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Los médicos que no querían ser expendedores de fármacos

Cuando escribí  otro día el post Al margen de la prescripción de fármacos supuse, como en tantas otras ocasiones, que sembraría la polémica. No me ha sorprendido por tanto que me haya escrito el médico y amigo Enrique Gavilán, que otras veces ha colaborado en este espacio. Resumo lo que me escribe Enrique:

“Sabes que te respeto y creo que en general haces un buen trabajo, pero en este caso concreto creo que no es acertada tu postura.
No podemos promover una judicialización del acto clínico, porque puede tener consecuencias muy graves, como romper el contrato social entre médico y paciente al introducir elementos de desconfianza en el primero. Dicha desconfianza puede estar justificada en algunas ocasiones pero no en todas. Y sembrar la sombra de la duda en este caso va en una dirección que no me gusta nada porque no sale gratis.
Desde luego tenemos obligación de tener conocimiento amplio de los medicamentos pero no me sé la indicación aprobada en ficha técnica de todos los medicamentos, es inviable, Miguel, es como pedirle a un abogado que se conozca todas las leyes. Por tanto, muchas veces recetamos cosas que están fuera de ficha técnica pero eso no quiere decir nada. Hay muchos motivos que tú apuntas y que no tienen nada que ver con la relación médico-paciente que pueden motivar que un medicamento no tenga una indicación concreta pero que la comunidad científica lo avala porque existan pruebas de que es un uso seguro y útil. Hay medicamentos que utilizamos diariamente para indicaciones para las que no están aprobadas y la prescripción no se lleva a cabo con un consentimiento informado por escrito ni se puede pedir que así sea, porque es inviable, convertiría el acto clínico en una transacción de información bajo contrato legal y no a un encuentro entre personas que tácitamente se vinculan por un acuerdo social y no legal. Quizá en algunos medicamentos se deba pedir un consentimiento incluso por escrito, pero en el día a día para medicamentos de uso común es inviable.
No tener en cuenta estos aspectos me parece desconocer lo que significa la relación médico-paciente y la práctica médica. Pretender meter la mano en un tema que nunca debe salir (salvo negligencia o actuaciones que se salgan verdaderamente del marco legal, no ésto, Miguel…) de la consulta me produce escalofríos.
Cuando los políticos o gerentes se meten con estos temas reacciono con igual vehemencia, no creas… “.

Otro médico, un psiquiatra argentino que es lector habitual del blog aporta al debate:

“Hay que resguardar un espacio de libertad en la actividad del médico ligado al vínculo con su paciente en particular. Es tal la presión que ejerce la industria que muchas veces las investigaciones a las que uno tiene acceso sobre un producto no coincide con lo que la experiencia clínica muestra. Si uno es un obrero de línea que tiene que cumplir lo que le indican desde ‘arriba’ se asegura no tener problemas con la ley pero no quiere decir que eso le asegura al paciente lo mejor para si. Cuando salió la droga risperidona trabajaba yo como psiquiatra en un centro de referencia en Córdoba, Argentina. Todos los papers y el laboratorio indicaban que la dosis era de 9 mg. en psicóticos sumando por día de tres en tres. Rápidamente comprobé que más de 3 mg. traía problemas a los pacientes y mantuve esa dosis y menos porque comprobaba su eficacia. Recibí fuerte presiones desde el laboratorio amenazándome con rayos y centellas por no dar la dosis adecuada. Con el tiempo empezaron a llegar estudios que corroboraban mi experiencia y dosis usada. En ese caso que doy como ejemplo evité a muchos de mis pacientes sufrir daños por respetar mi criterio clínico y no lo que me imponían desde arriba. Por lo que yo reivindico ese espacio que es la relación médico paciente, que es de mutuo cariño y confianza además del hecho técnico y que se tiende a quebrar con los argumentos de que todo acto debe ser validado con datos que a veces son tramposos en el origen.”

Paco Almodóvar, coordinador de abogados de nuestro bufete argumenta:

Tiene razón Enrique en lo que dice en cuanto a la judicialización pero tiene que reconocer que el consentimiento terapéutico no se está utilizando por regla general y eso lesiona el derecho fundamental a la información en salud del ciudadano. Si un médico recomienda un producto será porque lo conoce, ¿no? digo yo… ¿Medicina defensiva?, medicina en muchas ocasiones ¡medicalizada! ¿Por qué no dejan entrar a las terapias complementarias y siempre recetan medicamentos? ¿Por qué no se firma un consentimiento informado en fármacos “peligrosos” o con muchas Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAMs)? El acto clínico no es un acto terapéutico, quizás es ahí donde habrá que empezar a diferenciar. El médico tendría que ceder algo de su cuota de responsabilidad en la prescripción de fármacos. El farmacéutico sabe más de fármacos que el médico. El médico sabe del acto clínico pero poco del medicamento; menos que un farmacéutico y menos que la propia industria (fuente de la información terapéutica…). Y sí, quizás haya que volver al contrato legal entre ciudadano y profesionales sanitarios; la cadena del medicamento quizás sí tendría que estar hecha a modo de contrato y que cada agente tuviera una responsabilidad bien regulada y clara”.

Por mi parte unos breves apuntes:

-Es cierto que se ni se pretende ni es buena la judicialización del acto médico.

-Es cierto que lo ideal es una relación más espontánea entre médico y ciudadanos.

-Es cierto que la industria abruma a los médicos para que receten pero los responsables de lo que ofrecen son estos y han de conocerlo bien (y Enrique es de las personas que en nuestro país mejor conoce los medicamentos así que es como para plantearse hasta qué punto los médicos saben lo que recetan cuando nos advierte que no es viable un conocimiento tan amplio).

-Por otra parte entiendo que los médicos de lo último que quieren oír hablar es de control pues ya tienen suficiente con el que les ofrece la Administración, la industria o los propios colegios profesionales. La profesión médica es una de las más bellas y útiles para la sociedad pero el médico hoy se ha colocado casi en el peor puesto de la cadena del medicamento. La sanidad se basa en este y el médico en demasiados casos se ha convertido en su mero dispensador. Este es un buen motivo para la reflexión porque de aquella lluvias estos lodos.

¿Un contrato? No soy amigo de normas y controles pero lo cierto es que en mi trabajo y en la sociedad toda operación importante se ata con un contrato, no sé cuantos tengo firmados. Lo que está claro es que lo que está ocurriendo con los medicamentos no puede continuar ad infinitum.

 

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12 comentarios

  1. Yo ya lo he expresado en otros hilos, mi respeto a los facultativos, después de más de veinte años en la visita médica… Es enorme. Y criminalizar a este colectivo por las prácticas de unas pocas ovejas negras… Es excesivo. Yo he conocido perfectamente el sistema de comprar las voluntades de los médicos… Y no es tan fácil. Hasta el más ruín de los médicos, el más comercial, el más entregado al cohecho… Es cauto manejando los fármacos. No quiere secundarismos indeseados en sus pacientes, no quiere problemas. No conozco a esos temerarios que se están empezando a estereotipar en estos hilos. Hasta el más extremo de los médicos en el plano comercial, prueba los nuevos fármacos con “cuidadín”, pero esa forma de proceder es universal. Los médicos no quieren sustos, ni al paciente de nuevo en la consulta. Y por otra parte, no hay que olvidar tampoco el problema con los fármacos nuevos: los pacientes los piden. Los pacientes quieren y reclaman lo último. Me gustaría saber cuantos médicos se lanzaron a recetar Vioxx por demanda directa del paciente. Insisto, no se puede criminalizar un colectivo por unas, pocas, ovejas negras.

  2. Alberto, si los médicos recibieran la paga que se merecen por su honrado trabajo, no existirían éstos episodios, que si bién ocurren, no son la regla, y en todo caso, expresan la tensión entre las partes, el profesional mal pago, estresado, agotado, que no puede actualizarse, frustrado en su profesión, y los laboratorios y sus representantes, disputándose la receta de sus productos, con los convenientes estímulos a sus operadores.
    No dramatices y busquemos el modo de ayudar a funcionar mejor al sistema de salud, sin olvidar que todos somos responsables y formamos parte del mismo.
    Saludos.

  3. Cierto, Miguel.
    Este diálogo me lo contó una persona ya fallecida que era el visitador. Tenía varias anécdotas de ese estilo. Él trabajaba en la cuidad de La Plata, Argentina, entre los ´70, ´80 y ´90; estaba muy deprimido por la situación, y aclaraba que no todos los médicos tienen esa forma de proceder, pero el establishment es tremendamente poderoso.
    Saludos.

  4. Yo me pregunto, si no curan, si no están probados ni aprobados, si ni siquiera los propios médicos los consumen, si son tóxicos, si son caros, entonces…porque les llaman medicamentos?
    Saludos.

  5. Diálogo real extraído de una conversación entre médico y visitador médico:

    Visitador: -Le traigo el pago por sus recetas emitidas.
    Médico: -Qué bien; ¿Cuánto?
    V:- 4 recetas serían $… n.
    M:- ¡Cómo 4, si yo receté 6!
    V – A ver…. Me dieron sólo 4 para pagarle.
    M:- ¡Eso no puede ser! La semana pasada me hiciste lo mismo. ¿¡Para qué receto, si después no me pagan!?
    V:- Es que el laboratorio me dio solo esto. Disculpe, Dr. pero yo no lo manejo.
    M:- Es que yo quiero que me paguen las 6 recetas. ¡Esto no puede ser! ¡Siempre lo mismo con ese laboratorio de m…!
    V._ Mil perdones, Dr; voy a hablar con mi gerente para ver qué pasó.
    M:- Sí, mejor habla con él para que esto no se repita. Si no, cambio de “farmacia”.
    V:- Mientras tanto, le puedo dejar algunas muestras gratis de este nuevo antidepresivo. Me informan que está por homologarse y que…
    M:- Bueno, dale. A algún cliente se lo voy a medicar. Pero arréglame lo de las recetas. Ya van unas cuantas que no me pagan.
    V:- Sí, Dr, quédese tranquilo. Nos vemos la semana que viene.
    M:- Ok. chau.

    Esto da una pequeña noción del retorno que reciben algunos mercenarios de la salud, sólo con recetar. ¿Dónde quedó la persona que hizo el juramento hipocrático?
    Prefiero encontrar un profesional de la salud que sea persona, investigue y se informe. Para eso confiamos en ellos.

    Saludo cordial.

    1. Alberto muy ilustrativo tu diálogo pero sería mejor si dieras algunos datos concretos de dónde y quienes lo protagonizaron, así sin más queda flojo.

  6. Un respeto a los medicos de familia , son trabajadores , realizan su profesion lo mejor que pueden y creo que se les exigen demasiado ,me da mucha pena que por el hecho de ser un funcionario se les esten machacando .
    Si se ponen en duda su profesionalidad , cosa del cual cada uno es libre de opinar , lo ideal una segunda opinion y ya esta.
    Que los medicamentos que prescriben tienen efectos secundarios , bueno vienen documentado y lo demas creo que sobra.

  7. Como paciente y ex consumidora de medicamentos lucho por el derecho que tienen los pacientes a la información de los efectos de los medicamentos y a concienciar cada vez mas que hay muchas enfermedades secundarias producidas por los efectos adversos de los medicamentos a veces hay medicos que no conocen los efectos de los medicamentos y es el paciente el que le cuenta los males despues de haberlos tomado pero siguen recetandolo a otros pacientes y nuncate advierten de los efectos.

    Creo que la conciencia medica con respecto a curar con medicamentos debe cambiar y dejar paso a los productos alternativos como terapias saludables y homehopatia,lo digo con conocimiento de causa llevo 3 semanas que sali con exito de una operacion hepatica sin nimgun problema con la medicación justa y tratandome con homehopatia y es la primera vez que mi cuerpo esta sano, limpio y recuperandose a velocidad de la luz.

    ENTRE TODOS PODEMOS CAMBIAR Y ESTE BLOG TIENE UN GRAN MERITO por su trabajo sus estudios y toda la documentacion que aporta no es hablar por hablar.

    Un saludo desde Ibiza.

  8. Muy fuerte, si no conoce las indicaciones ¿conocera, los efectos secundarios, las reacciones adversas, las interacciones?
    No es necesario que se conozca TODAS las de todos lo medicamentos, como dice de las leyes con los abogados. Sólamente las que recete, sólo esas. Tampoco es tanto y si no hoy en día hay medios, tienen vademecum en el ordenador por ej.

    En manos de quien estamos. Escalofria ir al médico.

  9. Nos encontramos en uno de esos momentos en los que unos pocos van a condenar la historia y el devenir de toda una nacion. El gobierno de Rajoy esta negociando un memorandum con la UE que acabara tarde o temprano con la libertad de los ciudadanos espanoles. Este memorandum, basado en principios economicos que se han demostrado erroneos en Grecia y Portugal y que no son soportados por la ciencia economica, no puede ser mas que un sistema de dominacion y de expoliacion de los recursos del pais que quedara como un territorio dentro de la “Grand Area” que dominara Alemania.

    El gobierno de Rajoy debe detener la emision de deuda publica para el mercado de bonos de forma inmediata, pues hacerlo con una prima de riesgo de 500 puntos supone una prevaricacion. Dentro del marco actual el gobierno puede financiarse de forma legal casi a la mitad de lo que lo hace en el mercado de bonos.

    Ha llegado el momento de convocar a todas las fuerzas sociales y politicas para evitar la firma de un memorandum que solo traera miseria a toda la poblacion. Es hora de que los jueces impugnen la firma ilegitima y anticonstitucional de este memorandum. Queda muy poco tiempo pero si no lo hacemos habremos perdido toda soberania y caminaremos sin dignidad ni derechos en nuestro propio territorio.

    (disculpa si llega a no ser de tu agrado).

  10. Para empezar, soy médico rural y llevo mas de 30 años en el mismo puesto, con lo que quiero señalar que conozco a mis pacientes y ellos me conocen a mi base ante bien.
    En estos años he pasado por todo desde el comienzo en que me daban los talonarios de receta y el P10, lo demás lo ponía yo, hasta ahora en un equipo de AP en el que estamos 7 médicos/as, 2 pediatras, 6 enfermeros/as y 5 administrativos con 4 centros de trabajo.
    He llegado a tener que atender a 120 personas en una mañana sin enfermería ni administrativos y estando 24 horas al dia, 365 días. Ahora mi agenda tiene, por prescripción de mis gerentes, 35 huecos con uno de domicilio y 4 inmemorables entre los 35,a eso se puede forzar lo que haga falta.
    Me estoy enrollando un montón solo para decir que para mi la parte mas difícil de mi profesión es la prescripción y que le tengo mucho respeto (tanto que no tomo prácticamente nunca ningún medicamento), lo que pasa es que para hacer bien esto hay que tener tiempo, para formarse (esto lo hacemos en nuestras horas libres las más de las veces) pero sobre todo para hablar con los enfermos y explicar bien por qué le recetamos, qué le recetamos, los efectos que esperamos y los posibles efectos secundarios y si además queremos prescribir cambios de modo de vida, tratamientos no farmacológicos, etc no te quiero decir lo que cuesta.

    Es cierto que buena parte de la culpa es nuestra, de los médicos, que seguramente hemos ido a lo “fácil” del tirar de receta y que el apoyo de un farmacéutico podría ser muy útil, pero no me imagino llamando AL UNICO farmacéutico de AP de mi comarca sanitaria para que me informe del tratamiento, seguro que se queda a cuadros pero voy a tratar de hacerlo el próximo día que tenga una duda.

    Gracias por leerme y soportarme este ladrillo y por el blog, que leo con frecuencia.

  11. Estimado Miguel: soy Francisco José Guerrero, medico de familia de Granada. Felicidades por el blog.
    En contra de la opinión de Enrique, considero que la utilización de fármacos debe restringirse a las indicaciones aprobadas por muchos estudios u opiniones que se hubieran publicado. Probablemente para evitar que posibles indicaciones nuevas, se demoren, se deban revisar los procedimientos para aprobar nuevas indicaciones.
    Uno de los pilares de la relación médico paciente es la confianza en que el profesional médico va a utilizar para la curación o alivio de síntomas un fármaco que conoce y que sabe como funciona.

    No entiendo médicos que utilizan fármacos de los que desconocen sus indicaciones y contraindicaciones ni tampoco los que utilizan fármacos en una indicación para la que no están autorizados.
    Un saludo.

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