Sarampión: ¿El «coco» de hoy o cortina de humo de la industria farmacéutica?
Gran artículo del médico Silvano Baztán sobre el sarampión, un tema que está sonando mucho últimamente en los medios. Os lo resumo (a Silvano le entrevisté no hace mucho en migueljara.tv):
«El sarampión se nos presenta como una amenaza para la salud pública, como si fuera el «coco» de los cuentos, algo a lo que debemos temer a toda costa. Pero, ¿es realmente así? Vamos a analizarlo con datos y de forma clara para que todos podamos entenderlo.
Un vistazo al pasado: el declive de la mortalidad por sarampión
Es cierto que el sarampión causó una gran mortalidad infantil a principios del siglo XX. Sin embargo, el mensaje que se nos ha transmitido, sobre todo a los médicos, es que la vacunación masiva fue la clave para erradicar esta enfermedad. Y aquí es donde quiero hacer una precisión importante: este mensaje no es del todo correcto.
Como podemos ver en las siguientes gráficas, la mortalidad por sarampión ya estaba disminuyendo gradualmente en los países desarrollados durante la primera mitad del siglo XX, gracias a la mejora de las condiciones de salud pública:
Mortalidad por Sarampión en EEUU (1910-1970) y (1912-1983)


Como se aprecia en las gráficas, la disminución más importante de la mortalidad por sarampión ocurrió ANTES de que se implementara la vacunación masiva, señalada por una flecha vertical. Y no solo en Estados Unidos, también en España podemos observar la misma tendencia:
Mortalidad por Sarampión en España (1901-1986)

En la década de los años 60 del siglo pasado, cuando se inició la vacunación masiva infantil contra el sarampión, la mortalidad por esta enfermedad ya era muy reducida, prácticamente inexistente. Entonces, ¿qué ha conseguido la vacunación?
La vacunación masiva ha logrado disminuir la incidencia del sarampión, es decir, que los niños dejen de padecer la enfermedad, lo cual es un logro importante. Sin embargo, es fundamental analizar también los posibles efectos adversos de las vacunas.

El tema de los efectos adversos de las vacunas es un tema muy polarizado. Por un lado, están los sistemas de salud pública oficiales, que suelen destacar los beneficios de las vacunas sin prestar demasiada atención a los posibles efectos adversos.
Por otro lado, están los grupos mal llamados «antivacunas», que cuestionan los logros de las vacunas y se centran en los posibles riesgos de inocularlas en los niños. Es importante tener una visión equilibrada y analizar la información de forma crítica.
El sarampión: una enfermedad infantil generalmente leve
El sarampión es una enfermedad propia de la infancia que, en la mayoría de los casos, es leve. Se caracteriza por un proceso catarral, fiebre y la aparición de manchas en la piel. En un niño con un estado nutricional normal y sin problemas en su sistema inmunológico, la enfermedad suele resolverse de forma espontánea en una semana o 10 días.
Sin embargo, es cierto que pueden surgir complicaciones, generalmente respiratorias y neurológicas, y en algunos casos pueden ser graves. Aún así, la mortalidad en occidente ronda el 0,1% de los casos.
En Estados Unidos han saltado las alarmas por la muerte de una niña que no estaba vacunada. Es una noticia muy triste, pero es importante analizar cómo fue atendida y qué tratamientos se le administraron, y eso no lo sabemos. También es importante hablar sobre los efectos adversos, incluidas las muertes, relacionadas con la vacuna.
Muertes por Vacuna vs. Muertes por Sarampión en EEUU (2000-2024)

Es evidente que no se puede saber cuántas muertes habrían ocurrido si no se vacunara a los niños contra el sarampión. Sin embargo, es importante recordar que las vacunas se administran a niños supuestamente sanos que no deberían sufrir complicaciones graves por padecer sarampión, una enfermedad generalmente leve.
La inmunidad: ¿natural o artificial?
Cuando un niño pasa el sarampión, adquiere una inmunidad de por vida frente a la enfermedad. La vacuna actual, que utiliza el virus vivo atenuado, es efectiva para prevenir el sarampión y genera una inmunidad de grupo. Sin embargo, la inmunidad generada por la vacuna no es total ni permanente, como sí lo es la inmunidad adquirida al pasar la enfermedad.
Conclusión. En la actualidad, ¿el sarampión es un problema real de salud pública en los países desarrollados? Probablemente no. Es fundamental analizar la información sobre el sarampión y las vacunas de forma crítica y transparente.
Es importante recordar que las vacunas son productos farmacéuticos destacables que deben contar con el respaldo de estudios rigurosos, alejados de las manipulaciones de la industria farmacéutica y sus agencias reguladoras.
Es hora de que la ciencia ponga luz sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas, para que cada uno pueda tomar una decisión informada sobre su salud y la de sus hijos».