El parto ¿un acto médico?
Un comentario de un médico ginecólogo en el post Parir no rima con extracción ha provocado a su vez un post en el blog de Lady Vaga, comedida y reflexiva comentarista en esta casa y glamourosa y punk en la suya. El ginecólogo, que firma como SamuelShem comienza calificando el “video de las uvas” de “vergonzoso”. Él trabaja en un Hospital de la Comunidad de Madrid y cree que el derecho a la intimidad, confidencialidad y a un trato humano en el parto “están asegurados en la mayor parte de los casos” y no dudo y espero que sea así (también tengo que decir que son muchos, demasiados -siempre es demasiado en temas como este-) los comentarios que he oído en mi ámbito que relacionan partos más bien con extracciones que con procesos naturales. Lo mío será deformación profesional.
Escribe este doctor:
“En cuanto a la medicalización del parto es necesario decir que éste es un acto médico semejante a otro pero con connotaciones sociales que difieren de una apendicectomía o una operación de cataratas, claro está”.
Lo cierto es que en la mayor parte de los partos éste no es un acto médico, definido así:
“relación entre personas; por lo general una de ellas, el enfermo, acude motivada por una alteración en su salud a otra, el médico”.
La mujer parturienta casi siempre está sana y los médicos están, eso sí, para atenderla en caso de que algo no vaya bien pero estos casos son minoría. Por ello hablamos de una medicalización del parto porque hoy la absoluta mayoría de los partos son intervenidos médicamente, con justificación o sin evidencia científica, como demuestra en su magistral libro La revolución del nacimiento mi respetada Isabel Fernández del Castillo.
No hay que perderse el derroche de lógica y acidez con el que Lady Vaga explica las siete diferencias entre un parto una operación de apendicitis que es lo que viene a ser la citada apendicectomía. Una de ellas:
“El camino de salida en un parto ya está hecho, viene de serie“.
“Madre” lamento de verdad lo que viviste, ya ves como esta de complicado, a lo que no se quiere dar importancia se le hace burla se intenta intimidar con burlas en un momento que es de lógica que estamos más sensibles, ¡quien se inventaría, que la mujer había nacido para satisfacer a los demás! En el momento del parto nos convierten en menos que nada. Me ha gustado que volvieras a escribirás otras veces he visto que después de decir una historia personal no se han atrevido a escribir mas, a mi me ha tranquilizado porque es señal de que lo que se ha escrito no te ha hecho daño. Cuesta escribir en un sitio público de manera correcta y aporte algo a alguien, a mi me has hecho un favor.
Y el parto no es un acto médico, la naturaleza nos lo ha dado a nosotras pero como te han dicho el parto es de dos.
Hay ladrones de muchos tipos y los que nos roban ese momento son ladrones sin escrúpulos, sea quien sea, el médico, el personal sanitario, el marido o tu mejor amiga.
Una pregunta ¿cómo pare una mujer con SQM [Sensibilidad Química Múltiple]?
Eso ¿está solucionado?
Mabel, comprendo la pregunta que haces pero a primer golpe de vista es para contestarte: como todas; pero no todas parimos igual, ya se ha visto y con SQM (Sensibilidad Química Múltiple) que yo sepa no solo no está solucionado para la que tiene la enfermedad, que se sepa no cambian los hábitos en sanidad, las mujeres sanas y sus bebes seguirán pasando por el aro del riesgo.
Como no tomen alguna medida las mujeres con SQM tendrán quieran o no que parir en casa por el riesgo que les supone estar en un hospital.
Lo retrasaran pero a la larga tendrán que poner paritorios donde no haya ningún toxico y el aire acondicionado tendrá que estar bien controlado, las habitaciones y el paritorio limpiado como corresponde para que no haya rastros de sustancias toxicas, los materiales que utilicen no podrán estar hechos con sustancias toxicas (aunque se hayan hecho en otros países y aquí se les dé el visto bueno) la comida tendrá que ser sana (tendrán que ver como lo hacen para acabar con la plagas que se hacen en las cocinas industriales para no fumigar y que los alimentos no se contaminen), el agua depurada y sin cloro, tendrán que tener contralado el tema de los medicamentos, de las ondas “el wifi”, de la ropa de cama y toallas, que el personal vaya a trabajar sin perfumes y los uniformes no tengan sustancias de la desinfección que hacen ahora, lo tendrán que hacer, solo es cambiar hábitos aunque visto lo visto cuesta cambiarlos. Porque si paren en casa el personal que vaya tendrá que tenerlo todo previsto y estar bien preparados.
Yo me he lanzado pero te lo contestara mejor quien esté bien informad@. Me lo pregunto en serio ¿qué va a ser de esta gente? De verdad que ver cómo pasa el tiempo y todo sigue igual me pone la piel de gallina.
Lo mismo que se exigen “zonas blancas” para vivir o en los propios hospitales para poder atender a estas personas con SQM, debería haber paritorios “blancos”, especialmente preparados para ello. Por ello, la mejor opción ahora es parir en casa.
Leyendo me doy más cuenta de porqué se convierte un hecho natural en un acto médico, me faltan palabras no domino este vocabulario, ¿porqué hay más abortos espontáneos y embarazos que no llegan a termino? Parece ser que han aumentado considerablemente.
Me da la sensación de que se crea una cadena de actuaciones mal hechas y descoordinadas que después se utilizan para justificar la medicalización y control del parto de forma excesiva, el sistema sanitario no debe de saber hacer una autovaloración de en qué falla, después de todo lo que he leído aquí que me ha inquietado, la sensación de que también falla la vocación en los profesionales no se va, en sanidad tendría que haber un filtro para acceder al trabajo y que solo pudieran entrar las personas que entienden que la persona cuando está en sus manos es algo más que su escusa para ganarse el sueldo.
“Madre” me he embocinado, la herida del parto cuando se hace aunque se cierre la cicatriz nos acompaña, pero siempre será mejor una cicatriz que no moleste y para conseguir eso se necesita que alguien eche una mano, es lo mejor porque sino llegamos a la vejez con joroba de ir cargando con tanto dolor. Ya ves tantos años para seguir en el mismo sitio los partos.
Marta has contado una historia que me ha puesto los pelos de punta lo malo es que con tanto “progre” si salieran las que han tenido que pasar por tragar ese nivel de hipocresía con sus maridos (“y amigos”) quedarían pocos que se salvasen, ha habido mucha pose y poco fondo. Eso que hablan de la autenticidad debe de ser muy difícil.
Tomarse esto en serio es imprescindible si queremos cambiar algo será imposible cambiar nada con personas llenas de heridas y digo personas porque de un parto en esas condiciones sale herida la madre y el bebe.
Voy a contar una historia que está basada en la justificación de que el parto es un acto médico, que no le servirá a “Madre” de alivio.
Una mujer se cuido el parto, preparo todo para que fuera seguro y con calor humano, pero el marido muy astuto le bailo el agua hasta el último momento, con el argumento de que era por el bien de la criatura cuando ella no podía hacer nada por las contracciones, la traslado con gran sufrimiento por parte de ella al abandonar lo que tenía previsto y siendo que el parto iba bien, como decía la traslado al hospital y quedo como el bueno de la casa, ¡había tenido más juicio que ella! ¡Alguien tenía juicio en esa familia! Lo que él no conto ante las alabanzas es que estuvo a punto de cargarse al bebe, ante el shock a ella se le pararon las contracciones y la criatura estaba ya para salir, fue de muy poco, las contracciones no volvían. Casi consigue convertirlo en una cesárea, el gran padre. En ese momento se gesto la separación.
En este caso ni “el derecho a la intimidad, confidencialidad y a un trato humano en el parto” se vieron asegurados.
El médico cedió ante la decisión del padre. Durante esas horas como es lógico después tampoco el gran padre que tenía que ir al hospital saltándose todo lo que ella había preparado, (eso se dice antes), cuando vio que ella no tragaba con lo que había pasado, ya no le corrió prisa la vida de la criatura en el sentido de su manutención, equilibrio emocional, nada de nada, que ahí también se las tuvo que ver sola la madre, y el muy responsable aún hoy cuenta mentiras sobre aquel día, aún sigue en la película de que hizo bien y si puede deja en mal lugar a la que se quedo compuesta y con el parto a medias y sacando de manera admirable a la persona que salió al mundo aquel día ¿tan feliz?
Puedo asegurar y jurar que no lo he vivido yo afortunadamente, pero es cierto y él sigue con cara de no haber roto un plato haciendo daño y convencido de que se le cree. El tener una economía muy saneada le ha permitido sentirse por encima, ha habido quien le ha comprado la versión de los hechos, pero los que se la han comprado no se han preocupado de preguntarle a ella, ni hombres ni mujeres.
En el hospital tuvo un trato parecido al de “Madre” como veis justo lo que ella quería. Ante ese sentimiento no tuvo la comprensión de nadie, y todos eran de izquierdas, pero parece que los sentimientos los tenían más con la conformidad de la mujer a lo que decida el hombre. No pasa nada, no lo exageres, eso no es motivo para separase. Ante el manejo de él con la manipulación de las palabras, ella se quedo sola. Lo estoy describiendo y aún me parece ficción, pues paso y no hace tanto. Ella es una madre admirable, lastima de amigos, de médicos y sobre todo de marido, en los momentos malos dicen que es cuando se conoce a la gente, en este caso fue al pie de la letra.
“Madre” ojala hubiera dos maquinas una con la que volver atrás el tiempo y que pudieras tener otra experiencia, y una segunda maquina que nos hiciera a los hombres desarrollar lo que nos falta para saber comprender cuando alguien nos necesita. Yo me pondría en la maquina, no me salvo pero al médico ese lo metía seguro.
Gracias a todas las mujeres que habéis comentado, sois un lección de valentía en este mundo de anquilosamiento.
Vigila esa herida que no se infecte, son años con ella, las mujeres cargamos con las heridas que nos hacen sin saber qué hacer y acabamos sacando a los demás adelante con el cuerpo lleno de grietas, nadie lo valora dicen que es nuestra obligación, yo creo que la obligación la tenemos hombres y mujeres en dejar de hacernos heridas.
En el parto acaban y empiezan muchas cosas no solo la criatura, si no se cambia el parto no cambiaremos algunas de las cosas que por vueltas que les demos no se solucionaran, están en ese momento y hay que conseguir que dejen de pasar, el parto es un acto humano no medico, que deja una huella psicológica distinta a cualquier otra, los que están haciendo pasar por el aro a las mujeres sean médicos, parejas o el personal sanitario no tienen perdón pero tienen solución, tienen que saber donde están trabajando unos y qué tipo de hogar quiere formar la pareja. Como han dicho mientras tanto tendremos que saber decir no, pero en ese momento una no está para decir nada, de eso se aprovechan.
“Madre” me alegro de que te haya llegado y que la sensación que hemos tenido algunas de que esto no se podía quedar sin respuesta haya sido acertada.
Comentas si puede ser por el factor masculino, yo me atrevería a decir que ese factor ahora es más grande que nunca porque lo hemos copiado las mujeres, esa vertiente de ellos que los hacen insensibles ante el sufrimiento ajeno lo hemos copiado como si fuera un avance, por eso también pasan estas cosas con las mujeres porque algunas no se han dado cuenta de cómo lo imitan, pero los hombres también tienen sentimientos y capacidad para ser sensibles, que no blandengues, ante el sentimiento de otra persona, al final llegas a la conclusión de que no estamos tan lejos y que hay mucho por evolucionar. En sanidad hay mayormente mujeres trabajando y a veces lo que parece mentira es que sean mujeres. Ese tono de chulería a muchas les será familiar, los ginecólogos tendrían que estar preparados también en trato humano.
Para “Madre” conozco a una mujer, que le ha costado casi tantos años como a ti superar ese momento que le robaron, no se tiene en cuenta en el carácter de una mujer ni en cómo cambian sus sentimientos a partir de que te roben ese momento.
Los partos no son una operación, es algo que va más allá, y ellos van a por horario laboral, no a la calidad del horario laboral.
Yo no tengo muchos recursos para nada, Pilar Remiro aunque esta muy enferma tiene un don especial para la comprensión o la empatía, o quizás sea por estar enferma, la cuestión es que está y por cómo se muestra creo que en algo si la necesitas estará a tu disposición. Conozco a más de una persona que ella ha ayudado, no da importancia a estas cosas, si te sirve hazlo, ahora existe el correo electrónico y el teléfono, es más fácil conocerse y mantener la distancia a la vez. Me he atrevido a meterla por lo que me llega.
Sí, es una herida la que te dejan.
No sé si tendré que hacer alguna terapia, pues no termino de superarlo.
Gracias, amigas, por leerme y responderme tan amablemente.
Lo que relato es duro; y me apena muchísimo leer que, excepto detalles como lo de fumar,la atención al parto sigue siendo así demasiado a menudo. Lamento que no haya cambiado.
Sí, puede ser por “el factor masculino”.
La única persona de quien guardo buen recuerdo es la matrona que estaba a mi lado en el paritorio, y cuya mano apretaba. En su mirada había empatía y compasión. El tocólogo era un perfecto borde. Era el mismo que cuando llegué a ingresar y le dije que ya había roto aguas en mi casa, me espeta de malos modos: “Bueno, eso habrá que verlo”. Al reconocerme admitió displicente: “La bolsa está evidentemente rota”. Cuando le dije que me gustaría que mi marido me acompañara en el parto, responde: ¿Quién va a parir, usted o su marido? El tono de chulería y desdén no sé como reproducirlo, pero era real, por desgracia y me cayó como un jarro de agua fría. ¡¡¡Lo último que una parturienta necesita, vamos!!!
Y luego, mientras me cosía la episiotomía, si me quejaba me miraba como si estuviera loca.
En fin…
Por favor, ¡¡¡que cambie todo esto, tiene que cambiar!!!
Madre, ese pollo además de borde es un sádico, mándame a traficantesdesalud@gmail.com su nombre, por favor. Respecto a la pregunta, podías haberlo dicho: “Evidentemente, los dos”.