Psicoanálisis o un tiempo en que la Ciencia acogía todo lo observable
En uno de los muchos comentarios que está suscitando la entrevista al científico Javier Peteiro le escribía que me gustaría conocer su opinión sobre el psicoanálisis (yo no sé del tema). Él critica lo que denomina “pseudociencias” y existen personas con la suficiente falta de respeto como para incuirlo en su lista inquisitorial. Lo que sigue es su respuesta:
Al respecto tengo el mayor respeto por el Psicoanálisis. Es cierto que no puede catalogarse como ciencia en el sentido en que lo sería la Física, por ejemplo. Pero tampoco es en absoluto una “pseudociencia”, como afirma Mario Bunge (creo que también lo asegura de la teoría de cuerdas).
Es un método terapéutico que supone una teoría de lo psíquico. Ha surgido de la Ciencia, con Freud, en un tiempo en que la Ciencia acogía todo lo observable y no sólo lo medible y es fundamentalmente empírico, lo que supone que se puede dar también entre analistas una objetividad intersubjetiva relacionada con aquello de lo que hablan. Ha de recordarse que Freud fue un hombre muy respetado en su época (basta con recordar su correspondencia con Einstein, entre otros) y reconocido por la Royal Society (en donde no entra cualquiera). Pero el Psicoanálisis no se ha quedado en Freud ni aun menos en Jung, como el lector superficial puede pensar. Ha habido toda una evolución teórica contrastada por la práctica clínica. Es decir, estamos ante algo vivo y que evoluciona.
Un aspecto que conviene tener en cuenta es que, como cualquier otra disciplina, tiene una terminología propia; eso puede generar alguna dificultad a la hora de aproximarse a él desde la mera lectura. Pero nada en esta vida es fácil.
Insisto en que se trata esencialmente de una práctica clínica relacionada con la subjetividad y que la teoría sirve esencialmente para interpretar, para dar cuenta de lo que es constatable en ese encuentro analista-analizante. En cierto modo, podríamos decir, simplificando, que el psicoanálisis habla de lo que la ciencia no puede hablar: de la subjetividad. Ello no significa, por supuesto, que carezcan de valor las aproximaciones científicas al conocimiento del ser humano, principalmente las neurobiológicas, pero sí que hay un exceso de simplificación en el acceso a lo psíquico por parte de otros enfoques psicológicos, especialmente los conductistas.
Podríamos hacer una comparación con la Historia. El psicoanálisis se ocupa como ésta de una narración pero en este caso es lo inconsciente de la persona quien narra, en su vida y en el encuentro analítico. No cabe duda de que aceptar la bondad del Psicoanálisis supone asumir la realidad de lo inconsciente en nosotros mismos.
Lógicamente, la utilidad del Psicoanálisis es la que es, clínica y referida a lo psíquico (aunque pueda haber manifestaciones somáticas implícitas a ese sufrimiento psíquico). Convive perfectamente con las demás ramas de la Medicina, especialmente la Psiquiatría (muchos psiquiatras y médicos son también psicoanalistas).
Hay algo que me interesa subrayar con respecto a lo clínico (y el Psicoanálisis es algo esencialmente clínico). La Medicina no es una ciencia sino relación clínica, diagnóstica y terapéutica, relación de dos, aunque a veces se precisen incluso grandes grupos como sucede en operaciones complejas. Pero no es una Ciencia. Lo que ocurre es que sí vive de la Ciencia, la precisa absolutamente, porque es lo que le permite avanzar en sus medios diagnósticos y en el desarrollo de terapias.
Hago un paréntesis para recordar que la industria farmacéutica no es la encarnación del mal, aunque haya abusos por su parte. Desarrollar un nuevo fármaco eficaz contra alguna enfermedad es extraordinariamente laborioso y caro y suele ir acompañado de muchos fracasos. Negar en estos tiempos la bondad de la insulina recombinante, de los antibióticos o de tantos y tantos medicamentos útiles de los que disponemos, a pesar de que haya habido algunos abusos, supone retroceder a Paracelso, si no más atrás.
Gracias a la Ciencia tenemos la Medicina moderna; el problema reside en olvidar que la Medicina en sí no es sólo mera aplicación del conocimiento científico, sino que implica siempre un encuentro de subjetividades, una relación clínica.
Dr. Javier Herraez, dudo que le sirva una respuesta que ya sabe y de una persona menos informada que usted, pero le respondo: la homeopatía si funciona y lo saben, la prueba está en los animales, sin tener intervención intelectual ni de ningún tipo el animal se cura, luego la hemopatía funciona, el miedo es que posiblemente pueda hacer sombra a instrumentos más dañinos y que dejan más dinero.
Y digo yo:
Si la homeopatía no es nada o es agua y se la pagan los pacientes, ¿por qué tanta oposición?. ¡Ojo!, que yo no creo que la homeopatía no sea nada, es para los que si lo creen. Contéstenme, por favor.
Y si el psicoanálisis no es más que ir a hablar tumbado en un diván y se lo paga uno y deja de ir si no le convence y sigue yendo si le sirve y así lo decide como hacen miles o millones de pacientes: ¿por qué tanto miedo al psicoanálisis?
Buenos días,
Mario Bunge, acabo de leer una entrevista para no hablar al pedo como él diría, tiene un discurso vacio, manido y mediocre a mi parecer. De conductismo ya estamos hasta las trancas, y de su ineficacia. A la gente le gusta lo ineficaz ya no me cabe duda. Lo eficaz si uno tiene que cambiar sus prejuicios nada, ya lo decia Eisnstein “es más facil descomponer un átomo que un prejuicio” Y sí Freud se carteaba con Einstein y hablaban sobre el porqué de la guerra y demás.
Maria la gente que no estudia nada, y se permite el lujo de leerse un librito y poner aquí esas cosas no merece mi respeto, porque apuesto a que no quiere aceptar algo de su vida y sus relaciones.
Javier no sea usted tan simple, y poco analítico, y haga esas listas tan vulgares?, con perdón. Los pensamientos no se superan, se suman, o cree usted que la gente ha dejado ser supersticiosa? Es curioso que gente como usted siempre nombren “ley” me suena más a como ya no se que decir voy a usar el miedo, que a otra cosa que usted quiera hacernos entender. La ley? si la ley fuera ley no pasaría lo que pasa en el mundo. No se preocupe vivimos en un mundo inculto, y sin alma, donde sus posturas son las que triunfan, porque lucha?? Noto mucha agresión a la homeopatía, si son pseudociencias, por qué las teme? si el agua no tiene memoria, que más le da.
Desde luego la homeopatia, no es quimioterapia, que en el caso de ser mala (que lo es) hace un daño irreparable, la homeopatía, “manquelecueste”, no. ¿Por qué la gente se empeña en comparar ciencias donde el objeto de estudio es externo al sujeto que estudia, y aquellas donde el objeto de estudio y sujeto de estudio coincide?? y tengo que decir que en este campo, como en todos aquellos avances subversivos y verdaderamente transformantes, siempre ha habido muchos detractores, críticos, y ya sabemos que los críticos, critican aquello que es frustrado en ellos. Maria ya se adelantó Freud, “mis estudios no serán admitidos hasta dentro de muchos años”, siglos diría yo “resistencias contra el psicoanálisis” leálo. Ya sabemos todos que el psicoanálisis es efectivo, e incluso junto a tratamientos médicos en enfermedades orgánicas, que ya sabemos que ha habido una sobredeterminación psíquica, en todos los casos de enfermedades físicas, todos! y también sabemos que más de uno necesita unas sesioncitas, como Mario Bunge. Ese discurso vano, de lo que no es ciencia y lo que sí, ¿no sabrán que cansa sobremanera?. Estudien eso del objeto y el sujeto de estudio por favor, las ciencias paradojales, estudien, lean, con eso es suficiente, antes de hablar vanalidades. Ahh y para hablar de psicoanálisis, como de cualquier otra ciencia, homeopatía o lo que sea, conviene conocerlo, no haber estudiado farmacia y tomarse un ibuprofeno cada vez que a uno le duele un dedo del pie. Paracelso decia “Considera que no deberías llamar tonto a tu hermano, puesto que nosotros no sabemos lo que somos. Aquel que conquista al enemigo con mansedumbre, gana prestigio. Como tu hablas, así es tu corazón”.
Aún así atentamente, y feliz navidad. Crean mucho en el Estado, los medios de comunicación, y las farmaceúticas, que les va a ir muy bien, eso sí dejen a los demás tranquilitos. ¿¿No saben ustedes que nosotros contamos con que todo lo efectivo, bueno, subversivo, que te hace pensar y cambiar de servidumbre, es atacado?? por favor!!! han estudiado historia ustedes?? lean!!!!!! no paren de leer!!!! y no cualquier cosa como algunos, que no todo lo que está escrito en unas páginas encuadernadas es un libro, mucho es adoctrinamiento ideológico, letra muerta. Vivimos en una era muy difícil!!! estamos tocado fondo!!
Miguel, dije que concluía y eso pensaba, pero tu último comentario provoca este nuevo mío.
Dices, y dices bien, “He recogido tu opinión”. Te aclaro: que tú me pediste.
Dices a continuación: “Ahora toca dar voz también a quienes no piensan así”. ¿Ahora? ¿Te parecen pocos los “comentarios” habidos?
Lamentas que el tono haya subido. Podríamos hacer un listado de las lindezas injustificables que se me han dirigido (como simple muestra, el último comentario de Carlos). Creo que, por mi parte, lo más elevado de tono ha sido calificar de charlatán a Hamer, cosa en la que me reafirmo.
Javier, es una manera de escribir, dar voz, ahora… Lo que trato es de que hayan la mayor cantidad de pareceres tanto en los post como en los comentarios. Siento que a veces podría ser más riguroso con la publicación de determinadas expresiones que no ayudan al debate pero lo que hago es advertirlo a los comentaristas pues tampoco puedo no publicar cada comentario “sospechosos” de faltar la respeto (tampoco ayuda llamar charlatán a una persona que para otros comentaristas es respetada). Pido así a los y las comentaristas que vayan directos al tema debatido y no hagan menciones personales (ataques a otros comentaristas). El de Isidre me parece un ejemplo de cordura (en el post de la entrevista (I).
Javier, usted confunde remedios naturistas con homeopatía unicista hahanemaniana, y como bien expresa por allí también, denosta la homeopatía por lo que ha leído en revistas. Eso es puro prejuicio y no habla nada bien de su supuesta formación médica y científica en general. Si quiere debatir, primero lea los textos, de primera mano,los clásicos, que para usted están “atrasados”, estudie y luego vemos.
Feliz Navidad para todos.
Saludos cordiales.
Miguel, parece que la realidad no pinta bien para la homeopatía y no sólo en nuestro país:
En “Público” notifican esto: “Reino Unido sacará del sistema sanitario los remedios naturistas”. http://www.publico.es/298661/reino-unido-sacara-del-sistema-sanitario-los-remedios-naturistas.
Con respecto al primer párrafo de Antonio, lo personal siempre enturbia cualquier debate porque, quien más quien menos, está implicado por aquello de lo que habla.
He intentado que mi posición sea clara. No puedo admitir como ciencia lo que es pseudociencia y la homeopatía es un claro ejemplo de pseudociencia. Esa es mi opinión, fundamentada, porque he estudiado las principales publicaciones que se han hecho sobre ella, tanto desde el punto de vista básico como aplicado y que, por lo que veo, no es precisamente aislada. Como ya dije también en algún otro comentario, allá cada cual con sus creencias y prácticas, siempre y cuando no infrinja la ley (he puesto el caso de la diabetes tipo I como uno de tantos ejemplos posibles en donde la omisión de remedios eficaces en aras de lo “natural” puede ser letal).
He manifestado también algo que es un hecho: los totalitarismos y los fanatismos religiosos favorecen todo tipo de pseudociencias. Puse los ejemplos de la Alemania nazi y de Lysenko en la Unión Soviética. El fundamentalismo biblicista impone la enseñanza del creacionismo (o su versión del diseño inteligente) en escuelas estadounidenses. Es decir, contrariamente a lo que pretenden mostrar, los partidarios de pseudociencias no son precisamente abiertos al debate, estando congelados en unos postulados de creencia que, llegado el caso, impondrían, como el creacionismo, porque se trata de eso, de creencias.
Hay otra cuestión importante. La implicación de la creencia pseudocientífica varía según su campo de aplicación. Que alguien crea en alienígenas o analice psicofonías no tiene mayor interés; sirve para alimentar programas tipo “cuarto milenio”. Que alguien juegue con la salud de los demás con paramedicinas es mucho más serio. Y más serio aun si lo hace desde el amparo que le da un título de médico.
Y, dado que he visto en sucesivos comentarios un ataque visceral a los médicos, he de manifestar lo siguiente. En la actualidad, son seleccionados para iniciar los estudios de medicina sólo alumnos que tengan una nota media en el bachillerato muy alta (cosa que me parece discutible, por otra parte). La carrera de Medicina supone una duración de seis años, tras los cuales hay que hacer una especialización para ejercerla, incluso como generalista, y que dura al menos cuatro años, según la especialidad. Tras eso, el empleo en la sanidad pública supone una oposición nada fácil. Y la práctica médica es posible desde el reconocimiento oficial que implica la titulación correspondiente. Ese reconocimiento es algo legal; significa que sólo un médico puede ejercer la Medicina, pero también que es responsable de ello y susceptible de ser demandado por vía civil o penal si comete errores o negligencia. Los médicos son absolutamente respetables. Es un gran colectivo en el que hay buenos, malos y excelentes profesionales, como en cualquier otro colectivo, sea de historiadores o de ebanistas. Esa pasión que he visto aquí en distintos comentarios en atacar a los médicos supongo que obedecerá a circunstancias biográficas concretas de los autores, pero no es aceptable en términos generales por no fundamentada.
Y como ya dije, la industria farmacéutica no es la encarnación del mal. A ella le debemos magníficos medicamentos.
Concluyo con este comentario mi aportación a un post que surgió por otra cuestión.
Bueno Javier, durante estos días seguiremos analizando el documento que ha publicado el Ministerio de Sanidad y en particular lo que manifiesta sobre la homeopatía. He recogido tu opinión y ahora toca dar voz también a quienes no piensan así y quieren expresarse. En realidad el tema de discusión era el totalitarismo científico en el que estamos y que empeorará durante los próximos años (y ello nos llevó a publicar sobre el psicoanálisis dado que mucho también lo incluyen, supongo que de manera injusta, en las “pseudociencias”). Sabía que la polémica podía montarse en torno a si homeopatía sí o no pero había que dar tu punto de vista pues en tu libro dejas clara tu postura ante lo que consideras “pseudicencias” para luego dejarnos clara la existencia de un fascismo tecnocientífico y sus peligros. No lamento tanto que el debate se haya ido por ahí pues debatir es sano como que el tono haya subido hasta hacer imperceptible el debate.
Lo de hacer demagogia en torno a “los médicos” nunca me ha gustado y no entiendo porqué algunos se empeñan en meter a todo el colectivo en el mismo saco.
Por favor tratemos de no discutir ni llegar a lo personal, todo el mundo (excepto los interesados, claro), trata de buscar la verdad, seguro que se pueden aprender cosas y en último término basta con decir, “me temo que no pienso como usted”, por lo que es una pena caer en discusiones que vayan mas allá de la materia objeto de discusión, esto hace que la gente se enfade y que sea imposible discutir sobre el fondo del asunto que es lo que interesa, tampoco hay por que estar de acuerdo al 100% y así se rompe el buen rollo, ya se que es dificil explicar las cosas y que te las sigan negando, pero enfadándose al final los caminos de entendimiento se cierran aún más.
Tengo la sensación respecto al cientismo o cientifismo o cientificismo, que en ocasiones (no siempre), es deformación profesional de ciertas personas de ciencias (no de todos), principalmente de la gente de físicas (quizás también de un grupo de matemáticos, químicos, etc.) y también de personas de carreras técnicas (ingenierías), por supuesto como dije la gente de estos colectivos no son todos cientificistas, hay de todo, pero en ocasiones hay una cierta deformación profesional que les hace ver la vida como han “construido” su cerebro, es decir por medio de lo medible, pesable, etc., lo malo de esto es que no es mas que una simple deformación, es tratar de que en vez de ser las ciencias (sobre todo las técnicas y exactas) parte de la vida, que es lo que son, una parte muy importante, es tratar de meter la vida en esas disciplinas y claro, las disciplinas si entran en la vida, pero la vida en las disciplinas no, por que la parte no puede engrosar al todo, además a un todo tan heterogéneo en el que hay cosas difíciles de pesar y medir, difíciles hasta de clasificar, por aquí se han nombrado algunas (sociología, psicología, etc.), también creo que en estos grupetes cientificistas hay unos cuantos amantes de la ciencia ficción, científicos frustrados o mediocres, etc..
Suscribo el primer párrafo de Antonio pues me parece que lo personal está enturbiando el deseado debate.
Carlos,
Qué obsesión la suya con que le tergiverso.
Por si no he sido lo suficientemente claro, le digo con la mayor rotundidad que la homeopatía es pura y mera pseudociencia.
¿Le queda clara ahora mi opinión, sin tergiversaciones que valgan?
Javier, no me tergiverse, no soy un defensor de pseudociencias, soy médico, egresado de la UBA en el año 1.979, con especialidad en Psiquiatría en el año 1.986 y la de Homeópata Unicista, en la Escuela Médica Homeopática Argentina en el año 2002. Usted aprovecha su posición para atacar a la homeopatía y confundir a sus lectores, tratando de hacerla pasar por una pseudociencia. Lo suyo es ruin Javier, y disculpe el adjetivo, pero es totalmente merecedor del mismo.
Saludos.
Carlos, francamente, estos sesgos suyos hacia lo personal ya cansan, por lo que ya concluyo mis comentarios.
Con respecto al suyo último, se trata de Historia, simplemente. Se ha dado una relación muy clara entre los totalitarismos y las pseudociencias. En la URSS con Lysenko, por ejemplo. En la Alemania nazi gustaban las pesudomedicinas, la astrología, la craneometría, el racismo, las iniciaciones tipo Völkisch y cosas así. A la vez, científicos de prestigio eran perseguidos por ser judíos. Fue así. Qué le vamos a hacer. Quien trata inútilmente de tergiversar es quien aun cree (no digo que sea Vd.) en los protocolos de Sión y demás cuentos chinos, como se ha visto en algún comentario.
Claro que también en países democráticos y modernos como los EEUU hay sectores que defienden tonterías creacionistas o que el fin del mundo se acabará en 2012.
Mire, concluyo diciendo sólo una cosa. Si alguien quiere creer en alienígenas, en los sabios de Shambala, en la memoria del agua, en el agua imantada, o en que hay que retomar las sangrías, pues allá cada cual y su ética, siempre que no infrinja la ley.
No se da enterado de que mi interés en tergiversar a defensores de pseudociencias es sencillamente nulo. No se necesita tal tergiversación. Son Vds. muy claros en sus afirmaciones mágicas.
Javier, su último comentario acerca del auge que tuvieron las terapias alternativas en la Alemania nazi, me lo muestra de cuerpo entero. Usted se dedica a difamar y tergiversar las opiniones de los comentaristas, pero ésto último, toca un punto muy alto. Se equivoca usted y mucho, y lamento que Miguel le haya dado un sitio en su blog para éstos comentarios, que no hacen más que desprestigiar y denostar aquello que no coincida con su estrecha visión. Una práctica lamentable, que espero no extienda usted a su relación con los pacientes.
Miguel, creo que Jesús Ambel ha expresado a la perfección la importancia del Psicoanálisis.
Con respecto a la Historia, por supuesto que Paracelso fue importante, y también Hipócrates, Galeno, Avicena, Vesalio, Claude Bernard, Koch. Son muchísimas las figuras importantes que han hecho avanzar la Medicina. Simplemente me refiero a que precisamente porque ha habido avance no tiene sentido el retroceso a prácticas antiguas claramente superadas. Toda la Historia tiene su valor; también la moderna y también el momento actual. Antes de la terapia insulínica los diabéticos simplemente se morían. Parece olvidarse la cantidad de gente joven que sucumbió a la tuberculosis antes de que contáramos con medicación eficaz. ¿Eran mejores esas épocas en lo que se refiere a la Medicina?
Por supuesto que la Historia tiene un valor extraordinario y todo lo que se haga para recordarla incluyendo los procesos de restauración, es bueno. Es muy interesante que se reconstruyan las carabelas y que podamos visitarlas, pero yo no iría en una de ellas a América; tomaría un avión.
Por otra parte, esta observación me da pie a que no conviene repetir lo malo de la historia y he de recordar el auge del que gozaron las medicinas alternativas en la Alemania nazi.
Leo con mucha atención los comentarios de los profesionales sobre el psicoanálisis. Estoy convencido de las aportaciones que Freud y Lacan pueden hacer, hoy día, a los profesionales sanitarios. En momentos de desorientación, el psicoanálisis, su ética, su clínica y su política pueden servir, junto a otras disciplinas esclarecidas, para orientar las prácticas profesionales. Entre las prácticas que apuntan al control de la población y aquellas otras que muestran respeto por el sufrimiento, el psicoanálisis estará siempre (si quiere seguir siendo psicoanálisis) en esta segunda vertiente. Esta decisión es consecuencia de ocuparse, precisamente, del sujeto de la ciencia, es decir, del sujeto que la ciencia excluye (para ser ciencia) de su perspectiva. En la época actual en la que el cientificismo (derivación ideológica y política de la verdadera ciencia) es la ideología dominante, el psicoanálisis, junto a otras disciplinas, tiene el deber de intervenir.
Lo real del que se ocupa el psicoanálisis tenemos constancia de que se caracteriza por provocar su propio desconocimiento. Lo sabemos por la opacidad del síntoma de cada uno pero también por la opacidad de las actuales formas de malvivir de la civilización. Pongo un ejemplo: hay un nuevo moralismo que se está apoderando de las libertades del ciudadano mediante la psicologización y la medicalización forzada de la población. Este nuevo moralismo (higienismo, lo llaman otros) se ve reforzado por una burocracia ciega que impone la máquina de impostura de la evaluación y la gestión a todos los sectores de la población. Los psicoanalistas debemos interpretar estos nuevos síntomas porque, entre otras cosas, los sujetos se nos presentan en las consultas pensándose como máquinas y, al comienzo del tratamiento, tenemos que llevar al paciente a una rectificación subjetiva que le de la posibilidad de elegir.
Carlos,
Ah, ¿sugiere que es bueno tratarse hoy en día, ahora, en pleno siglo XXI, con las indicaciones de Paracelso? Y si eso lo hacemos con la Medicina, también sería bueno recuperar las carrilanas, las posadas, olvidarse de los ordenadores, las neveras, el agua corriente en las casas… Interesante. El retorno a una edad feliz.
Javier, Carlos, yo no sé qué proponía Paracelso pero con seguridad aportaría cosas interesantes a la medicina que luego se han seguido haciendo. Con ello quiero decir que no hay que ser extremista y dar a entender que lo último de lo último es lo mejor porque sí y olvidarnos de lo anterior, digo. Un poco aquello de que los pueblos que olvidan su historia están condenados a desaparecer. Pues lo mismo con toda la experiencia útil del pasado. Por poner otro ejemplo, ya que citas las posadas, creo que ninguno dudamos del bien que hace al medio rural la recuperación y como se dice ahora “puesta en valor” de posadas, caminos, usos y costumbres, estilo de vida, fíjate el éxito que tiene todo esto entre los habitantes de las grandes ciudades.
Javier, veo entonces que lo suyo es la desconfianza nada menos que de Paracelso. Hombre, que sitial tan alto se reserva para sus opiniones. Lo felicito!!! Eso es arrogancia en estado puro, no se lo recomiendo, pero vea que, gustos son gustos!
Cordialmente.
No había visto estos post, muy interesantes, para ir haciendo mucho tiempo, da tema.
Empiezo por el final:
Paracelso. Supongo que se hace referencia al tiempo en el que vivió ¿o a él?
En cuanto a él, a mí que no me parece que sea retroceder, y no digo que no tenga cosas cuestionables, he buscado algo de lo que puede dejar una idea de lo que para mí no sería retroceder, es más se echa de menos profesionales con esta disposición, que haberlos los hay:
Amar a los enfermos, a cada uno de ellos. No cerrar los ojos, y orientarme por ellos, ni dar medicamentos sin comprenderlo ni aceptar dinero sin ganarlo. No confiarme en ningún boticario ni entregar ningún niño a la violencia. No llorar, sino saber…
Esto fue escrito por Paracelso sobre 1540.
Pedro,
yo no he dicho en ningún momento que el Psicoanálisis sea ciencia falsable. Tampoco parece que lo sea la teoría de los multiversos. ¿Y…?
Carlos,
no pretendí emocionar a nadie. Claro que la industria farmacéutica tiene una visión de mercado. Y la industria cárnica y las fábricas de componentes electrónicos y las líneas aéreas y la televisión…
La cuestión de que los medicamentos estén o no al alcance de todos es principalmente política. No conozco casos en España de diabéticos insulino-dependientes que no tengan acceso a la insulina.
Paracelso fue una figura importante. Pero ya, de retroceder en el tiempo, yo acudiría a Avicena que me ofrece más confianza.
Cristóbal,
de acuerdo en su perspectiva general, exceptuando que el psicoanálisis no se basa precisamente en aconsejar.
Dr. José Valdecasas,
acabo de leer el post al que alude. Permítame dudar de que su visión del psicoanálisis sea adecuada. Pero hay algo en lo que coincido claramente, su aspecto narrativo y eso lo comparte con algunas ciencias. Está claro que la Física es predictiva, pero no así la Biología, que es más bien narrativa. Incluso la Teoría de la Evolución, aun cuando explique lo que ocurrió, no es retrodictiva como lo sería una predicción reversible en el tiempo; las cosas sucedieron por una sucesión de contingencias, pero podrían haber ocurrido de otro modo. Se explica que lo sucedido haya podido ser, pero no que haya tenido que ser de un modo determinista.
María,
no. Mire, no. De fraude, nada de nada. Y por citar a alguien que trata de denostar inútilmente la figura de Freud, podría Vd. habernos recordado el reciente libro de Onfray. Y es que hay quien se desvive por tratar de encontrar defectos en quien fue grande.
¿Cree Vd. que la Royal Society se equivocó al incluir a Freud? ¿Cree que Einstein no sabía lo que hacía cuándo recabó su opinión? ¿Cree que Stefan Zweig era un perfecto ingenuo? ¿Cree que quienes han seguido los pasos de Freud son sencillamente tontos? Por último, ¿ha leído Vd. a Freud? ¿Sabe quién era Anna O, a la que cita?
Contrariamente a lo que Vd. indica, Freud tuvo en frente mucha oposición por parte de colegas médicos.
En cuanto a los médicos, y yo lo soy, a priori se nos debe reconocer una capacidad, la que nos otorga una titulación oficial y precisamente es desde ese reconocimiento que somos juzgables, en el sentido estricto de la palabra, cuando se nos demanda por haber hecho algo mal. Esa es la gran diferencia entre el médico de verdad y el que ejerce sin titulación alguna practicando cualquier tipo de medicina alternativa. Es cuestión de una responsabilidad reconocida en un caso y no en otro por la ley.
El Dr. Horace Freeland Judson destapa con toda crudeza en su libro “The great betrayal. Fraud in science” (2004) el fraude de Freud y el psicoanalisis.
Freud, escribe Judson, “insistió siempre en que sus teorías y métodos se fundaban en las investigaciones que había llevado a cabo con casos reales, (incluido el caso de la paciente Anna O)”.
Pero se ha destapado que los 18 casos que utilizó Freud fueron totalmente inventados. Como indica Horace Freeland Judson, no hay, entre las 18 historias clínicas referidas por Freud, ninguna que no haya perdido su validez a causa de intolerables invenciones y falsificaciones. En este sentido, Freud es el mayor fraude intelectual del siglo XX. Sus teorías psicoanalíticas han constituido un lastre muy importante.
Es importante resaltar que Freud pudo llevar a cabo este monumental fraude gracias al halo de respeto supersticioso y sumision intelectual que los doctores en medicina tradicionalmente han infundido en la mayoria de la poblacion (sobretodo personas sin estudios).
Para los que no han estudiado carreras tecnicas resulta bastante dificil comprender que un medico no es mas que un individuo que ha acumulado una serie de conocimientos tecnicos, pero al que no se le debe presuponer a priori ninguna capacidad adicional, sea moral o intelectual.
Sobre Bunge es irónico que el pobre hombre autodenominándose humanista, esté inmerso en una corriente cientista en la que la humanidad tanto a nivel individual como colectivo importa un pimiento, lo más importante es un determinado concepto de ciencia, al que se somete todo, también la propia especie humana y el individuo (pero no es preocupéis que según ellos, es por su bien, el fin justifica los medios y al final saldrán todos ganando), aquí lo que podemos ver es un ejemplo de humanidad al servicio de la ciencia y luego con esa ciencia ya llegará la etapa dorada de la humanidad, mientras que deber ser lo contrario, ciencia al servicio de la humanidad (tanto individual como colectiva), recordemos como en el pasado en el nombre del Dios del amor, se han perpretado auténticos crímenes, vamos que mucha filosofía, pero aquí la cosa cambia poco.
Muy interesante el tema de la entrada y sin duda polémico. El psicoanálisis en lo referente a su carácter científico (o no) y su utilidad (o ausencia de la misma).
Hace un tiempo, escribimos una entrada en nuestro blog sobre el tema, que te adjunto por si fuera de tu interés:
http://postpsiquiatria.blogspot.com/2010/12/el-arte-del-psicoanalisis.html
Puedo estar de acuerdo en que el psicoanálisis no es ciencia exacta en el sentido que lo es las matemátiucas, antes se citaba acertadamente la física, aunque en física hay cosas que observamos y tampoco siempre comprendemos, pasa en física cuántica por ejemplo, por eso a veces la relación causa/efecto y la explicación del fenómeno quedan un poco en “crisis”, exacta exacta, solo serían las matemáticas y hay gente que las considera mas como una filosofía que ciencia u otros como una ciencia auxiliar.
No obstante ¿qué puede hacer la ciencia cuando se encuentra ante realidades no matematizables?, como la psicología humana (sin contar con el psicoanálisis) o la sociología, entre otras, ¿no hacer nada?, ¿matematizar lo que pueda y con el resto?, ¿tratar de hacer teorías lo mas cercanas a la razón y el sentido común aunque no sean matematizables?, ¿describir lo que ve aunque no lo entienda?, o quizás la solución sería ¿no hacer nada?, creo que esta última respuesta no es valida, a pesar de todo es posible que muchas cosas hoy no matematizables en un futuro si lo sean, no obstante pienso que es imposible matematizar toda la vida o la existencia, hay cosas como hemos dicho que creo siempre se escaparán, no obstante uno puede tener su fe cientificista de que al final todo será matematizable y entendible al 100%, yo las fes las respeto aunque no tengo por que compartirlas.
Sobre el psicoanálisis, uniendo a lo que acabo de decir, creo que es un avance al adentrarse en el subconsciente humano, creo que además como se ha dicho ha evolucionado y creo que aunque a algunos les pese es una terapia mas natural y complementaria que resolverlo todo a base de pastillitas (que es lo que quisieran las empresas que las fabrican, el monopolio del tema), todos sabemos que cuando tienes un problema y lo compartes con otros, descargas y te liberas y que si un amigo te da un consejo bueno, puede aclararte las cosas, estas cosas ya existen desde antes que las pastillas y tienen un efecto probado que aquí se quiere regular lo mas científicamente posible, una pastilla no va a resolver problemas externos, en ocasiones falta de buenas actitudes y temas así, psiquiatria y psicología son complementarias y estos temas deben tocarse por que la gente necesita respuestas a sus problemas aunque no todo sea matematizable.
Respecto a Mario Bunge, estoy seguro que ha aportado cosas interesantes, pero está demasiado cerca para mi gusto de una corriente cientificista radical, el autodenominado escepticismo científico, que tiene tanto de científico como el marxismo científico (aunque este también aportase cosas importantes), quizás debería de estudiar lo que de “científica” tiene una corriente filosófica o ideológica que muchos ya tachan de pseudocreencia o secta, mejor alguien estudia esto que del psicoanálisis ya hay mucho dicho, aunque claro que esta corriente no le llega al psicoanálisis y a sus repercusiones sociales, ni a las botas, Bunge es alguien a tener en consideración, pero no habría que ver solo sus logros, sino sus meteduras de pata, todos nos equivocamos, sino seríamos Dios, ¿no?
El problema ‘científico’ del psicoanálisis no es la subjetividad, si no su ausencia de refutabilidad, es decir, sus hipótesis están planteadas en términos que no pueden falsearse y esto no es ciencia, ni permite avanzar en ninguna dirección.
Psicologia y psiquiatria en manos de los cientificistas igual que una navaja en manos de un simio.
Que Dios bendiga a los cientificistas para que puedan salir del engaño de creerse dioses tal y como se forman a si mismos y se arrogan autoridad para decir que cosa es o no conocimiento (ciencia) según su limitada mente carnal, aveces la duda es mas segura que las afirmaciones de algunos hombres ¿no Miguel?
¿Las verdades son atemporales o tienen fecha de caducidad? Sólo lo digo por la referencia a Paracelso. Que es donde cae la medicina cuando se aparta del camino científico. ¿Alguien me lo puede explicar?
“Hago un paréntesis para recordar que la industria farmacéutica no es la encarnación del mal, aunque haya abusos por su parte. Desarrollar un nuevo fármaco eficaz contra alguna enfermedad es extraordinariamente laborioso y caro y suele ir acompañado de muchos fracasos”.
Totalmente de acuerdo con usted Javier, la industria farmacéutica es eso -industria- lo que implica inversión, desarrollos, en áreas en las que previamente se investiga el mercado, de modo tal de obtener pingües ganancias, lo cuál no estaría mal si no fuera porque muchas veces se inventan fármacos muy rentables y se dejan de lado investigaciones y desarrollos que no reditúan. Me emociona leer acerca de la “bondad de la insulina o de los antibióticos” cuándo sabemos que -no están al alcance de todos-. En Valencia las farmacias han dejado de atender recetas reclamando deudas impagadas por ¡¡500 millones de euros!!! desde mayo pasado. La industria factura, no pierde un euro y cobra su libra de carne al pueblo y Estado sin miramientos. Las fiestas nos ponen sentimentales, pero a mí que la industria farmacéutica son carmelitas descalzas, no me parece ni un poquitín. Y por último, mi admiración, respeto y reconocimiento al Maestro Paracelso, forjador, investigador incansable, mente preclara, mi absoluto agradecimiento.
Cordiales saludos.
Javier, Carlos, destaqué en el escrito del primero ese apartado sobre la industria porque es cierto que ha aportado cosas interesantes y buenas aunque creo que en el apartado “abusos” hay que anotarles muchos tantos, algunos que tienen que ver con su poder sistémico y sistemático para dejar en anécdotas sus bondades con demasiada frecuencia. Industrias farmacéuticas hay varias además aunque tendamos a pensar siempre en la misma, Big pharma.