¿Fueron las vacunas Covid causantes del exceso de muertes registrado con posterioridad a la pandemia en todo el mundo?
Los grandes medios de comunicación han empezado a admitir que las vacunas Covid-19 podrían estar relacionados con el exceso de muertes que se ha producido en todo el mundo desde que comenzaron a utilizarse.
Como hemos publicado en otras ocasiones en España y en todo el mundo, tras la pandemia de Covid-19 se ha experimentado exceso de muertes. Nadie sabía explicarlo, aunque hay varias teorías, así que yo ofrecí dos versiones que pueden ser contradictorias o complementarias, según veáis, y las difunden dos médicos: Ángeles Maestro y Juan Gérvas.
El año 2020, con la pandemia de Covid-19 en pleno apogeo, nos despertábamos cada día con las cifras de contagios y fallecidos por la enfermedad, que ocupaba los informativos a tiempo completo.
Ese año terminó en nuestro país con 68.172 muertes más de las esperadas, más que toda la población de una ciudad como Zamora. Es lo que se denomina “exceso de mortalidad”. Y nos dijeron que en cuanto llegaran las vacunas todo cambiaría.
En febrero de 2021 llegó la vacunación masiva y se comenzó a sacar pecho por el hito de las vacunaciones en tiempo récord, el altísimo porcentaje de vacunados, a hablarse de primeras, segundas y terceras dosis…
Pero los fallecimientos seguían desbocados.
En todo 2021, ya con las vacunas, hubo un exceso de unas 30.000 muertes en relación a la etapa precovid. Una cifra aún desorbitada de personas, tan enorme que hubieran llenado 600 autobuses o un pabellón de baloncesto.
¿Cómo explicarlo? Decían que el virus seguía activo. También que el sistema sanitario había quedado afectado por la pandemia.
Pero terminó 2022 y, en lugar del respiro que se esperaba, lo hizo con un exceso de 33.900 personas fallecidas. “Es la ola de calor”, sentenciaron en verano. “Es el frío y sus consecuencias”, nos explicaron en invierno.
O que eran los últimos coletazos de Covid, lo que se ha bautizado como “efecto cosecha” o “efecto resaca”, eufemismos con los que intentar justificar lo injustificable: que siguen muriendo miles y miles de personas y se están ocultando bajo la alfombra.
¿Fueron las vacunas?
Porque solo había una cosa cierta: Las muertes seguían produciéndose más allá de lo que se consideraría normal y no sabíamos por qué.
Necesitábamos una investigación EXHAUSTIVA y URGENTE que nos diera una explicación. Y aún hoy hay que llegar a la Verdad.
Pues bien, como cuenta la periodista Bea Talegón en Diario 16, The Telegraph no es considerado un “pseudomedio” que promueva la desinformación.
Y el periódico británico, el pasado mes de julio, publicó: “Las vacunas contra el Covid-19 pueden haber contribuido al aumento de exceso de muertes”.
En el cuerpo del artículo puede leerse la referencia a los científicos que “han sugerido que las vacunas contra el Covid podrían ser, en parte, responsables del aumento del exceso de muertes desde que comenzó la pandemia”.
Y recoge el resultado de un estudio desarrollado por investigadores de Países Bajos que analizaron datos de 47 países occidentales, descubriendo que hubo más de tres millones de muertes en exceso desde 2020 y que la tendencia se mantiene a pesar del lanzamiento de las vacunas y de las medidas de contención.
Cuenta Talegón que en un artículo publicado en BMJ Public Health, los autores de la Vrije Universiteit de Ámsterdam afirmaron:
“Tanto profesionales médicos como ciudadanos han reportado lesiones graves y muertes después de la vacunación a varias bases de datos oficiales en el mundo occidental. Durante la pandemia, los políticos y los medios de comunicación enfatizaron a diario que cada muerte por Covid-19 importaba y que cada vida merecía protección mediante medidas de contención y vacunas contra la Covid-19. Después de la pandemia, debería aplicarse la misma moraleja”.
El estudio encontró que en Europa, Estados Unidos y Australia hubo más de un millón de muertes en exceso en 2020, en el apogeo de la pandemia, pero también 1,2 millones en 2021 y 800.000 en 2022 después de que se implementaron las medidas.
Y lo que han hecho los investigadores es documentar que la aparición del exceso de mortalidad a principios de 2021 coincidió con el lanzamiento de las vacunas, lo que, según el equipo, «justifica una mayor investigación».
Cómo se fabricaron estas vacunas
Conclusiones del citado estudio: La sobremortalidad se ha mantenido alta en el mundo occidental durante tres años consecutivos, a pesar de la implementación de medidas de contención y de las vacunas contra la Covid-19. Esto plantea serias preocupaciones. Los líderes gubernamentales y los responsables de las políticas deben investigar a fondo las causas subyacentes de la persistente sobremortalidad.
Es decir, las vacunas no solo fueron inútiles, ya que no atajaron la pandemia, sino que además se sospecha que tuvieron mucho que ver en que más personas murieran de manera extraña durante esos años…
Es importante recordar cómo se fabricaron las vacunas. Tradicionalmente, la clave para fabricar una vacuna es garantizar que las partes patológicas y dañinas del virus o la bacteria se inactiven, de modo que el receptor pueda desarrollar una respuesta inmunitaria sin peligro de sufrir la enfermedad.
En marcado contraste, las vacunas contra la Covid utilizaron la parte más patológica o dañina del virus (la proteína de la espícula -spike-) en su totalidad. El daño es sistémico porque, al contrario de lo que se decía a todo el mundo, las nanopartículas lipídicas, que encapsulan el material genético, se propagaron por todo el cuerpo después de la inyección, afectando potencialmente a todos los órganos.