunal destacó que la situación ambiental denunciada era notoria y venía de lejos en el tiempo. Las autoridades estaban en posición de evaluar los riesgos de contaminación y tomar las medidas adecuadas para prevenirlos o reducirlos.
Por lo tanto, el Tribunal evaluó si el Estado había tomado medidas razonables y apropiadas para equilibrar los derechos de los demandantes frente al interés económico general de la región.
La sentencia es importante porque exhibe cómo se puede garantizar que un tribunal internacional de derechos humanos sea capaz de incorporar pruebas, científica y técnicamente complejas, en su razonamiento legal para evaluar los niveles de contaminación de una industria y sus impactos a la salud y bienestar de los demandantes.
En el > llevamos un caso similar pero a menor escala en Toledo. De los bajos de un conocido hotel de dicha ciudad emanan olores y gases fétidos e insalubres que afectan a una treintena de familias.
La actualidad es que los problemas de olores persisten y ni el ayuntamiento de Toledo, ni el responsable de la emanación de olores, arreglan la situación.
El proceso de derechos fundamentales está en fase probatoria.
A finales de febrero tenemos la audiencia previa contra la empresa responsable de la fosa común origen de los problemas. La contaminación continúa.
Hay vecinos que tienen diagnóstico de Sensibilidad Química Múltiple incluso, enfermedad que se está agravando con las continuas emanaciones.
Miguel, comenzó a operar la censura o es solo autocensura? No se puede tapar el sol con un dedo.
Saludos Cordiales.
Carlos, desde el fin del mundo, dónde ….todavía …nos permitimos/ permiten pensar.
Pavlov and others versus Russia. Parece una colateral de OTAN and others versus Russia. Pero es que casi ya no tiene gracia, porque parece un servicio más de la UE a los amos, los EEUU, para que no dejen de invertir en energía limpia y barata en vuestros territorios. Además de los miles de millones de dólares en armamento ecológico y saludable para los humanos y el medio ambiente.
Joder!
Saludos.