¿Estamos preparados por si el brote de ántrax llega a Europa?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) está avisando de un alto riesgo de expansión del brote de ántrax declarado en Zambia. Desde el 20 de noviembre de 2023, han sido confirmadas cuatro muertes y 684 casos sospechosos.
Existe, siempre según la OMS, un riesgo “considerablemente alto” de que traspase fronteras dado el frecuente desplazamiento de animales y personas.
Y dicen que las cifras ya superan a las de la última epidemia a gran escala en el país africano, que se registró en el año 2011 con un total de 511 casos sospechosos. Los brotes epidemiológicamente relevantes han sido escasos: ahora, sin embargo, los casos en humanos han aumentado hasta cifras nunca antes vistas en ese estado africano.
El ántrax es una enfermedad causada por una bacteria llamada Bacillus anthracis. Se trata de una zoonosis (una enfermedad que se transmite de animales a humanos).
Es una infección de la piel que a menudo compromete un grupo de folículos pilosos. El material infectado forma una protuberancia, la cual se presenta en lo profundo de la piel y generalmente contiene pus. La bacteria se disemina con facilidad pues se trasmite por esporas.
Zambia es un país con altos niveles de pobreza y la infraestructura sanitaria, así como la disponibilidad de vacunas y medicamentos es escasa. Todos ello contribuye a que no sea fácil contener estos brotes.
Y claro, cuando aparece una nueva amenaza de epidemia (vamos a acabar por acostumbrarnos hasta perderles el miedo) toca saber qué tratamientos están disponibles para hacerle frente.
No sé si lo recordáis, pero en el año 2001, tras los atentados contra la Torres Gemelas se produjo una alarma por la expansión de cartas con el temido bacilo del ántrax que unos supuestos terroristas estarían usando para cometer atentados.
Por entonces, apareció como “antídoto” para prevenir el ántrax el antibiótico Cipro (ciproflxacino) de Bayer.
Después de los primeros casos de ántrax, el gobierno de Estados Unidos quiso comprar mil millones de tabletas de Cipro y Bayer aumentó su producción.
Pero el precio de la tableta que el consorcio vendía al ministerio de Salud de Estados Unidos era de 1,77 dólares.
Al surtir mil millones de tabletas, las ganancias para Bayer serían de mil 770 millones de dólares. Un negocio redondo, considerando que el precio de producción de una tableta de Cipro es de unos cuantos centavos. Washington se negó a pagar ese precio.
La confrontación no se hizo esperar y el gobierno de George Bush hizo un amago similar a lo que hacen el gobierno de George Bush hizo un amago similar a lo que hacen muchos países y no sólo en vías de desarrollo como Brasil, Sudáfrica o India, emitir licencias obligatorias de ese fármaco, que es una práctica legal. Es decir, estatalizar el medicamento por motivos de salud pública.
Philip Mimkes, miembro de Coordination Gegen Bayer-Gefahren (Coordinación Contra los Peligros de Bayer) -organización no gubernamental que da seguimiento a las operaciones de esta empresa farmacéutica-, contó la historia de esa negociación.
Claro, han pasado muchos años ya de eso, y hoy ciprofloxacino es un medicamento denostado, pues se trata de una fluoroquinolona y el Gobierno español hoy hace campaña contra ellas:
Sanidad advierte de la peligrosidad de algunos antibióticos muy usados, como las fluoroquinolonas
El ántrax tiene sus peligros… y alguno de sus tratamientos también. Los medicamentos disponibles hoy para el ántrax son diversos antibióticos y las antitoxinas.
También existe una vacuna llamada Biothrax.
Solo una, y es un fármaco muy antiguo ya que fue autorizado en 1970 como prevención para personas con alto riesgo de exposición al patógeno, especialmente trabajadores de laboratorios de bioseguridad.
La indicación se amplió en 2015, en plena alerta por el terrorismo yihadista tras los atentados de París, así que también se podrá aplicar a personas que ya han sufrido un ataque.
¿Cuáles son los riesgos de la vacuna contra el ántrax? Las vacunas, como cualquier medicamento, podrían causar un problema grave, como una reacción alérgica fatal. El ántrax es una enfermedad muy grave, y el riesgo de que la vacuna provoque un daño grave es extremadamente pequeño. Al igual que sucede con cualquier vacuna, se han informado otros problemas graves.
Eso por lo que respecta a los humanos, porque luego está Antravax, para los animales. Según su ficha técnica, hay que tener cuidado en su aplicación porque puede contaminar al humano al llevar el virus atenuado. Lleva aluminio para potenciar su efecto (sustancia peligrosa para la salud), y uno de cada diez animales, vacas y ovejas, padecen efectos secundarios.